Fantasmas (Serie de TV)

Una sitcom inglesa de corte clásico muy entretenida y agradable de ver, trata sobre una pareja que hereda una mansión en el campo e intenta restaurarla y ganarse la vida, al poco, ella sufre un accidente que le deja secuelas que le permiten comunicarse con los antiguos habitantes de la casa que han ido falleciendo con el paso del tiempo y pasan sus días allí como fantasmas.

Una colección de lo más variopinta y de todas las épocas que conforman un reparto coral muy sólido y divertido donde todos aportan su granito de arena, se les va conociendo más, y no faltan momentos entrañables.

Estos fantasmas que ha hecho aparecer la BBC están muy vivos. De la mano de los guionistas Mathew Baynton y Jim Howick que a su vez encarnan como actores a dos de ellos (el poeta romántico y el monitor de los Boy Scout) y bajo la dirección de Tom Kingsley han sabido dotarlos de encanto y hacerlos entrañables para todos los públicos.

La singular y destartalada mansión de Button House los alberga como un protagonista más. La convivencia con la también singular pareja (ella puede comunicarse con ellos) que ha heredado la mansión y trata de salir adelante da lugar a situaciones divertidas que no hilarantes en general bien desarrollada, con un metraje ajustado (30 m.) y un cierto poso emocional donde la particular idiosincrasia de cada uno de los fantasmas que acertadamente pertenecen a diferentes épocas pone la sal y la pimienta para que la cosa funcione.

Cada uno de los actores que encarnan a los fantasmas se hace con su personaje consiguiendo su propio protagonismos dentro de la actuación coral. Charlot Richie como la propietaria está estupenda y a Kill Smitch-Byone como su pareja le toca bailar con un personaje más irregular entre payaso y tierno.

Dos temporadas exitosas, una tercera en ciernes y versión en USA. Lo dicho estos fantasmas están muy vivos.

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Una pareja va a vivir a un casoplón en la más tópica campiña inglesa y se ve obligada a convivir con toda una manada de fantasmas.

Comedia muy british, pero sin cinismo ni mordiente, parece despojada de cualquier elemento que pueda molestar a alguien. Es, desde luego, simpática, te hace sonreír pero no te hace reír.

Está muy lejos de series británicas de culto como Benny Hill o La Pareja Basura, aquí es todo muy correcto, demasiado correcto, todos los personajes son buenos y muy educados, excepto el fantasma del político corrupto, que hace alguna maldad.
La duración es ideal: 30 minutos.

Sitcom inglesa de fantasmas, divertida, que en ocasiones es más una obra de teatro clásica de humor. Los fantasmas son personajes con distintas personalidades, adornados porque son de distintas épocas, que nos recuerdan los distintos aspectos de la personalidad con los que juega el cine como en Inside Out o el Mago de Oz.
Si bien la primera temporada (6 capítulos) pierde un poco el ritmo, la segunda es más dinámica, con el capítulo 6 de esta segunda temporada que yo definiría como una obra maestra, en el que reinan el humor y el amor.
Es buen cine, con una clara base del teatro bien hecho.

El guionista cómico Tom Kingsley (Esto te va a doler, Doctor Who) dirige "Ghosts", una comedia británica sencilla, y a la vez, original.

En "Ghosts" vemos las divertidas aventuras de Alison y Mike, quienes se mudan a una mansión está habitada por fantasmas de diferentes épocas y orígenes. Sin duda, que haya más de diez personajes principales enriquece mucho la serie. Todos los personajes son carismáticos y entrañables, y cada uno tiene su propia historia y personalidad. Es inevitable encariñarte con ellos. Imposible decir que fantasma es mi favorito.

Además, tantos personajes permite que cada capítulo tenga historias diferentes, y a su vez, que haya al menos dos tramas, una, la que se centra en Alison y Mike, y otra en los fantasmas, que al final acaban juntas. Esta variedad de personajes también permite a la serie mezclar varios tipos de humor, acudiendo al contraste, a la ironía, e incluso al humor físico, en un mismo capítulo. Al humor se le suma que las tramas siempre tienen un trasfondo de amor, amistad, aceptación y compasión, lo que convierte en la serie una de esas clásicas que ver para hacerte sentirte bien.

El especial de navidad, que es su capítulo final, es realmente bonito y conmovedor. Un final perfecto.

"Ghosts" se convirtió rápidamente en una de mis series favoritas. Es dulce, cálida y divertida. Perfecta para ver en la noche y desconectar del día.

Por suerte, puedo seguir disfrutando de su versión estadounidense.