Haz click aquí para copiar la URL

Guerreros del cielo y la tierra

Acción. Aventuras Ambientada en el feroz desierto del Gobi, la historia sigue a dos protagonistas, el teniente Li (Jiang Wen) y el emisario japonés Lai Xi (Nakai Kiichi), ambos guerreros de primera y maestros con la espada. Tras décadas al servicio del emperador chino, Lai Xi desea regresar a Japón, pero en lugar de eso, es enviado al oeste en busca de criminales. Su único pasaporte de vuelta a Japón es capturar y ejecutar al teniente Li, un soldado ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
24 de abril de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disiento totalmente de la crítica anterior. Más que aceptable película de aventuras ambientada en la Ruta de la Seda de la China Occidental. Muy variados paisajes (no solo hay desierto sino bosques y lagos muy bien fotografiados); el guión es claro y nada enrevesado, se trata de la persecución de un soldado de élite (desertor por negarse a cometer crímenes de guerra contra prisioneros civiles), por otro mercenario también magnífico espadachín; las escenas de acción muy bien coreografiadas, desde diferentes ángulos de cámara (se emplea hasta el cenital con solvencia); las interpretaciones correctas, incluso buenas, sin payasadas innecesarias ni falsas fanfarronadas, los dos protagonistas actúan con naturalidad como dos grandes guerreros y sabiendo que están en un film de aventuras y acción del nuevo cine épico chino. La banda sonora adecuada a las escenas de lucha. Y además hace varios guiños al Western de toda la vida, sin estridencias.
No llega a la calidad cinematográfica ni a los efectos costosos de "Hero" o "El Acantilado Rojo", pero se deja ver, pasa del aprobado como película china de aventuras y combate.
Nuestro colega crítico de arriba me parece que no ha visto la misma película que yo, sino otra de las chinas malas malas de los 70.
Garcilento
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de abril de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Tiempos de guerra y de héroes, de batallas y conquistas.
Allí quiere mandarnos el sr. He Ping, atravesando la legendaria Ruta de la Seda junto a dos guerreros para proteger un tesoro de valor incalculable de las imprevistas amenazas...

Observando los títulos que alimentaban el género histórico, de aventuras y fantasía al cine oriental durante los finales de los '90 y principios del 2.000, algunos de fama internacional como "A Man called Hero", "Musa", "Crouching Tiger, Hidden Dragon" o "Hero", uno pensaría que Ping quiso aprovecharse cuando decidió salir de su retiro de la dirección para ejercer de productor, que se extendía ya durante ocho años, y nada más lejos. Según dijo este proyecto llevaba tomando forma en su mente desde hacía dos décadas, pero nunca tuvo la oportunidad de desarrollarlo.
La fuente de origen está en la épica novela "Dà Táng xiyù Jì", donde el monje erudito Xuan Zang describía a modo de diario su histórico peregrinaje desde la antigua capital de China, Chang'an, atravesando los remotos territorios occidentales hasta llegar a la India y su regreso, pese a las prohibiciones de los altos mandos de la dinastía Tang de abandonar el país. Y esos territorios estaban dentro de la tradicional Ruta de la Seda, lugar en el cual el director sitúa su aventura, cuya larga, accidentada y costosa producción fue financiada por Columbia (ya que él era el presidente de la filial asiática de la compañía, establecida en Beijing...).

Lo primero que sobresale en "Tiandì Yingxióng", iniciada con una pequeña clase histórica sobre el periodo en el que se ubica la trama, de orígenes auténticos pero diluida en la fantasía, es la pretensión, efectivamente, de gran producción histórico-épica, en la mejor tradición del género. La narración la provee la entonces jovencita pero ya muy popular cantante y actriz Zhao Wei, haciéndonos suponer que su papel va a tener cierto peso aquí; ella sitúa a los dos protagonistas ante nosotros: el antiguo soldado y ahora fugitivo Li y el oficial de los Tang, Lai Qi.
Recurso algo pobre este "flashback" narrado tan tediosamente para comenzar, pero tenemos al gran actor y director Xiao-Jun Jiang y al japonés Kiichi Nakai enfrentados en la típica aventura de persecución, las localizaciones por las que pasa Ping y su equipo son bastante espectaculares y se profundiza en el carácter y pasado de los dos protagonistas. El guión no lo hace del todo mal...hasta que éstos se cruzan después de que una tormenta de arena digital (y mal hecha hasta decir basta) casi aniquile una caravana que se dirige a la capital portando una valiosa carga (e introduciendo de paso en ella al monje Xuan Zang, aquí encarnado por la actriz Zhou Yun).

Pero no es que sólo chirríe la forma de evolucionar estos eventos (la lucha entre Qi y Li, con los toques "wuxia", para acabar en tregua, no se sabe muy bien por qué; la inclusión del típico villano de estas películas (An) que a nadie le importa, que sólo ambiciona poder y cuya única función es molestar a los demás...), sino todo alrededor. Ping habló del gran esfuerzo de su equipo durante el rodaje, del empeño de los diferentes talentos aquí reunidos con el fin de lograr un producto de calidad para el género...pero tal vez vi otra película o los bostezos que iba acumulando mientras avanzaba el metraje me impidieron prestar atención a los detalles...porque yo no aprecié casi nada en pantalla.
Pese a los atractivos escenarios y ese supuesto "esfuerzo", el tono que despide "Tiandì Yingxióng" es de pura serie "B"; su diseño de producción, su (en apariencia) barato vestuario, su fotografía plana, carente de atractivo visual (y eso que detrás se halla el experto Zhao Fei), su factura televisiva de baja estofa, sus torpes efectos especiales. Jamás se diría que esto es una producción cinematográfica de Columbia, sino el piloto de una serie encargado a alguna compañía local; y ello repercute en los virajes del argumento, cargado de clichés y estereotipos (sobre todo el oficial obcecado en acabar con el renegado, pero vuelto su aliado por las circunstancias...).

Al igual que las aburridas secuencias de acción, cuanto más progresa el argumento menos sorprendente se revela, más innecesaria se hace la presencia de algunos personajes (si la del guerrero An (un sobreactuado y repelente Xue-Qi Wang) no tiene cabida más allá de fastidiar todo el rato, la de Wei es ya todo un enigma; básicamente está ahí para que admiremos su belleza y punto, porque casi no habla) y más desvaríos incoherentes se unen, siendo la cúspide de ello el descubrimiento del fantástico tesoro que porta el monje a poco menos de mitad de película. La primera señal de derrumbe.
Algo que debería permanecer oculto cual "macguffin" se expone como si tal cosa (y la vergüenza ajena que produce es indescriptible; equipo de efectos, revisen su trabajo, por favor). El desplome absoluto se da tras escapar los protagonistas de los asesinos de An y permanecer en el desierto a la espera de algo que nunca supe muy bien qué era; este tramo es un raro "impasse" en la historia que se hace eternísimo, sazonado de unos diálogos y actuaciones horrorosos. Es la calma que precede a la tormenta...sin embargo no está jalonada de impresionantes secuencias de combate, sino de escenas de acción mediocres y aburridas, planas, sin estilo, sin impacto, sin belleza. Una decepción.

Y para rematar un clímax que quiere ser épico y termina como una de las tonterías más ridículas y anticlimáticas que he visto en mucho tiempo, y que de hecho generó bastante disgusto en el público durante su estreno...pero Ping mantuvo, con un par de narices, que fue el público quien no comprendía su intención. Toma castaña.
Es más, defendió a hierro su obra contra los muchos detractores que tuvo e incluso luchó para que fuera admitida en competición por el Oscar a Mejor Película Extranjera. Esto nunca se materializó, claro, el fracaso de taquilla fue más que suficiente; su intención tal vez era buena, pero no el resultado.
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de noviembre de 2006
8 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lamentable recreación de la China medieval, con decorados de porexpam, vestuario conseguido en alguna subasta por cierre, e interpretaciones bajo mínimos. La historia es simplísima, pero una dirección nefasta la narra de tal manera que no hay cristiano que se aclare. Por momentos parece un remedo de western con miserable presupuesto: hay localizaciones idénticas al Monumental Valley, el desierto aparece en casi todos los planos, y las aldeas recuerdan de tal manera a los poblados mexicanos de esas producciones, que uno no deja de esperar en qué momento aparecerán John Wayne o Gary Cooper (incluso los protas deben defender un fuerte, en mitad del desierto, en aplastante inferioridad numérica... eso es El Alamo, joer...). Además, para colmo de la desverguenza, hay una especie de piedra milagrosa que provoca una algarabía de efectos infográficos, tan pobres de ejecución como fuera de lugar, que añaden una tonelada más de caspa al bochornoso resultado final.

Resumiendo: tan poco recomendable como hacer malabares con hojas de afeitar.
Kingo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow