El secuestro de Alfred Heineken

Interesante tratamiento de un tema tan manido como el secuestro. En la promoción dice que se basa en hechos reales y debemos creer que respeta en general la verdad histórica del hecho pero (y aquí está lo bueno de la película) el director se las arregla para ahondar en la psicología de dos personajes principalmente (aunque el resto no desentona): el empresario secuestrado, y el más joven (ideólogo del secuestro) de los delincuentes.
Contrapone la juventud un tanto psicótica (aunque muy lúcida) del joven secuestrador, con los años del empresario (a pesar de ser un hombre rico y famoso). El secuestro ahonda, expone, profundiza las diferencias entre ambas personalidades contrapuestas y potencia las características de cada una. El rico empresario que de pronto descubre sus debilidades y hasta algún ataque de conciencia social, y el joven (al que los demás ven como débil y un poco tonto) descubre su poder (real o no, el espectador decidirá) aún a contramano de las circunstancias.
Creo que merece verse, entretiene, maneja personajes y situaciones verosímiles, creíbles (más allá de las licencias que puede haberse tomado el guionista) ; la verdad de la película está en la historia y en los personajes, no importa que tan fiel a la verdad histórica se sea, es una película no un documental, y vale como tal.
Muy recomendable.

Como es habitual, la cinematografía "periférica" no cosecha aquí muchas críticas, pero se puede decir que esta película holandesa nos desmerece en nada, al contrario, de muchas americanas que aquí son comentadas a lo largo y lo ancho.
El caso es histórico y está contado sin grandes alardes, es verdad, pero con precisión. El papel de Heineken (Rutger Hauer) es espléndido y en esa mezcla de arrepentimiento por sus pecados, reconocimiento de su arrogancia y odio al secuestrador que lo maltrató es todo un artista.
Lo único que eché de menos es que, al final, dieran la simple información de cuándo muere Heineken y qué se ha hecho de los cuatro secuestradores.