The Assent

Ignoro si existieron películas de posesiones y exorcismos antes de The Exorcist en 1973, porque la de William Friedkin resulta tan perfecta que casi es canónica y, desde entonces, pocas son las películas que consiguen su propio camino o, por lo menos, alejarse de la sombra de Regan, el Padre Karras y el tema de Mike Oldfield. Veamos queé nos propone Pearry Reginald Teo con The Assent.

En la America Rural y deprimida, Joel sobrevive como puede a su esquizofrenia ya que la muerte de su mujer le ha dejado al cargo de su hijo Mason, quien empieza a mostrar extraños síntomas. El Padre Lambert, al salir de la cárcel tras un exorcismo que terminó de forma trágica, busca señales de una nueva posesión. El camino de Joel y el padre Lambert se cruzará y las consecuencias serán terribles.

Aunque no la considero más allá de entretenida, la opera prima del director de fotografía Janusz Kaminski, Lost Souls, tenía un punto de partida lleno de posibilidades: cómo era la vida de los poseídos tras sobrevivir a un exorcismo. Digamos que Pearry Reginald Teo, nacido en Singapur y con unas cuantas películas a sus espaldas, busca un elemento parecido pero alterando la ecuación: ¿Cómo son los últimos días de un poseído hasta que el demonio se manifiesta en su interior? ¿Cómo localiza un cura a un poseído?
El punto de partida de The Assent resulta interesante al plantear con rapidez a los “contrincantes”, Robert Kazinski como Joel y el veterano Peter Jason en el papel del padre Lambert; Pearry pone en el tablero ambos personajes pero falla al plantear las preguntas esenciales: ¿El mal que aflige a Mason es la esquizofrenia heredada de Joel u otra cosa, el Padre Lambert es un manipulador o tiene razón en su cruzada?

Lo que debería haber sido una exploración de los dos polos de un hecho sobrenatural, no termina de convencer debido a que Pearry está más preocupado por generar atmosferas que en hacer avanzar la historia o desarrollar a sus personajes. Joel es un pobre tipo – tan pobre y anodino que uno se pregunta cómo ha llegado a tener pareja e hijo – mientras el Padre Lambert es el luchador implacable – así, sin los grises que necesitaría su personaje – y una vez se reúnen la historia gana en tensión aunque pierde en originalidad.

Y luego está el tema de la trampa oculta en The Assent, que Pearry intenta hacer que no veamos, pero el espectador avezado la descubrirá en cierto momento y, por eso, no le pillará por sorpresa cuando llegue el giro final.

A nivel técnico The Assent es más que competente, con la fotografía de Jonathan Hall y la música de Frederick Wiedmann que prueba otros caminos más allá de las películas animadas de DC. Las interpretaciones, al margen de Robert Kazinski y Peter Jason, cumplen de sobra aunque da pena ver en qué ha quedado la otrora niña prodigio Tatum O’ Neal. Atención al niño Caden Dragomer, espero que llegue lejos porque su  nombre y apellido me parecen maravillosos.

Como películas más interesantes respecto a este género me vienen a la cabeza la interesante The Taking of Deborah Logan de Adam Robitel y la injustamente olvidada The Posession of Michael King de David Jung, pero sería injusto no decir que The Assent apunta elementos interesantes para el mundo del exorcismo y, aunque solo sea por esto, deberías darle una oportunidad.

https://www.terrorweekend.com/2020/04/the-assent-review.html

Otra película de posesiones, con un niño quien vive en una casa en las afueras del pueblo junto a su padre, parecen ser características de una típica película de terror, y justo es lo que esta película parece en sus primeros minutos, pero por lo menos consigue despegarse un poco.

Joel (Robert Kazinsky) ha enviudado, está en una etapa depresiva por no encontrar un buen trabajo, por lo que se dedica además a la pintura y escultura, pero esa complicada situación lo pone en un momento crítico con el riesgo de perder la custodia de su hijo.

Pero todo se agrava porque Joel padece una especia de esquizofrenia que le hace ver figuras o presencias que le atemorizan, por lo que acude a terapia, pero la cosa se pone peor cuando percibe que su hijo parece también tener contacto con estas presencias que buscan poseer al pequeño.

Con todos los tópicos del subgénero de las películas de posesiones, el director lleva su relato con tumbos pero que de a poco se va consolidando, sin hacer de uso de grandes efectos especiales y buscando sobre todo generar una atmósfera con la ayuda de si algunos golpes de efecto.

Lo más interesante es que ‘El ascenso del diablo’, título que se explica recién al inicio del filme que significa la tercera etapa de una posesión que sucede cuando el demonio en cuestión se ha apoderado por completo del cuerpo poseído, tiene una historia y personajes que mal que bien, cuentan con un adecuado desarrollo y que afortunadamente trata de contar una historia mil veces vista de una manera un tanto diferente, lo que la vuelve un tanto impredecible.

Si bien la película no funciona siempre y no es del todo muy aterradora y las actuaciones no son todas competentes, pero el director consigue darle cierta cohesión al relato y la historia es lo suficientemente sólida, con un giro preciso que no se ve venir, que termina por ser una de las pocas películas de posesión o exorcismos con personalidad propia, que busca no imitar a referentes tan visibles como, por ejemplo, ‘El exorcista’.

https://tantocine.com/el-ascenso-del-diablo-de-pearry-reginald-teo/

Tiene un muy buen argumento que, en otras manos, quizá pudo convertirse en un clásico.

Sin embargo, la ejecución es bastante torpe. Primero, el guión, con peroratas que aportan poco a la trama. Luego la producción, con criaturas que no logran el cometido de dar miedo y que quizá se verían mejor en una película de ciencia ficción. Luego, la dirección, que hila todo lo anterior con poco suerte. La poco atmósfera que se llega a lograr se va desinflando poco a poco con sustos repentinos o "Jump Scares", que, en vez de mejorar la tensión, la rompen y se hacen chocantes, al grado que parece algo hecho por y para adolescentes.

Tiene sus puntos interesantes, pero ninguno de ellos lograr cuajar adecuadamente.

Un exorcismo que no aterra. Así de simple es la conclusión a la que se llega después de visionar está película.
Intento sacar algo más al film pero lo único que encuentro es una historia embarullada, con una fotografía pésima (cuando no utiliza el desenfoque para que nos sintamos como el protagonista, yo particularmente término más que arto de su efectismo) y unas interpretaciones deporables.
Vamos una película de la cual se puede pasar.

Lo de siempre: geniales ideas y planteamiento que se desinflan poco a poco hacia el final. Una pena porque pensé que podria ser de lo mejorcito en pelis de exorcismo pero la segunda mitad deja mucho que desear...Eso sí, el diseño de producción es genial.