La vida de Calabacín

Ver la vida de Calabacín desde la mirada de una persona adulta es demoledor. El discurrir de esos 66 minutos de animación sublime, nos descubre nuestra peor cara como seres humanos y sobretodo como personas de referencia para nuestros niños.
La película es concisa y directa, sin perder la esencia de una película de animación, pero no para niños. Es una bofetada a todos aquellos adultos que abusan de la fragilidad de la infancia. Y para aquéllos que nunca nos paramos a pensar en el qué pasa después. Como dice uno de los personajes de la película, el adoptar a niños tan mayores es algo excepcional...
Hace reflexionar y deja poso. Una belleza.

'La vida de Calabacín' es la ópera prima de Claude Barras y está basada en la obra ‘Autobiographie d’une courgette’ del escritor francés Gilles Paris. La cinta nos presenta las infancias rotas de los pequeños que viven en el orfanato. Son inocencias interrumpidas abruptamente por los pecados y conductas desviadas de los adultos… que han machacado la infancia de los adorables niños protagonistas. Pequeños que ahora deben enfrentarse a una vida y a un entorno completamente diferente a la del resto de niños de su edad.

Ahora bien, no todo será drama en ‘La vida de Calabacín’, lógicamente también tendremos diversión provocada por las ocurrencias de los “locos bajitos”, y se ahondará más o menos en el perfil de cada niño para que podamos conocerlos y empatizar con todos ellos. Por otro lado, tampoco todos los adultos que salen en el film son monstruos ya que los que priman son la buena gente del orfanato preocupados por el bienestar y la felicidad de sus jovencitos. En este sentido, el orfanato de alguna manera sería la felicidad y los hogares rotos de los que proceden los niños serían el infierno.

Al respecto de la animación en stop-motion decir que, en su simplicidad (ojo al coche del inspector Raymond o al bus escolar), está muy lograda y consigue transmitir un amplio abanico de sensaciones, sobre todo a través de esos gigantescos ojos y caras de los personajes que les dotan de una innegable personalidad propia a cada uno.

En definitiva: 'La vida de Calabacín' es una auténtica y sentida joya sobre las infancias rotas, la amistad y la esperanza en encontrar un futuro mejor con la ayuda de las personas que en verdad te quieren. No es una película para niños, es una película para que los adultos aprendan a respetar y a querer a la infancia.

-Lo mejor: Los personajes, sobre todo los niños. Las duras temáticas del film tratadas con la suavidad de los dulces personajes animados en Stop Motion. El momento en la nieve. Es una película de gran sensibilidad que realmente te llega.

-Lo peor: Por decir algo, su animación en “stop-motion” resulta muy “sencilla” alejada de otros films mucho más espectaculares en ese mismo campo.

-Más en: www.cineycine.com

Deliciosa película de animación francesa, que trata emotivamente, con humor y fina sensibilidad, un tema bien serio.
No se escatiman diálogos serios y situaciones tristes, pero con el humor, la amistad, un infantil romanticismo y mucha humanidad, logra transmitir positivismo, alegría y felicidad.
Preciosa, muy divertida y emotiva (sin resultar en ningún momento sensiblera y empalagosa), deja un inmejorable sabor de boca. Sin duda ayuda a ello su corta duración, menos de setenta minutos.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2016/09/ma-vie-de-courgette-francia-2016.html

Una vez que ves esta película el hecho de que merezca una nominación a los Oscar queda bastante claro, así como que fuera nominada a los Globos de Oro. En primer lugar es una película realizada en stop motion, con lo que eso significa, todo sabemos de lo meritorio de esta técnica en una época, como la actual, donde mandan las herramientas digitales. Y además es de una gran calidad, parece asombroso poder apreciar incluso la textura de la ropa de los personajes, alucinante.

Por otro lado, aunque los personajes no siguen una imagen de realismo, no dejan de ser encantadores, con una estética divertida y colorida a la vez que resulta muy agradable de ver.

Además de la gran calidad artística, su fuerte es la temática. Atreverse con un tema así de duro, delicado, y comprometido; y presentarlo de una forma tan tierna, y divertida a la vez. Porque si, la película también tiene sus chistes, los protagonistas son niños claro. El caso es que lo han hecho maravillosamente y han obtenido un resultado maravilloso, sin tener que acudir a clichés, ni lágrimas fáciles, etc. Bravo

La belleza de sus creaciones es casi tanta como el tratamiento del tema de fondo. Situaciones agrias que buscan el lado menos oscuro, exquisito resultado para la difícil tarea en la que se encuentra. Los personajes son una selección de los daños de una sociedad enferma, pero tras los horrores y de forma natural e intuitiva la trama sale airosa, y con licencias poéticas veristas y creíbles gana fuerza la esperanza. Unas bellas imágenes que con la dificultad que acarrea la técnica busca una belleza que alcanza sin casi darnos cuenta. Un ritmo tranquilo que sin caer en lo fácil añade valor al resultado final. Historia que a pesar de simplificar las capas en un guión sencillo no deja de emocionar a grandes y pequeños.