Guerrera (Sangre y honor)

Aunque numerosas películas han representado con brillantez el neonazismo y el ascenso de esta ideología en la sociedad contemporánea, Kriegerin («Guerrera (Sangre y honor)» se centra en la posición de las mujeres en este ámbito. En el seno de una ideología fuertemente misógina, las mujeres deben mostrarse doblemente violentas para imponerse y abrirse hueco. No obstante, no es esa violencia o ese odio exacerbados (si bien, realistas) los que dan fuerza a la película, sino el cambio progresivo de la joven tras conocer a un adolescente afgano al que ayuda sin saber muy bien por qué. En un ambiente frío y en una Alemania con problemas económicos tras la unificación, el joven trastoca la vida de Marisa. El simbolismo del equilibro entre una vida perdida por una vida salvada está fuertemente presente, los personajes son variados y bien caracterizados, pero el golpe de gracia procede justamente de esa poesía, destilada con parsimonia y que, entre dos agresiones verbales o físicas, atraviesa los tonos fríos de la película, que gana así en belleza.
Para esta y otras críticas, podéis visitar nuestro blog: https://losindiscretos.org/espanol/guerrera-2011-david-wnendt/

Drama inspirado en el siempre difícil tema del nazismo, esta vez hecho desde tres perspectivas; la primera desde el punto de vista del radicalismo, desde el victimismo y desde la ignorancia, lo bueno de la película es que nos une los tres puntos de vista de una forma mas que interesante y leal a sus principios. La protagonista nos sorprende con una actitud radical y humana al mismo tiempo , no es que sean incompatibles pero es difícil de ver. En líneas generales película que me ha sorprendido gratamente , me esperaba algo mas predecible en todo momento y escenas de violencia exageradas y continuas pero no es así, no se abusa de nada de esto. Película que recomiendo sin ningún tipo de duda, te hace reflexionar y pasar un rato muy agradable viendo una buena película.

Sin entrar en política ni ideologías, es una peli entretenida. Me la esperaba más violenta, ya que el título y el trailer hacía presagiar eso, pero no ha sido así. Tiene algunas dosis de violencia, pero bien dosificadas. No tiene mucho ritmo, y en algunas ocasiones es algo lenta, pero puede valer para pasar el rato. Así que, recomendable si te gusta el género del nazismo.

Es una película que conmueve al mostrar las fatales consecuencias de la ignorancia.
Muchas son las heridas, las contradicciones agudas del pueblo alemán y la película las muestra de una manera espléndida sin caer en el maniqueísmo.
Me sorprende la manera en que retrata a la juventud neonazi sin satanizarlos ni caer en soluciones fáciles.
Estamos acostumbrados al cine de Hollywood en el que siempre todo es blanco y negro, los superhéroes y los supervillanos, pero eso es mera falacia, falacia en la que la película evita caer.
Todo tiene un por qué, los personajes son profundos y multidimensionales y ese es el mayor acierto porque se está tratando un asunto que evidentemente nos repugna como la violencia neonazi.
Me hizo recordar a Günter Grass y su estremecedor libro "Pelando la cebolla".
Creo que el director "pela la cebolla" sin concesiones.

“American History X”, una de las cintas favoritas del público de los 90, es un listón prácticamente irrebasable para cualquier filme posterior similar. La guerrera de David F. Wnendt comparte la transformación de una joven de 20 años neonazi por intentar redimirse de la culpa de un posible asesinato. Marisa está envuelta en una espiral de odio hacía a los extranjeros, los judíos, policías y un largo etcétera a los que culpa de los males que sufre el mundo. Las disfunciones familiares y la situación que rodea al individuo (la crisis económica que asola el mundo) son los factores que David F. Wnendt utiliza como ‘captador’ de personas al mundo del rapado, del bigotillo y la esvástica.

Una adolescente llamada Svenja le sirve al director para ofrecer ese contraplano de la sociedad que crea monstruos en los rincones menos esperados mientras que el choque (físico y emocional en este caso) de ambas protagonistas provoca un efecto redentor en una y destructor en la otra. Hay mucha violencia, gente con poco pelo (y cabeza) y dientes por los aires pero está claro que el problema más que cultural es de cultura. Por ejemplo, la adolescente protagonista saca sobresalientes en el instituto pero no sabe quién es Adolf Hitler. La censura en la educación da pie a que otros interesados rellenen huecos con falsedades y mentiras. “La guerrera” posiblemente es consciente de ofrecer un punto de vista simplista y unos personajes plagados de clichés ante la imposibilidad de abarcar un discurso más complejo y mayor. Lo importante para David F. Wnendt es ofrecer el círculo de esa ‘guerrera’ condenada desde su infancia (y por su padre) a la auto-destrucción.

Marisa, por resarcirse de sus pecados, intenta ayudar a un refugiado afgano a salir del país ya que al quedarse solo en Alemania (por culpa de la joven neonazi) puede ser internado en un centro de menores. Fiestas con ducha de cerveza, música pop-pedorra (sí, eso que escuchan los neonazis es pop melódico en comparación a Today is the day), videos manipuladores de judíos degollando animales (¿no ha visto nadie lo que se hace en un matadero o la imprescindible “La sangre de las bestias” de Georges Franju?), caretas de Hitler (en la última temporada de “True Blood” unos asesinos van con máscaras de Obama y nadie se ha quejado) y, sobre todo, madres con coletas son suficientes elementos para convertirse en nuestros días en un(a) neonazi adolescente.

En España, gracias a Mario Casas que mantiene ocupado a las niñas (y también a las madres de las niñas), no pasan estas cosas…