Acné

Viernes 12 de diciembre, 6:25 pm. Cinemex Plaza Insurgentes. ¡Vaya manera de retratar la pubertad! Hora y media colmada de escenas de nulos parlamentos, que explora el entorno de un chico entrado en los catorce a quien le preocupa experimentar no la parte sexual como era de suponerse, sino la aceptación e interacción con las mujeres y vivir la experiencia de un beso. Dadas las circunstancias en el hogar y la severidad de su problema dermatológico, dificultarán el deseo de Bregman orillándolo a la depresión, expresada con indiferencia, agresión, impulsos y aislamiento.

Esta pequeña descripción es suficiente para generar interés en el público, no obstante puede ser engañoso y llevarnos a un estado de somnolencia inminente, poca conexión muy a pesar de tratarse de una película hispana, el choque cultural tampoco se puede negar (la manera de hablar). Hay una tendencia de los nuevos cineastas por realizar cine con pocos parlamentos, escenografía elemental y tramas sencillas, que no conectan con el espectador y solo generan bostezos, ansiedad e inconformidad. El cine de autor puede ser opción para las masas, siempre y cuando la forma de hacer cine omitiera esta terrible concepción.

¡Como extraño las películas de Rodrigo Pla! Sí el uruguayo.

Estoy que no la puedo creer, siendo de habla hispana no he entendido ni la mitad de los textos que hay en la película, y mira que no son muchos, sino estaría para llorar el asunto.
La dicción de los mozalbetes es nula, y no creo que sea por que así lo requiera los personajes, ya que la mayoría de los chavos hablan con tal flojera no sé si por ordenes del director para reflejar una juventud desencantada o por que de plano ninguno sabe lo que es actuar. A fuerza de ser sinceros le voy más a lo segundo.
No es que sea mala la historia ni como es contada, pero todo es tan superficial que lo que pudo haber sido atractivo resulta un auténtico desparpajo que a duras penas entretiene.
Ni modo, otra más de las cintas que muestran un mundo generacional con los tintes ya clásicos de solemnidad y con más intenciones buenas que con fortuna.

Lástima. La historia de adolescentes en esa edad por la que todos hemos pasado que nos cuenta Acné sirve primero para eso, para ver si de algún modo nos sentimos identificados por si hemos vivido experiencias parecidas. Y sí, algunas hay, y el que lo niegue, miente. Pero otra cosa es que Federico Veiroj lo logre. Logre que llegue a interesar algunas de las situaciones en las que el chico protagonista "aprende" por su cuenta. Mucha vaguedad y tiempo muerto. Por qué ese empeño en trascendentalizar los hechos, de elevarlos a la categoría de gafapasta adolescente.

Y el protagonista, que en teoría debería ser el que me canalizara a través de sus aventuras, acaba por serme un poco repelente y pesadito. Como en muchos momentos me lo produce la película. Llega a ser un poco tediosa, premiosa y aburrida.

Filmada casi con aburrimiento, Acné intenta hacernos saber que una familia está fragmentada, su protagonista perdido en la adolescencia y ciertos valores de otrora, definitivamente caducados. El problema es que Veiroj ha pintado todo de forma tan casera que asusta, como si mostrar las cartas al desnudo le otorgaran a los tonos de la peli un matiz de hermético intimismo, un profundo mensaje de fondo que en realidad hace la plancha en la superficie.

Busca la clave existencial sin alejarse de lo mundano, y se queda en lo mundano por no atreverse a lanzarse de cabeza al plano netamente existencial: es una peli filmada a medias, considerando erróneamente que eso le añade contemplación y filosofía. Es tal el aburrimiento que transmite el personaje que resulta difícil meterse en el contexto. No sé si puede denominarse como una obra inverosímil, pero de tan cotidiana termina por restarse a sí misma toda búsqueda estética, toda deformación manipulada en pro de una realidad que puede ser la de muchos adolescentes, pero que de seguro no les aportará nada una vez que hayan visto lo insípidos y abúlicos que pueden ser.

Aunque tengas todo el tiempo del mundo no veas este film. Lento, sin ninguna historia, malos actores y nada que mereza la pena.

Lo gracioso es que la película empieza de forma interesante, un niño con problemas de acne que tiene ganas de experimentar su sexualidad.

De verdad, el cine uruguayo me decepciona una vez mas.