La venganza del hombre invisible

También resulta original la vinculación vampírica del hombre invisible.

Al principio nos dicen que Griffin, el protagonista, se ha escapado del manicomio y ha matado a tres personas en el proceso. Está a la fuga y es perseguido por las autoridades. Bien, de eso nunca más se sabe nada. En su presencia pasan por delante abogados, policías y medio pueblo, pero nadie lo reconoce. Ni sus antiguos amigos que lo traicionaron parecen saber de su locura, y eso que la noticia fue publicada en el periódico.

Griffin visita a sus “amigos”, les pide la parte del dinero que le pertenece, y amenaza con hundirles la vida si se niegan. Acto seguido se toma una copa que le ofrecen los amenazados que, por cierto, aparte de robarle también lo intentaron matar en el pasado. La inteligencia no es su fuerte.

Por supuesto lo largan de allí. Entre escenas de relleno donde conoce a un borracho y demás mierdas, el tío al final termina, casualmente, llamando a la puerta de un científico que puede volver invisible a la gente. Así, de la nada. Absurdo.

Se vuelve invisible y regresa a la casa, no sin antes parar en un bar a hacer el gilipollas con los dardos en una escena que dura 10 minutos y nada tiene que ver con el resto de la historia. ¿¿??

Ahora sí, vuelve a la casa, y amenaza de nuevo al examigo, pero siendo invisible esta vez, por lo que ahora surte efecto. Acto seguido decide dejar de ser invisible de nuevo e irse a vivir con la gente que lo traicionó. ¿¿?? Eso no tiene ningún sentido. Por otro lado, ¿por qué en ese momento no lo asesinan? No es como si no lo hubiesen intentado ya en el pasado. No, todos son muy felices y aceptan la situación.

Surgen rumores de que un hombre invisible merodea por la zona y succiona la sangre de sus victimas (es la forma en la que mantiene su visibilidad). Los rumores surgen porque el científico loco de la zona que creaba hombres invisibles ha sido encontrado muerto y sin sangre, por lo que tiene sentido la conclusión. La conversación sobre el tema surge de forma casual sobre la mesa. Nuestro querido Griffin, en otro alarde más de superioridad intelectual, decide contar con todos los detalles como el posible hombre invisible necesita transfusiones de sangre constantes para mantener la visibilidad y de ahí el estado de los cadáveres. Una deducción que para nada levanta sospechas.

El tío con el que habla, que a nadie le importa quien es, le suelta: pero el problema entonces es que el hombre invisible no controlaría su visibilidad a placer, pues el efecto podría pasarse en cualquier momento. En ese mismo momento, no otro, ese mismo, Griffin empieza a volverse invisible. Jajajajjajajajajajjajajajajjajaa.

¿Y qué decide? Pues llevar a cabo una transfusión allí mismo en la puta casa repleta de gente, usando al tío ese y drenando su sangre en un momentito. Su mente criminal es de otro nivel. El nivel de la invisibilidad.

En ese momento, no otro, un montón de gente entra en la casa buscando al patán invisible, liderados por el perro del científico al que mató, en busca de venganza. Lo pillan in fraganti, el perro lo muerde y se muere. ¿¿??

Obra maestra de la imbecilidad.