La rebelde

Basado en el exitoso libro de J.P. Marquand, su trama nos cuenta cómo una mujer, Polly Fulton, hija única de un ricachón industrial, le es infiel a su prometido con un joven conferenciante e idealista. Un camino melodramático para Barbara Stanwyck, actriz en la cima en esos años y que, para preparar su personaje, se cortó el pelo dejándose una media melena donde resaltaban sus canas (aunque no tenía ni mucho menos la edad para ello, el asunto del pelo blanco le venía heredado).

Sin embargo al departamento de publicidad de la Metro no le pareció una buena idea que se identificase a su estrella de esta forma, y retocó su pelo en los carteles. El vestuario de Irene fue candidato al Oscar. El film volvía a reunir a Stanwyck con Charles Coburn, que también había interpretado a su padre en la comedia Las tres noches de Eva (1941). La película fue nominada para un Oscar por el vestuario en blanco y negro. Lo mejor de la misma es la más que buena interpretación de la Stanwick. La trama es bastante interesante y está decentemente guiada, aunque el final. Es final es para verlo. Un 6,5.