Hermanas

La historia de "Hermanas" se inicia en 1984 en Austin, Texas, adonde llega Natalia(Ingrid Rubio), una periodista argentina radicada en España, para visitar a su hermana Elena
(Valeria Bertucelli). Han pasado ocho años sin verse, consecuencia de la Argentina
desgarrada de los años setenta. El reencuentro se produce en ese lugar neutro y ajeno,
acentuado con tomas fijas que describen la geometría impersonal del lugar.
Las dos hermanas tienen un exilio diferente: uno es por motivos económicos y el otro,
por razones políticas. El marido de Elena, la mayor, ha conseguido un buen trabajo y acaban de establecerse en EE.UU. con su hijo y sus sueños de familia perfecta. Natalia en cambio, no ha formado una familia. Ella debió vivir en España desde el '75, para no correr el mismo destino de su novio militante y desaparecido. El film comienza con la alegre expectativa por la visita de la hermana menor y, a medida que se produce el reencuentro, van apareciendo heridas no cerradas y muchas preguntas sin respuestas.
Natalia se empeña en hurgar en el baúl de los recuerdos familiares, quiere hablar del pasado, leer la última novela del padre, un reconocido escritor proscripto durante la última dictadura militar. Paralelamente, vemos que Elena tiene dificultades para recordar las circunstancias en torno des imágenes rescatadas por su hermana. También despierta sobresaltada de sucesivas pesadillas.
El paso de la alegría del reencuentro a la progresiva revelación de un conflicto común no resuelto en el pasado, va repercutiendo en el fuerte vínculo de estas dos mujeres que deberán enfrentarse al dolor de un tiempo no cerrado y sobre todo elaborarlo a la luz del presente.
"No es una película sobre desaparecidos ni golpes militares, sino sobre afectos", aclara la realizadora (Julia Solomonoff fue la asistente de Walter Salles en "Diarios de Motocicleta"). La película inclina su enfoque hacia el contacto humano y el vínculo entre seres que se quieren, pero ven el mundo de maneras diferentes. La puesta en escena es sobria y delicada, inmejorable marco al foco de intensidad que es básicamente emocional, centrado en lo que ocurre con estas dos hermanas y la irrupción de un pasado en el que se proyecta una responsabilidad no solamente individual sino colectiva.

No falta buena voluntad en el filme, pero en general me ha parecido manifiestamente mejorable. Solamente la buena interpretación de las chicas merece recordarse. Lo que se cuenta es excesivamente previsible, los personajes masculinos están difuminados, y se queda en ejercicio voluntarioso.

Aprobado. A lo largo de la película se percibe un interés explícito por labrar una historia visual y llena de matices, aunque esa predisposición se diluye en una historia tremendamente simple contada de una forma tremendamente dificultosa. En ocasiones, el cine hecho de forma compleja aparenta ser buen cine. Porque a través de un montaje desordenado fomenta la reflexión y los juegos argumentales. No es el caso de 'Hermanas'.

Interesante presentación y desarrollo de un drama antiguo, profundo y nunca bien enfrentado ni resuelto. Sutil posicionamiento de dos hermanas con vínculos comunes: familia, historia y cultura, pero separadas por la distancia, el tiempo e ideario político y, sobretodo, por secretos y silencios. Conflicto de sentimientos versus ideas. Perspicacia en la forma de tratar el encaje de argentinos en USA; el acoplamiento de alguien de izquierdas en un entorno aburguesado y vacío. Finura en las relaciones internas entre hermanas, tía-sobrino y cuñado-cuñada. Recomendable para personas sensibles.

Dos hermanas, dos historias paralelas, dos visiones de una misma realidad, una desaparición, una traición, un secreto, un reencuentro, unos cuantos desencuentros, y un final… bueno, más o menos esperable.

Respetable intento el que hace Solomonoff de abordar la dictadura argentina y el tema de las desapariciones desde una cierta distancia, con un afán encomiable de objetividad, sin aspavientos, con sencillez y honestidad.

Ingrid Rubio estupenda. El resto del reparto… ufffff, planito.

Problema? Que es tan objetiva, tan sencilla, tan honesta, tan ecuánime y tan planita que… no dice nada. Sin alma.