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Génesis

Drama. Romance Guillaume, su hermanastra Charlotte y Félix experimentan las turbulencias del primer amor... Tras "Los demonios" (The Demons, 2015), Philippe Lesage regresa con una nueva película autobiográfica.
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
19 de julio de 2019
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevos talentos del cine europeo desembarcan con cada vez mayor frecuencia en nuestra cartelera, que ya guarda un espacio fijo para el cine de autor, y no se detiene ni siquiera en los veranos de menos estrenos y preponderancia de superproducciones llamadas a romper taquillas. Y Canadá es una nueva geografía que empieza a consolidarse en el panorama creativo. Xavier Dolan ha allanado el camino para que este cine empiece a ser programado en festivales y reciba una mayor distribución internacional. El filme que nos ocupa no es tan sólo un ejemplo de lo previamente mencionado, sino también una de las sensaciones del circuito festivalero del pasado otoño. Esta es Génesis, nueva película del realizador de Quebec que recibió los galardones a mejor película, dirección y actor en la última Seminci. Película, que además, compitió en la Sección Oficial del último Festival de Locarno. Tal desempeño en el recorrido de festivales y similar apoyo crítico provocaron que el visionado de esta película fuese una de mis prioridades de este verano. Su estreno llega casi un mes después del visionado, pero las ideas permanecen intactas y encaro el teclado para transcribir lo mejor posible las sensaciones que sentí cuando las luces se apagaron y, como tantas veces, volví a la infancia. Y aún sin ser fascinado, disfruté enormemente de las numerosas virtudes de una buena película eminentemente recomendable. Un sensible y pausado viaje por los tempestuosos cambios de la juventud poco creativo en su texto pero flamante en su realización audiovisual. La confirmación de una voz cinematográfica poderosa que aún presenta margen de mejora.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Néstor Juez
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21 de julio de 2019
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charlotte y Guillaume, dos hermanos de una conservadora familia canadiense, están en plena ebullición adolescente, y cada uno por su lado van a vivir las turbulencias sentimentales y hormonales propias de su momento vital de tránsito entre el acné y la edad adulta. A modo de postre, también veremos cómo Félix y Béatrice viven un efímero y veraniego primer amor.

Tras leer muy buenas referencias sobre él, decidí conocer viendo esta película a Philippe Lesage, autor y director, quien por lo visto ya había dejado muestras previas de su talento, y a quien apunto en mi listado de cineastas a seguir. La explicación es muy simple: estuve más de dos horas a merced de unas historias protagonizadas por personajes muy, pero muy alejados de mi realidad (tanto geográfica como vitalmente); unas tramas a las que durante su desarrollo no terminaba de verles el hilo conductor; y cuando creía que iban a surgir los títulos de crédito, arrancó un nuevo episodio en plan postre al que tuve que readaptarme. La mera descripción de los elementos no suena muy estimulante, en definitiva, y sin embargo disfruté de cada minuto, salí de la sala con un regusto final estupendo, y tengo la nítida sensación de que conforme pasen los días el recuerdo que me va a quedar de “Génesis” aún va a ser mejor. Por tanto, no hay duda: me interesa mucho este Philippe Lesage.

La película comienza con Guillaume subido encima de su pupitre cantando y bailando una canción popular canadiense ante el despiporre de sus compañeros de clase (todo chicos); después, vemos a la guapísima Charlotte sufrir como una tonta porque su noviete le dice que no puede jurarle amor eterno, que la vida es muy larga como para renunciar a follar con otras. En otras películas, ya podríamos tener un asidero al que aferrarnos, una referencia sobre la que calibrar los futuros comportamientos de los dos hermanos protagonistas. Y, además, les veríamos interactuar entre sí, cruzar sus caminos, coordinar sus andanzas. Sin embargo, “Génesis” rompe esas reglas tácitas. Ni Guillaume va a ser durante todo el metraje el típico alumno payaso, ni Charlotte va a mendigar el cariño de su promiscuo pero sincero noviete, ni las vidas de los dos hermanos van a entrecruzarse constantemente.
Una de los características del guión de Lesage es la evolución que otorga a sus protagonistas, los vaivenes con que nos van a sorprender. Cuando vemos a Guillaume emocionarse leyendo “El guardián entre el centeno” descubrimos que es mucho más que un gamberro bufón, y a lo largo de la película le veremos enfrentarse a sus debilidades, descubrir sus más hondos sentimientos, quitarse máscaras a costa de perder prestigio, pagar las consecuencias, llorar a moco tendido… Lo mismo sucede con Charlotte, también ella fluctúa y se reinventa. Tras su llanto inicial, la siguiente vez que la vemos en pantalla exhibe una faceta diametralmente opuesta, de femme fatal adolescente que hace suya la tesis del poliamor de su novio. De ahí en adelante, ante nuestros ojos desfilarán diferentes versiones de ella, unas desafiantes, otras desamparadas, algunas incluso de doliente patetismo.
Otra pauta que define la obra de Lesage es la sensación durante el visionado de que las cosas no progresan, parece que meramente estamos viendo capítulos de las incipientes vidas de estos dos hermanos. Pero al final del viaje comprendemos que sí que han avanzado, que de hecho ambos han llegado a otro lugar muy diferente del inicial, y les hemos acompañado tan de cerca que sentimos gran identificación con ellos cuando convergen en la preciosa estampa que les vuelve a reunir en la cama al final de su periplo en la pantalla.
Ése es el momento en que pensaba que iba a saltar el ‘The end’. Y habría sido un gran final. Pero entonces vuelve a sonar la canción popular con que arranca la película, esta vez interpretada por un grupeto de músicos rurales ante una audiencia aún más joven, pre-adolescente. El plano secuencia de Lesage nos conduce primero a un lado del campestre auditorio, y nos presenta vía zoom a una niña rubita; después nos traslada al otro lado, y esta vez se acerca hasta un barbilampiño moreno. Cuesta entender qué está sucediendo, pero finalmente asumimos que empieza una nueva historia, la tercera, absolutamente aislada de las otras dos en el tiempo y en el espacio, pero coincidente en su temática sobre el despertar emocional. Desde mi punto de vista, este postre baja un poco el nivel, pero sigo viéndolo con gusto, y sobre todo refuerza mi impresión de que estoy disfrutando la experiencia, porque el nuevo arranque de una trama no me causa pereza, sino alegría al comprender que aún queda metraje por delante.

Supongo que toda la temática de primer amor, del despertar al deseo y al sufrimiento emocional, provocará más o menos mariposas en el estómago de cada espectador en función de las vivencias que haya tenido, de las cicatrices que le queden, y de lo frescas que las pueda tener. En todo caso, Lesage sabe transmitirnos las andanzas de Guillaume, Charlotte, Félix y Béatrice de tal modo que las sintamos a flor de piel, no necesitamos tener las hormonas revolucionadas para empatizar con los personajes.
Pero es que, además, el autor y su equipo saben seducirnos con otros valores añadidos. Por ejemplo, es muy destacable la potencia evocadora y atmosférica que tiene la música durante toda la película. Igualmente, hay numerosos impactos visuales de gran belleza, la fotografía es uno de los puntos álgidos de “Génesis”. En definitiva, la suma de factores tanto narrativos como artísticos depara una obra intensa e interesante en el primer ámbito, y absolutamente disfrutable en el segundo. Poco más se le pueden pedir a dos horas de cine…
Naroa Lopetegi
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6 de noviembre de 2018
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta triunfadora en la 63 Seminci (Película, Director y Actor) hubiera sido una de las más anodinas de esta edición si no hubiera sido por los premios. De hecho el Teatro Calderón recibió de cascos (pataleo vergonzante) al artífice canadiense de la película; pienso yo que si alguien disconforme hubiera querido protestar debería haberlo hecho con los miembros del jurado y no con el pobre hombre que vino de tan lejos a presentar su trabajo. Nunca me ha parecido, lo de emberrenchinarse, una actitud socialmente justificable ni evaluable; el aplauso o la ausencia del mismo son medidores más educados y razonables.

Philippe Lesage nos hizo saber que Genese era una recopilación biográfica de momentos de su vida que quería compartir con el espectador. La pureza del sentimiento del amor va degradándose en función de la edad del protagonista, en este caso jóvenes de 14, 16 y 18 años, que pueden pasar del embriagador néctar de la inocencia al amargo cáliz de la experiencia. Nada que no nos parezca obvio y de dominio público; contado además desde una óptica que no añade nada nuevo a un tema tan conocido cual es el del despertar en ese lugar repleto de miel y de picotazos, o sea, en esa colmena erótica-afectiva de la adolescencia.

El relato, que comienza con una explosividad alentadora, gracias a un tema musical popular de mucha enjundia, va decreciendo en intensidad, para acabar en un oleaje de lavabo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sinhué
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21 de julio de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda mirada al mundo adolescente desde dentro de sus emociones, aciertos y desencantos. Ésta película canadiense que se desarrolla en la zona francófona de QUEBEC, es un delicado mosaico de actos y consecuencias que nos acompañarán en la memoria hasta el final de nuestros días, aciertos y errores que contribuirán a compactar nuestra personalidad adulta y forjar nuestras convicciones más profundas en torno a la amistad, el amor y el sexo.

Magnífico retazo el que hace el director de la pareja de hermanastros, GUILLAUME Y CHARLOTTE que nos permite asistir a sus intrincadas relaciones como si fuésemos uno más del grupo de sus personas más cercanas. Doloroso despertar el de ambos, él a su querencia homosexual con su mejor amigo y ella a sus fallidas relaciones amorosas entre hombres mayores que ella.

Igualmente sugerente es la pequeña historia del adolescente de catorce años FÉLIX, descubriendo al amor de su vida en un campamento de verano donde decenas de jóvenes disfrutan, ríen y cantan sin saber que esos pequeños actos lúdicos de iniciación derribarán muros que parecían infranqueables y se levantarán otros que serán muy difíciles de franquear.

Una estupenda historia que atrapa y se sigue sin esfuerzo durante las dos horas largas de duración.
kawenzotz
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18 de junio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres historias del primer amor de tres adolescentes. William se enamora de su mejor amigo, su hermanastra Charlotte deja a su novio para tratar de encontrarse más libre y conocer a otros chicos y en un campamento de vacaciones Félix el más joven siente su primera sensación de amor inocente al conocer a una chica.... Un periodo fascinante de nuestra juventud en la que el director Philippe Lesage se basó en sus propias experiencias para elaborar el guión. 

Unas historias magníficamente contadas en esta entrañable película que consiguió ganar la espiga de Oro en el pasado Festival de Valladolid, alzándose también con los premios al mejor director y mejor actor para Theodore Pellerin, un actor canadiense que ya en su anterior película "Chien de Garde" (Perro guardián) me dejo impresionado. En Génesis interpreta a Guillaume, de 16 años, un destacado alumno del colegio, con encanto pero un poco incisivo en algunas ocasiones el cual en un impulso besa a su mejor amigo, un paso inocente que cambiará radicalmente su vida. 

La hermanastra mayor de Guillaume (Charlotte) es Noée Abita sorprendente papel de una chica que tiene un novio, pero cuando el chico le propone tener una relación abierta y conocer a otras personas, algo le hará cambiar el chip y emprender una búsqueda extraña de emociones. La tercera historia es la más inocente y sensible de una amor de verano pasajero en un campamento.

Sentimientos agridulces provoca esta segunda película canadiense de Philippe Lesage después de rodar varios documentales y "Los demonios" en 2015 que tocaba el tema de la infancia. En "Genesis" consigue plasmar muy bien esa sensación primitiva de enamoramiento preadolescente que todos hemos vivido.

Algo que choca en la película es que los padres no tienen un protagonismo principal, algo que sí sucede en este tipo de films, en cambio sí que se nota cierto puritanismo en el campamento de verano en la que no pueden estar juntos las chicas y los chicos. Un film interesante, conciso y sensible con envidias, celos y rabia inocente que consigue llegarte al corazón.
Destino Arrakis.com
videorecord
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