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Terremoto

Acción. Drama Un temblor de tierra similar a los que con frecuencia sufre la ciudad de Los Ángeles fue la primera señal de alarma. Un joven sismólogo lo había pronosticado como preludio de un terremoto de gran intensidad. Horas después, cuando se produjo un segundo temblor, los técnicos ya no albergaron ninguna duda: la catástrofe era inminente. Hubo que avisar al Alcalde, pero éste no se atrevió a dar la orden de evacuación por temor a que el pánico ... [+]
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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
14 de agosto de 2006
30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Terremoto" es una película de catástrofes encabezada por grandes estrellas del cine de épocas pasadas y por algunas emergentes de la TV de la época. La intención es buena; los efectos especiales, muy logrados para ser 1974, e incluso cuenta con la banda sonora de un por entonces casi desconocido John Williams. Sin embaargo, esta cinta se vio eclipsada ese año por otra gran epopeya del género: "El coloso en llamas", de John Guillermin, con Paul Newman y Steve McQueen como rutilantes protagonistas, rodeados de un elenco de secundarios de lujo.
Y no sólo eso. Si observamos, ambas producciones siguen guiones paralelos en cuanto a plantear inicialmente las vidas de los personajes que después se verán sacudidas por la destrucción, del terremoto o del incendio, respectivamente. El punto que para mí marca la diferencia entre que la segunda sea entretenida y "Terremoto" simplemente interesante, es que esta última parece, en sus primeros 45 minutos - es decir, hasta que se produce el epicentro real del seísmo -, un auténtico serial americano melodramático. Además, Ava Gardner no es creíble como hija de Lorne Greene en la ficción, lo cual perjudica al film, pese a contar con el siempre efectivo y carismático Charlton Heston como principal héroe.
Luis Miguel
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7 de octubre de 2008
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta sobre catástrofes por desastres naturales, que comienza extrañamente como un drama de crisis matrimonial y sus derivados para luego sí convertirse en un filme adrenalítico repleto de acción.
Con inconfundible onda setentera desde el estilo de hacer cine, un gran reparto qeu cumple estrictamente las exigencias del guión, y algunos toques pícaros, el filme nos pasea por una historia que no sólo se dedica a desplegar vértigo y caos. Sino que por el contrario, hay todo un entrelazado de subtramas y un generoso desarrollo de personajes como para que el filme tenga en sus comienzos un sobrio y aplomado cariz, para luego sí proyectarse en una aventura de supervivencia con crisis sobre colapsos sísmicos llena de atractivo visual.
Desde la profundidad conceptual, la cinta sirve para demostrar cómo en situaciones límites salen a flote las bondades y miserias más hondas del ser humano. Así, en esa frenética lucha por sobrevivir, hay tiempo para gestos solidarios que demuestran el altruismo pero también para saqueos oportunistas que demuestran el egoísmo más perverso.
Pero el plato fuerte son sus efectos especiales destacados en los premios Oscars. Los mismos demuestran mucha inventiva y originalidad para dar vida al patatús sísmico y la consecuente amenaza de muerte. Aquí no se contaba con los avances de la digitalización, todo el trabajo técnico es muchísimo más artesanal (trucajes, movimiento de cámaras, maquetas, tomas panorámicas y logradas escenografías) pero igual de efectivo para otorgarle el contexto visual ideal para un filme que exige tensión y excite emocional.
Pasatiempos Digitales
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5 de diciembre de 2009
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
De veras.

Película de catástrofes de manual: tramas corales de escaso interés, catástrofe que se carga pradigmáticos lugares de Los Ángeles, set pieces de larga duración, BSO más o menos potente (John "Tiburón" Williams... ahí es nada), actores en decadencia o de moda en el momento, intento de drama humano...

Nada nuevo bajo el sol, caray. Esta es la clase de película cuyo estilo y estructura se está replicando actualmente únicamente variando los efectos especiales.

Lo mejor: Efectos de maquetas que han envejecido muy bien. Momentos de tráiler numerosos.

Lo peor: Lo que sigue al terremoto es anticlimático. Y lo de Ava Gardner diciendeo ser hija de Lorne Green es surreal.

Lo más simpático: Walter Matthau haciendo de borrachín que no se entera de nada.
metabaron
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25 de febrero de 2014
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puedo decir sin complejos que este "Terremoto" me lo ha hecho pasar en grande y que viniendo esta afirmación de un juicio personal totalmente subjetivo, entiendo que los que la miran con ojos más exigentes, consideren que es floja y prescindible. Mi objetividad me dice que Ava Gardner es un lastre inconcebible y que su presencia ridícula sólo se entiende por ser lo que fue (y ya no era seguramente en esos años setenta), mientras que el protagonismo de Heston, en lugar de repelerme, me ha mantenido indiferente, lo cual queda dicho como algo positivo. El aspecto coral de "Terremoto" es imprescindible, los muchos personajes que pululan por la pantalla están trazados de forma irregular, pero eso poco importa en una película cuyo título trata de vender lo que vende: una vez desatada la catástrofe las palomitas son imprescindibles y adecuadas.

Me sorprende gratamente observar la calidad de los efectos especiales, hay que tener en cuenta que en esta época lo digital apenas existía y el uso de maquetas y de materiales de cartón piedra eran imprescindibles para mostrar la devastación de un movimiento sísmico como el que se produce delante nuestro. Hay destrucción y hay muerte, justo lo que esperaba, y con Heston de protagonista es evidente que nos lo vamos a encontrar en cada rincón salvando todas las vidas que pueda imaginarse. Puede que sobre, por ridículo e improbable, el psicótico personaje militar, pero en general "Terremoto" ofrece mucho entretenimiento y no soy capaz de valorar mal un largometraje que me da lo que espero. No es una obra maestra, eso es evidente, pero sus cuarenta años (a día de hoy) no la han hecho peor.
Luisito
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19 de agosto de 2016
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El revisar películas, sean de autor o comerciales, para mí siempre es gratificante. Posiblemente, en el caso de “Terremoto”, ya esté casi todo dicho. En su día tuvo una espectacular acogida de público aunque no de crítica, que miraba de mala manera todas las películas que pertenecían al género de catástrofes. Ese año, en Estados Unidos, la más taquillera fue su rival, “El coloso en llamas”, que para ser rodada tuvo que aunar a la Fox y a la Warner, seguida por las de Mel Brooks, ya que ese año fue su gran revelación, con “Sillas de montar calientes” y “El jovencito Frankenstein”, ocupando el cuarto puesto “Terremoto”, contentando a su productora, la Universal, que cuidó mucho los locales donde se estrenaba en todos los países. Incluso en Madrid fue la que inaguró el cine Cid Campeador, perfectamente equipado con el sonido Sensurround.
El verla décadas después de su estreno, me ha hecho descubrir que la visiono con mucho cariño. Y no es por mera nostalgia. Es sobre todo porque en la actualidad, esta clase de superproducciones ya no se ruedan, no se cuentan con grandes repartos y ni mucho menos con unos efectos especiales tan elaborados y costosos, que hoy serían resueltos digitalmente para no disparar su presupuesto, cosa que ya se hace hasta en cualquier telefilm, una vulgaridad, vamos.
El artífice de este proyecto fue el ambicioso productor ejecutivo Jennings Lang, el cual unido a los estudios Universal, creó por ejemplo desde las secuelas de “Aeropuerto”, a las primeras dirigidas por Eastwood como “Escalofrío en la noche” o “Infierno de cobardes”, la comercial “Montaña rusa” o el clásico de Wilder “Primera plana”. Por cierto, Victoria Principal en la escena que va al cine, vemos que en la sala proyectan “Infierno de cobardes”, haciéndose un homenaje el mismo Lang.
La dirección se confía a Mark Robson, que tras este film rueda la que sería su última película y quizás la más floja, “El tren de los espías”, que tendría que terminar Monte Hellman ya que falleció repentinamente. Robson ya venía de cultivar éxitos como “El premio”, dentro del género de intriga, o grandes melodramas como “Vidas borrascosas”, uno de sus mayores éxitos y que supuso una de sus nominaciones, además de conseguir que su protagonista Lana Turner al fin fuese nominada. El guión, polémico, porque aparte de firmarlo George Fox también aparecía nada más y nada menos que Mario Puzo, fue criticado por simple y tener diálogos casi imposibles. Hoy día no llamarían la atención, ya que cualquier producción la rebasaría con creces.
Su reparto, también fue criticado por el hecho de que Ava Gardner hiciera de hija de Lorne Greene, cuando se llevaban siete años de diferencia. Pero bueno, no era la primera vez que Hollywood hacía un reparto saltándose edades lógicas ni sería la última, hay otros casos que escandalizarían a cualquier cinéfilo que desconozca casos como los de las míticas “Con la muerte en los talones” o “”El graduado” por muy bien que sigan dando el “pego”. Ava aquí está estupenda, sobre todo cuando hace de borracha, muy divertida, acompañada por Charlton Heston, muy en su papel de héroe. Ya ambos coincidieron en “55 días en Pekín”, manteniendo una grata amistad. El resto cumple con dignidad, desde Richard Roundtree, célebre por las cintas de “Shaft”, Lloyd Nolan a Marjoe Gortner ejerciendo de desquiciado en uno de los papeles más amenos de ver. Mención especial merece la gran actriz Geneviève Bujold. Tras la demanda que le puso la Universal por romper su contrato al acabar “Ana de los mil días” ante el asedio que padeció por su productor y negarse a rodar “María reina de Escocia”, se enfrentó a un enorme problema al no poder rodar en América porque podía acabar ingresando en prisión. Fue Jennings Lang, que para zanjar el problema con la productora, le ofrece rodar “Terremoto” y así acabar con el problema. Ella acepta, incluso rueda también la curiosa “El corsario escarlata”, con Robert Shaw, cuya última película del actor fue también fue “El tren de los espías”, cosas del destino. Por cierto, penosa la versión en DVD editada en España de “El corsario escarlata” que no respeta su formato panorámico, empobreciendo su vistosidad y viéndose turbia. Cosa rara, ya que Universal cuida mucho sus ediciones, aunque no en este caso. Dicho sea de paso, incluso es interesante ver en el reparto, agradecido con Lang, a Walter Matthau, que acepta un cameo, apareciendo bajo el seudónimo de Walter Matuschanskayasky. No es que fuera su nombre real, realmente se trataba de un chiste. Y sin olvidar al inevitable George Kennedy, también asiduo en este género.
Su apartado técnico es de primera. Desde el eficiente John Williams a la música, aunque aquí no haya una canción significativa, costumbre que sí se mantiene en “La aventura del Poseidón” o en la citada “El coloso en llamas”, una notable fotografía, buen montaje o unos grandiosos efectos especiales, que ganaron el Oscar junto al sonido y que fueron sus dos Oscars, sonido, por cierto, que se inventó el sistema Sensurround, que fue toda una novedad en la época.
Se echa de menos que en su versión en DVD no hayan respetado su cartelera en la carátula, que era muy llamativa y que fue muy imitada.
Creo que “Terremoto” es junto a “La calle del delfín verde” y por supuesto la inolvidable “San Francisco” uno de los títulos donde los terremotos que aparecen están realmente bien realizados, incluso hoy día, por encima de muchas, que como decíamos antes, producciones digitales sin ningún encanto.
Maggie Smee
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