El marginal

Entretenidísima película con un ritmo vertiginoso y grandes dosis de acción. Curiosamente, se convierte en todo un ejemplo para el cine de acción contemporáneo que se pierde en argumentos inverosímiles y protagonistas salidos de un anuncio de Dior. Aquí no. Belmondo no puede ir peor vestido pero suelta unos sopapos absolutamente toscos y creíbles. A pesar de su edad (debía tener unos cincuenta años) corre que se las pela y, seguramente, no necesitó ningún doble para las escenas de acción.
Hay muchas cosas interesantes en esta película (no exenta de errores por supuesto) pero me voy a quedar con su sencillez. Sencillez en su guión, sencillez en sus diálogos, sencillez en la puesta en escena, sencillez en el manejo de la cámara... Y, curiosamente, con el espectador enganchado desde el primer fotograma. ¿A lo mejor no es tan sencilla aquella sencillez?

Seguramente esta era la mejor época de Belmondo, Buen estado de forma, buena experiencia para interpretar mejor que nunca y un rostro marcado por el paso del tiempo que le da seguridad, confianza y credibilidad a la hora de actuar. El Marginal es un buen film de cine de acción, típicamente francés, puñetazos, persecuciones y algunas historias oscuras y de difícil credibilidad, pero que le aportan ese misterio necesario en todo cine negro, hecho en color. recomendable si eres fan de Belmondo o del cine setentero de acción grabado en los 80's, y sin efectos especiales,

Uno de los grandes nombres de la historia del cine francés, que nos dejó este mismo año y cuya filmografía prácticamente llega al centenar de títulos. Para homenajear a un hombre de tan colosal envergadura no es mala idea escoger uno de los tantos policíacos, con el estilo y las características propias de una época, los gloriosos años ochenta, que otorgaba al protagonista unas virtudes que en "El marginal" están lejos de quedar camufladas. Ser policía en los años ochenta y enfrentarse al crimen es sinónimo de lo que hace Belmondo aquí, y como se trata de una película a la que he llegado de forma premeditada, no me cuesta nada sobrevalorarla.

Son quince minutos los que tarda en desplegar una brutalidad en las calles, una infalibilidad tan exagerada, que encuentro normal que en lugar de elogiarla haya quien se eche para atrás y no lo vea con buenos ojos. Belmondo reparte leches, esprinta veloz como nadie, con sus tejanos y su chupa de cuero, conduce mejor que nadie y hasta aborda una lancha motora subido en helicóptero. Hay que sumarle, claro, que liga más que nadie y se lleva al huerto a la mujer más hermosa, dispara sin fallar un tiro, es más listo que sus jefes, capaz de hacer justicia por sí mismo y en inteligencia nadie le supera. Y así, los malos no tienen nada que hacer, ni en Marsella, ni en París ni donde sea que se escondan, el comisario Belmondo es implacable.

Entretiene, divierte y te engancha si no tienes prejuicios. Y así le rindo homenaje a una de las caras más conocidas del cine francés. Gracias Jean-Paul, ya quisieran tantos hacer una mínima parte de lo que hiciste tú...

Gran Película Policial de Jean Paul Belmondo, muy bien hecha y muy bien contada, es la típica peli francesa de acción al uso que apetece ver en casi cualquier circunstancia, tiene lo que vemos en Ronin y Mission Impossible Fallout, escenas de acción hechas a la vieja usanza, muy artesanal, esto últimamente se está perdiendo, y es de agradecer que se vuelva a recuperar, además, vemos una Francia ochentera que no volverá jamás

Película muy típica de su epoca, en que el policia de turno, ante la supuesta inoperancia del estado, hace de su capa un sayo y con métodos dignos de Harry Callahan hace y deshace a su antojo, como si no tuviera ningún jefe ni nada que se le parezca, un tipo de cine que tenía su punto siempre que encontraras al actor adecuado y Belmondo con su chulería habitual le va como anillo al dedo, a pesar de sus múltiples fantasmadas la película distrae si no te la tomas muy en serio, por otra parte siempre es un placer al villano por excelencia de la serie B, al gran Henry Silva y no nos olvidemos de la bella Carlos Sotto Mayor ( quien lo diría con ese nombre) creo recordar que era la novia de Belmondo por esa época, o también un duro tipico del polar Tchéky Karyio , que le da un buen contrapunto a Belmondo.