Gisaku

Leyendo las anteriores críticas me he visto en la obligación de intervenir. "Gisaku" no puede verse de la misma manera que cuando se va al cine a ver la última cinta de Disney, más que nada porque inicialmente no fue concebida para que la vieras tu o yo, sino para que la vieran los japoneses. "Gisaku" se fraguó a partir de un concurso abierto por la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI), con el objetivo de acercar la cultura y realidad española a la sociedad japonesa durante la Exposición Universal de Aichi en 2005.

El SEEI propuso un concurso de ideas para llevar una producción ANIME a la Exposición Aichi de Tokio en 2005 para que fuera una parte incluida dentro de la propuesta cultural del pabellón español. Y Filmax ganó.

Lógicamente cuando le enseñas tu casa al de fuera intentas tenerla ordenadita y enseñas lo bonito, no lo sucio que eres.

La producción se llevó a cabo en tan solo 20 meses por requisitos de plazos, que, para los que entiendan un poquito y sepan el tiempo que llevó hacer "Steamboy" de Otomo o "El Castillo Ambulante" de Mizayaki, comprenderán que no se puede comparar con lo mejor de la animación, y ni mucho menos del anime. Sobretodo porque estamos ante un experimento, el primer anime europeo de la historia. Casi un hito.

Resta saber, que podrían haber llegado a hacer con tiempo, presupuesto y libertad de guión. Ojalá algún día lo sepamos aunque con ese apoyo generalizado lo dudo.

Lo que aquí tenemos es una peliculilla creada con fines pormocionales pensada para presentarse en Japón.

Y claro: NO FUNCIONA para nada. Intenta ser una anime, pero no es japonés (y SE NOOOOTA...), la trama está repleta de momentos publirreportajeros altamente sonrojantes (entre los lugares icónicos que se visitan, las catas y las bondades que se venden de la piel de toro no gana uno para sustos), además de que la animación no es nada del otro jueves.

Un invento que salió gafado. SUSPENSO MERECIDO.

Esto es lo que sentí cuando por casualidad se cruzó este engendro en mi camino. Lo más gracioso es que tenía curiosidad por ver el experimento. Y es que esta película está desarrollada para intentar vender el producto patrio a los japoneses, de forma absolutamente ridícula y lamentable. Y es que nos encontramos con un spot turístico disfrazado de película de animación con una historia no apta para críos que tengan la suficiente edad como para hacer uso de la razón (pre-adolescentes en adelante, absteneros). Lo más irrisorio del film es precisamente lo que más se han esforzado (lo único) y es el mensaje publicitario de que España es “cool” (creo que no se han dejado ni una ciudad o monumento por visitar).

No se que pensarán los nipones de España después de ver esta propaganda hispana pero de lo que estoy seguro es que nuestra reputación ha bajado varios puntos al descubrir esta pobre imitación de OVA japonesa.

Bien, de esta película cabe decir que los fondos no están nada mal. Y bueno, algo más. Ah, sí, el lince ese no me cae del todo mal, creo, al menos insulta a los otros personajes.

Por lo demás, la película resulta simplemente cómica. Me habían advertido de que se utilizaba cualquier excusa para hablar de lo chupiguayísima que es España y lo felices que somos todos los españoles. Lo que no me habían dicho es que, de hecho, no se buscan oportunidades para mencionar eso, sino que el guión entero consiste en forzar las situaciones para que nos peguen un discurso de lo bonito que es todo lo que tenemos. Les perdono, sin embargo, un plano panorámico de Valencia donde se ve La Ciudad de las Artes y las Ciencias y, un poco más allá, un paisaje de grúas y construcciones. Eh, los dibujantes tuvieron algo de picardía en ese momento, parece, porque por lo demás la famosa picaresca española no es que haga mucho acto de presencia. Y es que no podía dejar de sonreir cada vez que, tontamente, añadía líneas de diálogo con mi imaginación, extendiendo las frases de los personajes o cambiando algunas palabras, que es el tipo de cosa que uno hace cuando la película es tan aburrida. ¡Mi versión es mucho mejor, y está llena de comentarios ocurrentes y críticas ácidas! ¿Alguien se anima a producirla? Solamente habría que cambiar el guión entero.

Por lo demás, el argumento es un topicazo al estilo "encuentren ustedes las piezas sagradas y esperen a que se abra un portal". Entre los personajes está el samurai completamente neutro, el típico protagonista niño también neutro, la chica científica egocéntrica, el bichito simpático tipo Disney que acaba siendo Simba y un lince traumatizado porque lo antropomorfizaron y le robaron los órganos sexuales. Además, hay un demonio de juego de luchas de Capcom al final.

Eh, realmente es una película mala. Pues además, pretendía ser una especie de carta de invitación para que los japoneses visitasen España, una especie de intento de fusión cultural o algo así. Es cierto que hay ciertos puntillos anime horrorosos, como la horrible costumbre de cortar la pantalla y mostrar- con líneas cinéticas de fondo- las expresiones de los personajes presentes en la escena. Es un recurso narrativo propio de Oliver y Benji o Pokémon, pero hasta ahora ningún director de anime mínimamente serio lo ha utilizado en un largometraje. Por lo demás, la animación es bastante simplona, si bien de algo hecho en este país no esperaba mucho más, no tenemos precisamente los estudios de animación más excelentes del mundo, que es un detalle sobre España que la película repite constantemente. Spain is different.

¿Qué tal una segunda parte donde el samurai, el lince y Simba se pongan a pelear contra la especulación inmobiliaria, la LOGSE, los políticos ineptos, los estafadores... y salven España? Sería igual de poco realista, pero al menos veríamos ciertos deseos cumplidos en la ficción, lo cual siempre es agradable.

De acuerdo, es el primer anime europeo (aunque llamarlo anime ya es de por sí un fallo técnico, pero bueno).
De acuerdo, no está hecho para que lo vea yo sino para promocionar la cultura española a los japoneses, por una vía con la que están familiarizados.
De acuerdo, se hizo deprisa y con pocos medios porque no requería de más para cumplir sus objetivos de "vender".

De acuerdo. Ahora hablemos de cine. Hablemos de cómo un proyecto innovador naufraga por la incompetencia de sus creadores.

"Gisaku" tendrá unas intenciones, pero éstas no hacen a la película buena ni justifican sus muy numerosos fallos. Que no es un giro de guión gratuito ni alguna frase mal puesta, joder, que el argumento no tiene ningún sentido, los personajes van por el país como Pedro por su casa, ahora encontrándose esto y ahora lo otro. Que no pueden ser más sosos, más mal descritos, un lince antropomorfo llamado Linceto que ahora es malo y ahora es bueno, un crío que se une sin más al grupito y tiene nosequé conflicto interior debido a su cobardía (?) y así con todos, se van metiendo en la expedición sin saber cómo ni por qué.

El problema, como siempre, es del guión. Al margen de los numerosos lugares comunes que lo pueblan, la película no desarrolla nunca tan bien como plantea. Los personajes parecen descritos para el momento, nunca entiendo qué les mueve a hacer una cosa u otra, y esto al final es un lastre que hace que la historia, sencillamente, no me la crea.

Si se unen a esto las frases propagandísticas vergonzosamente insertadas con cualquier excusa, la película entera se convierte en un mal trago. Es decir, que el tutor de Riki pase dos o tres minutos alabando la gastronomía española así porque sí, que el malo sin venir a cuento esté en el Prado soltando aquello de "la pinacoteca más grande del mundo", lo de "¡Es el AVE!"... de verdad. ¿Han oído hablar el director y el guionista de la palabra "sutileza"? Que no es ya que metan la propaganda en la cara y ni se empeñen en disimularla, es que la forma de insertarla en el argumento es de auténtica risa. Siempre forzada, siempre. No sé cómo lo hacen.

En cuanto al apartado artístico, el diseño de personajes es muy pobre y genérico, en especial el de Linceto me parece horrendo, y la animación es flojita; por otro lado, los fondos están relativamente trabajados (claro, como hay que vender). No comento más, aunque es lo menos malo de la obra.

En fin. Mala es poco. Sin gancho, sin originalidad, y por momentos incluso sin una historia comprensible. Efectivamente, habría que ver hasta dónde llegaría con más tiempo y recursos. Y con otro guionista, también.