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Un genio con dos cerebros

Comedia. Ciencia ficción. Romance El cirujano Michael Hfuhruhurr (Steve Martin) es una eminencia en neurología, especialmente tras inventar un nuevo método quirúrgico para operaciones cerebrales. Cuando un buen día va en su coche dando una entrevista, atropella accidentalmente a la viperina Dolores (Kathleen Turner), una atractiva mujer ambiciosa y sin escrúpulos que aprovecha la coyuntura para casarse con él e intentar sacar tajada económica del asunto. De viaje en ... [+]
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
16 de junio de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que el título no anima mucho a verla porque da la impresión de que va a ser un pegote, pero es una película divertida, alegre, desenfadada y subrealista. Un humor absurdo al estilo 'Top Secret' o 'Agárralo como puedas', tanto en gags como en los diálogos.

Yo me he reído mucho en la escena en la que usa las manos como ventosas. Y Kathleen Turner haciendo de esposa cazafortunas e infiel no tiene precio.

Yo crecí con una Kathleen Turner ya tirando a madurita y con ligero sobrepeso (debido a la medicación que tomaba para su artritis reumatoide), así que cuando la veo ahora en películas de los 80 tan tremendamente sexy y atractiva, se me cae la baba. Fue todo un bellezón.

La recomiendo para pasar un rato de risas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
echulin
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21 de septiembre de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Típica comedia disparatada que te cautiva más por su delirante y grotesca propuesta que por la calidad en el argumento.

Es un filme bizarro y repleto de gags absurdos que en cierta forma parodian el cine de ciencia ficción de décadas pasadas donde veíamos a doctores locos experimentando con la vida y jugando a hacer el trabajo de Dios.

La cinta desarrolla una payasada tras otra, pero lo bueno es que muchas de esas bufonadas son verdaderamente desternillantes y efectivas a la hora de provocar la carcajada del espectador. Es la típica comedia trastornada que se beneficia del carisma histriónico de un Steve Martin en todo su esplendor y de la escultural belleza física de Kathleen Turner quien otorga a la cinta una cuota de perversidad y sensualidad para estimular a la platea.

Steve Martin interpreta a un pedante neurocirujano que desarrolla técnicas innovadoras en sus operaciones. Pero todo comienza a complicársele cuando se enamora perdidamente de una bellísima mujer que sólo quiere “exprimir” económicamente a sus maridos (Kathleen Turner). Las alternativas se enredan aún peor en el momento en que el médico se enamora de un cerebro de mujer que yace en etapa de experimentación en el laboratorio de un colega suyo.

Así la cinta nos va mostrando en clave de comedia negra trastocada y con bastantes secuencias subidas de tono muchas experimentaciones médicas, asesinatos que buscan traficar cerebros de las víctimas, científicos locos, trasplantes de cerebros, amores interesados, triángulos amorosos e infidelidades, y bastantes enredos en donde los problemas matrimoniales y los ensayos científicos se conjugan de una manera rocambolesca y disparatada.

En fin, se la disfruta aún en su cutrez y su absurdo argumental, pues se pasa un rato ameno junto a situaciones desternillantes y alocadas. Una pena que el final no esté mejor elaborado, se lo nota un tanto improvisado en comparación con el resto de los gags.
Pasatiempos Digitales
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5 de septiembre de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Original, atrevida, surrealista, absurda, divertidísima.
El humor absurdo no está hecho para cerebros mediocres. El absurdo es el éxtasis de la comedia. Se rompen las normas a través de un ingenio al que pocos tienen acceso. No comprender este tipo de humor lleva al espectador a despreciarlo.
Además el film no se queda en el humor. Hay una crítica feroz a la superficialidad. Nos enamoramos de un cerebro por mucho que deseemos un cuerpo.
A Steve Martin se le puede tachar de histrión pero su sentido de la comedia es innegable. Kathleen Turner está fabulosa y se entrega sin reparos a este loco humor.
Los secundarios son igualmente divertidos, como el mayordomo.
Gags visuales, verbales, de escenografía, de vestuario...
Si te gustó Aterriza como puedas disfrutarás con esta. Y, si no, es que te falta sentido del humor.
groucho desmond
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15 de septiembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque se trate de una comedia disparatada y descerebrada, nunca mejor dicho, me he echado unas risas con la comicidad de Steve Martin. Me cae bien porque me hace reír y eso es algo que valoro mucho. Honestamente la película es mala pero Steve y la sensualidad de Kathleen Turner, que parodia el personaje con el que se dio a conocer en Fuego en el cuerpo, la salvan de la mediocridad absoluta. Además hay otros secundarios de peso como David Warner o James Cromwell y la breve aparición de un jovencísimo Jeffrey Combs que aportan atractivo al conjunto. Tiene algunos buenos golpes de humor que merecen la pena. No me ha decepcionado y eso que me esperaba algo bastante peor teniendo en cuenta que en su día pasó bastante desapercibida.
Harold Angel
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26 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
207/19(25/07/23) Irregular comedia hecha a mayor gloria del talento humorístico de Steve Martin y la de la femme fatale Katheleen Turner, por entonces una sex symbol fulgente. Steve Martin se erigió en exitoso comediante en el cine por los films The Jerk (1981) y Dead Men Don't Wear Plaid (1982), ambos dirigidos por el veterano ya entonces comediante (actor, director, guionista) Carl Reiner, que había formado dueto para las gracietas con Mel Brooks, de ahí el humor que sobresale aquí tan similar al estilo Brooks de su film “El jovencito Frankenstein”, aunque sin llegar al disparate bizarro de cintas como “Sillas de montar calientes” o “La loca historia del mundo”. Aquí Martin y Reiner formaron equipo por tercera y última vez, los dos guionizando junto a George Gipe (“Cliente muerto no paga”), para ese estilo Brooks de parodiar a tropel la cultura popular, siendo epítome films famosos, en este caso el epicentro s el sub género de terror de Mad Doctors, o sea Científicos Locos que juegan a ser dioses, aderezado con dosis de sátiras de films como la hitchcockiana “Rebeca”, también de un clásico serie b como “El cerebro de Donovan” (1953). Una comedia con ribetes de humor absurdo, hablándonos en el fondo de algo tan profundo como es el amor puro, el amor platónico a una mente, donde el físico no solo no es importante, si no que en este caso no existe, muchas veces buscamos en la superficie la beldad, cuando lo que debería importar es el interior, en realidad algo tan manido en la historia del cine y la literatura que esta es una más, aunque su desarrollo resulta por momentos incisivo, en este sentido podría decirse que es una especie de borrador del mucho mejor film “Her” (2013).

Ello primando por supuesto el humor, aunque desequilibrado, con muchos michelines a liposuccionar en modo de tropel de gags poco ingeniosos, sobre todo con el filtro de haber pasado 40 años desde su estreno. Mezcla diferentes tipos de ,modos para hacernos reír, desde el tontuna de jugar con los nombres, como es el caso del protagonista, llamado Hfuhruhurr (también se buscan risas con el nombre Dr. Necessiter), supongo para hacer gracietas sobre los apellidos centroeuropeos, este running-gag se extiende demasiado de modo cansino, juega con el slapstick, el humor sexual (esa chupada de dedo, ese sombrero con singular perchero, esa lengua de perfil sobre una radiografía,…), el absurdo (la esposa muerta dando señales, el jefe del prota con los dedos pegados en la barbilla, esas paredes y puertas cartón piedra en el hogar del Dr. Necessiter; esos labios que ponen el prota en el tarro del cerebro; o uno de los más ingeniosos cuando un policía austriaco habla con el Doctor y vemos subtítulos, y como el médico habla inglés comenta a su compañero que como él también habla ese idioma puede quitar los subtítulos [seguramente Mike Meyers se inspiró en este gag para otro similar más alargado en una de su partes de la trilogía Austin Powers), el humor negro (haciendo coñas con accidentes de tráfico, intentos de suicidio [ingenioso el gag del Doctor mojándose las palmas de las manos para que sirvan como ventosa en la pared] o asesinatos), chanzas de índole cultura pop (como es la aparición del afamado presentador en USA [aquí desconocido] Merv Griffin), el de situación (poco gracioso el del ascensor que se para a medias del piso; el de la prueba de alcoholemia; o el de la ‘cita’ en el hotel de la pin-up meretriz con voz de pito Randy Brooks), todo un reguero de gags desiguales, pero con algunos que te sacan algo más que una mueca de sonrisa.

El Dr. Hfuhruhurr (Steve Martin) es un pedante neurocirujano (muy divertida la entrevista donde se nota ‘humilde’ el doctor), desarrolla técnicas innovadoras en sus operaciones. Pero todo comienza a complicársele cuando se enamora perdidamente de una bellísima mujer, Dolores (Kathleen Turner) que sólo quiere “exprimir” económicamente a sus maridos. Las alternativas se enredan aún peor en el momento en que el médico se enamora de un cerebro de mujer (voz no acreditada de Sissy Spacek) que yace en etapa de experimentación en el laboratorio de un colega suyo, el vienés Dr. Necessiter (David Warner).

Entre los secundarios destaca para mal el desaprovechamiento del gran David Warner para un rol con potencial que queda desdibujado y sin casi peso alguno. Incluso el que hace de su criado, al que da vida Paul Benedict, tiene más enjundia, con esa pose flemática ante el comportamiento disfuncional del Dr. Hfuhruhurr; Como curiosidad aparece en un rol pequeño James Cromwell, en uno de sus primeros papeles en cine. Luego será uno de los grandes secundarios que hacen brillar cualquier producción sea de cine o tv, apareciendo en films como Babe (1995), LA Confidential (1997), The Green Mile (1999), The Queen (2006), o The Artist (2011). También en series como Angels in America (2003), Six Feet Under (2003-2005), American Horror Story: Asylum (2012-2013), Boardwalk Empire (2012-2013), The Young Pope (2016), Succesión (2018–2023) o Contraparte (2018–2019). Ganó el premio Primetime Emmy como Mejor Actor de Reparto en una Serie Limitada o Película por su papel en American Horror Story: Asylum (2012).

La cinta desemboca en un final poco satisfactorio, harto mejorable, pero sin ser hiriente, aunque si es profético (spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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