Infiesto

1 punto por el entorno, lo mejor de la película, mi querida Asturias.
1 punto por la ambientación, los parajes naturales, la cuenca minera.
1 punto por el realismo, llueve lo que llueve en Asturias, de día y de noche, en invierno y en primavera, no como las películas en Londres con un sol radiante. Además, la atmósfera agobiante le viene muy bien a la trama.
1 punto por el reflejo de la pandemia y el inicio del confinamiento, visto ahora, que ignorantes éramos y como nos engañaron.
1 punto por la aportación de actores asturianos y su manera de hablar, especialmente el cameo de Alberto Rodríguez, la cara más conocida de la TPA, la televisión de Asturias.

Y hasta aquí la suma.

-1 punto por la actriz principal, ni interpreta ni vocaliza ni es creíble.
-1 punto por una historia repetida muchas veces que no aporta nada nuevo.
-1 punto por los agujeros de guión, como queso roquefort, o queso cabrales ya que estamos.
-1 punto por esos tiroteos absurdos, nada creíbles y mal rodados.
-1 punto sobretodo por ese final cutre y predecible.

Una película para olvidar y de la que solo se salva algún actor secundario.

Alguien tuvo la genial idea de fusilar las buenas películas españolas de los últimos años enmarcadas en el cine negro, sustituir los actores, repetir las lluvias de la Galicia rural de una época, y... ¡ya tenemos película!

Resulta heroico llegar hasta el final. Aburre tanto la trama, que a mitad de la película, al espectador le da igual quien sea el malo, el asesino o el cuñado de la hermana del protagonista. Lo importante es que aparezca y acabe el tostón de película y dar paso a cualquier otra cosa más interesante.

No perder el tiempo es lo más recomendable.

Todo en Infiesto es excelente. Menos la historia. El trabajo de producción y de dirección, los actores, la fotografía... Quizá la banda sonora resulte algo tímida. Pero desde luego el gran fallo de esta película es de entrada una historia excesivamente poco original. ¿Cómo es posible no darse cuenta de esto si es con lo primero que se empieza a trabajar? En España no tendríamos porqué tener la necesidad de producir un cine que cumpla a rajatabla los encorsetados renglones del género thriller.

Infiesto demuestra que el cine español hace lo mismo o mejor que una productora norteamericana con un presupuesto muy inferior. Y si lo comparamos con el cine policíaco nórdico o el alemán, también salimos ganando. Salvo algunas excepciones, el acabado "telefilm" ha terminado por ser una constante en el cine policíaco europeo. Esto no es un problema en Infiesto.

Son los escritores y guionistas los que deberían encontrar una forma más personal y libre de producir historias. Ser más trangresores, más "cabrones" si se quiere, ya que cualquier ida de olla que se pueda concebir, tendría un trabajo técnico y artístico detrás que garantizaría un cine de género más innovador e interesante.

En Infiesto hay personajes, momentos y detalles que pedían una historia mucho más turbia.

Un poli duro durísimo y conflictivo hasta las trancas. Una compañera muy mona que piensa que está por encima de la ley. El marco del confinamiento (estaba tardando ya) y Asturias. Todo ello mezclado y revuelto con unos paisajes sombríos, mucha agua y humedad y poca luz.
Alguien debería decir a los directores que el rollo de poli duro no funciona en España. Por el contrario la ambientación siempre ha sido uno de los puntos fuertes.
El policía muy sobreactuado, queriendo llegar a la altura de los grandes de Hollywood pero no llega. Su compañera máximo exponente del "yolovalguismo", deseando demostrar lo que sea no están a la altura. Los personajes secundarios sin duda es de lo mejor de la película. Luis Zahera soberbio en su papel de macarra como suele ser habitual.
Como en toda película española que se precie, hay que visualizarla con subtítulos ya que la pasión de los actores españoles por no vocalizar aquí se hace patente. ¿Porqué en las películas policíacas españolas solamente se rueda por la noche? es el mayor misterio de la película

Infiesto existe, pero no está en la cuenca minera, ni tiene minas. Es un pueblo de un municipio precioso, Piloña. Eso vaya por delante. A partir de ahí, todo mal.

Los actores, casi ninguno es de Asturias y la forma de hablar no resulta natural, al menos para mi, que si lo soy. ¿Qué pinta Luis Zahera, que me encanta, en la cuenca minera, con ese acentazo gallego que tira para atrás?

El inicio de la película es muy tonto. Cuando una chica desaparece se supone que es cuando empiezas a investigar, no se empiezas a investigar cuando aparece la víctima. Pensar esto mientras lo estas viendo ya te saca de la pelicula totalmente.

La trama es tópica, la actuación es MALA, las reacciones de los personajes, inverosímiles. ¿En serio unos policías con experiencia echan la primera papilla por ver un esqueleto reseco?

La ambientación es buena, aprovecha la desolación de la otrora laboriosa cuenca minera, está bien hecho, pero no es suficiente para que yo entre en la película.
La acción no me ha gustado, todo el procedimiento policial resulta impostado y los tiroteos, mal hechos.
No me importan nada los personajes. Si la protagonista sufre por su pareja, enferma, no me lo transmite. Y lo mismo me pasa con la historia del protagonista y su madre. La peli te presenta la situación tan friamente que ni fu ni fa.
El desenlace de una trama, ya de por si, cogida con alfileres es muy malo y el final, lo es aún mas. El problema es que no me creo nada de lo que me cuentan.