Ligar en la era digital

No puedo dejar de pensar en trampas para ratones, plantas carnívoras… ese tipo de cosas, porque eso es esta película, una historia sin apenas sentido que es básicamente llevar de nuevo al cine la trama promedio de una “comedia” de instituto estadounidense a la universidad, con los mismos personajes cliché y todo girando en torno a un concepto de amor simplón y sin profundidad (que es el núcleo de todo al final), pero todo adornado con el trasfondo de la fundación de startups, con referencias a Jobs y Woz para atraer a algún despistado.

Altamente no recomendada, no suelo poner malas notas incluso a pelis reguleras, pero esta es de otro nivel, es mejor que inviertas las casi 2 horas que dura en mirar la pared, meditar o algo así, le sacarás más partido.

Pues no me había enterado. Lo cierto es que no se muy bien como calificarla.

Es moderna... eso sí, tiene personajes que puedes encontrar por la calle y pertenece al género en alza: Cine escombro dotado de atmósfera sin espacio, donde a los pocos minutos entiendes que no te conducirá a ningún lugar que motive.

El humor atraviesa los peores momentos. Los guionistas deben hacer continua autocensura para no molestar a ningún colectivo, ante sensibilidades exacerbadas. Y eso evidentemente resta espontaneidad y limita las posibilidades. Una lástima... pero es lo que existe en esta sociedad hipócrita que le parece mal un chacarrillo, pero no abandonar a un familiar en la residencia, esperando que fallezca para comenzar una pelea salvaje por la cuota de herencia.