En la red de mi canción

Antes de nada quiero apuntar que las peliculas de Mariano Ozores todas pecan de los mismo, son burdas, tópicas, repetitivas, infumables y sobre todo sin pizca de gracia (aunque sea lo que pretenden) pero dicho esto, y por eso escribo , no me parece de recibo que las dos críticas que aquí hay se ceben en Andrés Dobarro, que evidentemente no era un actor profesional y era y fué esta su única pelicula, y no (por ejemplo) en Antonio Ozores que con sus patéticos gags y sobreactuaciones es el actor mas vomitivo que he visto. En cuanto a las canciones (de autoría de Andrés) solo decir que tres de las que salen en esta película fueron nº 1 en las listas españolas con doble mérito por ser cantadas en gallego. Esta película la veo mas como un videoclip con la fachada de Compostela de fondo o como documento de una época mas que otra cosa y si le doy un seis es precisamente por eso y por Andrés Dobarro.

Durante toda su carrera Concha Velasco tuvo de partenaire a varios actores de renombre (Alfredo Landa, Tony Leblanc o Manolo Escobar), pero en esta ocasión su acompañante era un auténtico desconocido. Se trataba de un cantante que debutaba en esto del cine y como era costumbre en aquella época, se le dió una película para lanzarlo al estrellato.
El film está lleno de tópicos y de muchos momentos sin gracia alguna, y es que la Velasco va a remolque de un protagonista sin ningún tipo de gancho.
Si no fuera por los secundarios de aquella época, este desaguisado aún podría ser peor: Alfredo Mayo, Cassen, Rafaela Aparicio o Florinda Chico ayudan a mantener a flote este film sin ningún tipo de aliento y que llega a desesperar por la inoperancia de su protagonista.

Hace pocos días ví esta película en televisión, emitida por cierto canal de pago muy conocido y en el típico horario durante el cual las audiencias suelen estar en cifras mínimas o al menos eso es lo que se puede suponer.

Me resulta algo extraño que en esta web dedicada al cine no haya encontrado ninguna crítica sobre esta película. La verdad es que tampoco parece que merezca la pena sacarla del olvido en el que cayó desde hace ya mucho tiempo. Solo quiero comentar que no puedo dejar de sentir cierta sorpresa por ver a un tal Andrés Lapique do Barro del año 1971, protagonizando una película muy mala que solo sobrevivió argumentalmente, tal vez gracias a la intervención de actores como Concha Velasco y Antonio Ozores y otros secundarios muy habituales en las comedias de Mariano Ozores quien se encargó de sacar adelante este bodrio de la mejor manera que al parecer le fué posible. Porque el tal Andrés Do Barro, la verdad sea dicha, nunca fué ni un gran cantante o compositor ni tampoco un actor de cine medianamente catalogable. De hecho, en esta película todas sus frases estaban habladas por dobladores profesionales.

Muy probablemente y por culpa de todo esto, su carrera artística fué muy efímera y tras un muy largo tiempo de permanecer casi en el total olvido hasta que en el año 1989, creo, falleció víctima de una enfermedad terminal y parece ser que estaba en una situación económica muy triste y lamentable cuando aún tenía mucha vida por delante.

Pero no deja de ser un hecho curioso que ciertas cadenas privadas de TV nos traigan a la memoria estas películas que aunque sean unos bodrios, nos traen recuerdos muy directos de épocas ya vividas anteriormente y siempre habrá algún que otro nostálgico a quien no le disguste nada volver a ver este tipo de historias.