Star Trek: Primer contacto

Gran debut en la dirección cinematográfica del actor Jonathan Frakes más conocido como el comandante William T. Riker en la serie de La Nueva Generación que se emitió entre los años 1987 hasta 1994, para la octava entrega de la saga de Star Trek y una de las mejores de las que se han hecho hasta ahora, en opinión de muchos críticos cinematográficos y adeptos a esta saga cinematográfica.

La película en si es otra de estas secuelas cinematográficas basadas a su vez en los episodios de la mencionada serie de televisión, en concreto con los episodios números 74 y 75 que entrelazaban la 3ª y 4ª temporadas bajo el título de "Lo Mejor de ambos Mundos" que en EE.UU fué todo un record de audiencia en el momento de sus emisiones y creó cierta inquietud por los rumores de que el actor Patrick Stewart iba a abandonar la serie, cosa que afortunadamente no fué así para bien de toda la legión de trekkies.

La base de su argumento obra de Rick Berman, Ronald D.Moore y Branon Braga se decanta en dos escenarios bien diferentes y en un mismo lugar La Tierra, pero sobretodo se basa en la lucha por la individualidad y de su destacado papel del futuro de la humanidad, frente a la imposición de la escavitud por parte de un colectivo alienígena, los Borg cuya su estructura social se basa en la asimilación y bajo el lema de la resistencia es fútil, recurren a la violencía vampírica si es necesario, de culturas, razas y civilizaciones enteras con el único fin de formar parte de ese mismo colectivo, como del mismo modo que las abejas y las hormigas de las cuales tienen una sociedad y una reina que los gobierna y los mantiene por el bien del colectivo, los Borg se basa en la misma estructura entomológica para mostranos a una de los mejores villanos jamás creados dentro del mundo de Star Trek, La Reina Borg interpretada magistralmente por la actriz sudafricana Alice Krige.

La Reina Borg nos muestra también en este increible espectáculo cinematográfico, lo perversa y manipuladora que puede llegar a ser con el pobre Data en su deseo de este último de ser humano, también incide de manera más que notable en la psicología del capitán Picard y de su inusual companera Lily Sloane y de como la venganza de Picard motivada sobretodo en los textos de la obra de Herman Melville "Moby Dick" puede ser más que un motivo, servir de perfecta excusa para acabar con esta especie de amenaza que como un cáncer que se desarrolla dentro de un cuerpo humano, está puede perfectamente y del mismo modo apoderárse de su nave.

No cabe duda de que "Primer contacto" es uno de los momentos cumbres del extraordinario mundo creado en primera instancia por el visionario Gene Rodenberry. Para mí, la octava entrega de las películas de Star Trek ocupa un destacado cuarto lugar a muy poca distancia de "La ira de Kahn (ST II)", "The vogaye home (ST IV)" y "Aquel país desconocido (ST VI)", y es realmente la última gran entrega de la franquicia hasta la fecha.

Se rompen los cánones que hasta ahora siempre habían demostrado que un actor principal de Star Trek no podía dirigir con éxito - como ya pasó con William Shatner en ST V -, y aquí tenemos a Jonathan Frakes, el Primero de a bordo y lugarteniente imprescindible de Jean-Luc Picard, al mando de una historia completísima, que aglutina en el mismo sabroso guiso varios de los ingredientes favoritos del universo Trek:

- La más malvada de las razas alienígenas que pueblan la galaxia, los Borg, cuyo único destino es la asimilación a la fuerza de todas las demás especies para llegar a la perfección.

- Los viajes en el tiempo: en esta ocasión, como ya pasó en "Salvar la Tierra", la tripulación del Enterprise D debe viajar al pasado para evitar la destrucción de la raza humana por la asimilación de la Tierra por los Borg...

- La situación en el filme de una fecha histórica trekkie, la del Primer Contacto de los terrestres con alienígenas y la puesta en éxito del primer motor de curvatura de una nave espacial - un cohete nuclear -, que logrará viajar a lo que, muchos años después, se denomirará WARP 1: la velocidad de la luz.

La cinta está en muchos momentos inspirada en Alien y contiene un toque bastante oscuro y claustrofóbico. Excelentes las recreaciones de los Borg, sobre todo de su Reina: se dice que la actriz Alice Krige tenía que soportar sesionas interminables de maquillaje que sobrepasaban las siete horas diarias, pero es que los resultados son deslumbrantes. Impresionante en el amplio sentido de la palabra la interpretación de Patrick Stewart, que en muchos momentos abandona su sangre fría y se entrega a la furia: no olvidemos que Jean-Luc Picard fue temporalmente asimilado por Los Borg en el doble episodio de la serie La Nueva generación "Lo mejor de los dos mundos". Se demuestra, una vez más, que las historias sobre viajes en el tiempo siguen teniendo un extraordinario gancho entre los amantes del cine en general.

En definitiva, un emotivo momento trek y una esperanza para muchos de que, en nuestro mundo real, sea posible en un futuro el encuentro amistoso con otras razas alienígenas que nos enseñen que no estamos solos en el universo y que debemos ser más responsables.

Luego de empezar su vida cinematográfica en 1994 con la decepcionante "Generations", los productores y guionistas de Star Trek:TNG decidieron poner toda la carne en el asador con Primer Contacto, brindándole al publico seguidor de la serie -y al no tanto- una de las mejores películas de ciencia ficción de la pasada década.

La elección de los enemigos por autonomasia de la serie televisiva, los Borgs, como rivales de esta nueva entrega cinematográfica fue el mayor acierto que pudieron tener, en un film que tiene prácticamente todo lo que un amante del género puede pretender: batallas espaciales, viajes en el tiempo y muy buenas dosis de acción y suspenso.

Sin lugar a dudas, el mejor episodio cinematográfico de Star Trek: La Nueva Generación, que gozó de un nivel técnico y argumental que, lamentablemente, no tendrían ninguno de los films que le siguieron.

Estupenda película de aventuras y ciencia-ficción para celebrar los 30 años cumplidos de la franquicia Star Trek, y sin duda el mejor largometraje que se ha concebido basándose en ésta.

"Star Trek: Primer Contacto" nos sitúa en la serie "Star Trek: La Nueva Generación", aunque se hacen referencias a las otras dos componentes de la singular trilogía: "Voyager" y "Espacio Profundo Nueve". Esta, en concreto, nos habla de los los Borg: un enjambre de inteligencias artificiales semiorgánicas que buscan fusionarse con otros seres vivos y "asimilar" a todas las especies inteligentes del Universo. Ahora, los Borg han centrado su mirada sobre la Humanidad y sobre el planeta Tierra, al cual viajarán retrocediendo en el tiempo para alterar la Historia con nuestros protagonistas persiguiéndoles.

Aquí, el mejor rasgo de Star Trek se explota en todo momento: la inteligencia y el llevar al espectador a fascinarse parándose a pensar en lo que ve. Como nos enseñó Stanley Kubrick, la idea que se esconde detrás del espectáculo es el efecto especial más sobrecogedor, y Star Trek siempre ha hecho honor a ello. Sus dilemas, sus giros argumentales y la gran importancia que se le da a la personalidad de los personajes convierten, en mi opinión, a "Star Trek: Primer Contacto" mejor que ninguna película, por ejemplo, de "Star Wars".

Los puntos negativos de esta película son la falta de oscuridad de los Borg, a quienes les vendría bien un mayor grado de tenebrosidad y agilidad. Son criaturas tropes y rígidas, a mi juicio. Lo mismo puede decirse del personaje de Zefram Cochrane, de gran importancia, interpretado por el siempre genial James Cromwell: no tiene gran evolución. Además, al principio, casi todos los personajes pueden resultar "poco familiares" para quienes no han visto la serie. Aunque esto, por lo general, no tiene importancia, no es una sensación positiva. La relación entre Ryker y Deanna es un perfecto ejemplo.

Por lo demás, una película muy recomendable para quien quiera fascinarsede una visión futurista. Patrick Stewart está francamente en una de las mejores interpretaciones de su carrera.

¡Vida larga y próspera!

Aun reconociendo que una valoración de 'interesante' puede ser exagerada para mis parámetros habituales, la idea en este caso es simple: si quieres ver alguna película de Star Trek para ver que tal están, que sea ésta. No porque sea la mejor de la saga, honor que le corresponde con muchísima diferencia a la primera por el genial trabajo de Robert Wise, sino porque ésta es la más completa desde la perspectiva de la ciencia ficción no de autor (o sea, de orientación comercial).

Nos hallamos, en este caso, en una película poco startrekiana, puesto que la película se sitúa un buen rato fuera de la lógica y estructuras de los personajes habituales, para deslizarse hacia dos buenos actores traidos para la ocasión: James Cromwell y Alfre Woodard, que le dan una dimensión inesperada a una historia concebida básicamente como película de acción. YEllo sucede en buena medida, gracias por un lado al buen nivel de Patrick Stewart, capaz de sacar algo de un personaje tan gris como el capitan Picard -no sólo aquí, también en la serie- y que da una buena réplica a Woodard; y por el otro, por la disposición del actor y director Jonathan Frakes a dar entidad al personaje de Cromwell y a interactuar con él. Si además consideramos el acierto de hacer recaer parte de la tensión dramática en otro de los personajes bien trabajados y bien interpretados, el androide Data, se consigue por fin una película de una cierta altura y verdaderamente el mayor logro galáctico de la saga.

Ciertamente este digno resultado resultaba del todo inesperado, tras el fracaso de la entrega anterior y la poca experiencia de Frakes tras las cámaras, pero esta vez quedamos sorprendidos, gracias también a la buena progresión de los efectos especiales.