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Cosas de familia

Comedia. Drama A Alex Gromberg (Michael Douglas) no le resulta nada fácil ejercer el delicado papel de padre, hijo y marido. Intenta evitar los errores de su padre y aceptar los que ya ha cometido con sus hijos. Su mujer (Bernadette Peters), es una psicóloga que intenta hallar el equilibrio entre la vida profesional y familiar. Mitchell Gromberg (Kirk Douglas), el abuelo, es un prestigioso abogado de Nueva York ya jubilado. Su mujer Evelyn (Diana ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
2 de junio de 2005
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relato familiar que tiene como mayor atractivo a Kirk y Michael Douglas trabajando juntos. A ratos comedia, a ratos drama, el guión no tiene un hilo conductor propiamente dicho, sino que trata de explotar las diferentes posibilidades de cada personaje, aunque sin demasiado éxito. Lo mejor, Kirk Douglas y lo peor, la sensación de que la historia no va a ninguna parte.
Edgar
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23 de mayo de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Gromberg son una familia judía adinerada de abogados, en un momento crítico en sus vidas como individuos y como miembros de un grupo filial, afloran viejas y nuevas discrepancias, temores, fracasos e infidelidades.

Los Gromberg son una familia cuyas principal columna es Mitchell (Kirk Douglas) y su esposa Evelyn (Diana Douglas), próxima a morir.

El hijo de ambos es Alex (Michael Douglas), un abogado cuyo trabajo lo desempeña en la misma firma legal fundada por su padre, a la vez que sortea los impulsos de la infidelidad. Su matrimonio con la psicóloga Rebecca (Bernadette Peters), sus hijos Asher (Cameron Douglas) y Eli (Rory Culkin) son los aparentes elementos disfuncionales de la familia.

La historia, más o menos lo de siempre: los problemas de comunicación entre padres e hijos, lo complicado que es adaptarse a la sociedad, que hay que ser valiente y muchos otros valores positivos. Al final todo resulta ser una elegía de la familia, y de como cuando se mantienen unidas, todo es posible y superable.

La película genero por venta de taquillas la cantidad de $8,2 millones. El mayor mérito de la película; ver reunidos al abuelo, a la abuela, al padre y al hijo, en una misma película.

El eterno Kirk Douglas (nominado al Oscar en tres ocasiones, “Champion”-1949, “The Bad and the Beautiful”-1952, “Lust for Life”-1956 y un Oscar honorífico en el 1996 por sus cincuenta años en el cine) su hijo Michael (ganador de dos Premios Oscar, como actor “Wall Street”-1987 y productor “One Flew Over the Cuckoo's Nest”-1975), el hijo de este, Cameron, y la primera esposa de Kirk y madre de Michael, Diana.

Por otra parte, el propio Michael es el productor de la obra, con la ayuda de su hermano Joel como productor asociado.
operez
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10 de septiembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es un sencillo relato de lo que puede ocurrir en cualquier familia de tipo medio donde conviven tres generaciones: el abuelo Mitchell Gromberg [Kirk Douglas], un prestigioso abogado judío fundador del bufete; vive en la casa de su hijo con su mujer Evelyn [Diana Douglas], una esposa entregada que sirve de esponja para suavizar la conflictiva relación entre su marido y su hijo. Alex Gromberg [Michael Douglas], abogado sucesor de su padre en el bufete, no le resulta fácil ejercer de padre, hijo y marido e intenta evitar los errores de su padre y aceptar los suyos. Su mujer Rebeca [Bernadette Peters], es una psicóloga que intenta encontrar el justo término entre lo profesional y lo familiar. La tercera generación la forman dos varones: Asher [Cameron Douglas], primogénito e irresponsable estudiante y Eli [Rory Culkin], el más sensato de la familia. Además les queda un tío-abuelo. La familia es judía que, dentro de lo que puede, conserva algunas tradiciones rituales, sobre todo el abuelo. Éste está obsesionado con la muerte pero el médico le ha garantizado que va a vivir mucho, así es que se dedica a hacer gimnasia a orilla del río Hudson. Pero el primer hecho luctuoso de la familia es la muerte de su esposa, seguida de la del tío-abuelo que es enterrado en el lago de la casa de campo como si fuera un vikingo. Los problemas de Asher en la universidad, el flirteo de Alex con una voluntaria en un comedor social y la relación de Eli con una punky terminan por acercar y mejorar las relaciones conflictivas del abuelo y su hijo Alex.

El guión no puede ser más insulso y el director deja pasar la ocasión de tener a toda la familia Douglas para hacer un peliculón en condiciones. Kirk y Michael, aún durmiendo, son buenos actores pero la película tiene que tener un interés en la acción, algo más que las paranoias de un viejo judío en Nueva York. Esta es una historia sin destino, pagada por los Douglas seguramente para tenerla como recuerdo.
montipito
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21 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, la historia no va a ninguna parte porque así son las historias que tratan de vínculos familiares. Y Kirk Douglas parece todo el film como borracho porque evidentemente ha sufrido un ACV y se le dificulta el habla y los movimientos y porque al momento del film contaba con 87 años. Es cierto que impacta cuando se rememora aquél Kirk Douglas de los años dorados, pero una vez aceptada esta "realidad" del paso del tiempo, se lo descubre muy bien en su personaje de abuelo irónico y hasta querible.
Y Michael Douglas hace lo de siempre: de él mismo.
La película es una comedia dramática convencional bien al estilo americano, que pone hincapié en las relaciones familiares, tal vez sin demasiada profundidad, pero con una buena puesta en escena adicionada con toques de humor que llevan a un agradable visionado.
Sin duda que lo memorable de este film es el ser protagonizado por tres generaciones de la familia Douglas. Deja un sabor agradable a pesar de lo mediocre del guión.
Cris
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31 de agosto de 2010
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver al viejo Kirk Douglas discutir con su hijo Michael por cuestiones menores es sin duda un aliciente. Y la película no está tan mal. Es solo que el guión es demasiado errático, previsible e impide que el espectador se involucre emocionalmente con los personajes, que por otra parte están poco desarrollados. Incluso hay por allí algunas subtramas que no termina de cerrar del todo o se resuelven en tres brochazos como si nada. En definitiva, me entretuvo un domingo a la noche. Y poco más. Creo que con semejantes actores, daba para mucho más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jeff Bailey
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