Fantasía española

Una película, que quisieron imitar la comedia americana. Juega a un juego de despistes o engaños gracioso, con música.

Pero lo bonito de esta película es lo que incorpora. Para empezar, vemos a una Barcelona de 1953 que son reconocibles algunas veces, otras no. Vemos a la primera película de José Sazatornil, un actor que tantas comedias nos ha regalado. También vemos a la consagrada cantante, que empezó en el cine, María Dolores Pradera, y como no, al gran comediante, Paco Martínez Soria, en un papel menor, porque estaba dedicado al teatro en esta época.

El resto, es un despropósito, que quizás, y sólo quizás, en su día tuvo éxito por la comedia, pero... que no ha sabido aguantar el paso de tiempo.

Eso sí, los diálogos frenéticos, es lo que se reconoce de la comedia española.

Se trató de trasladar con esta película a nuestro entorno cañí de la España de Franco la comedia musical hollywoodiense. Los resultados fueron muy discutibles y precarios y, vista hoy, la cinta resulta resultan bastante casposa.

No por eso deja de tener la cinta sus momentos de cierta comicidad, además de tratarse de un precioso documental de cómo era Barcelona en aquel tiempo más allá e la postal turística, con detalles como los taxis de aquella época.

También de nuestra sociedad, resultando en ese sentido muy reveladora la secuencia de "las centraminas" de lo permisiva que entonces hacia las anfetaminas, que se dispensaban en las farmacias sin problemas, frente al misterio que envolvía a otras drogas.

El filme se beneficia asimismo de la elegancia de Setó y de un curioso reparto en que andan sueltos, entre otros, José Sazatornil y Paco Martínez Soria.