El traje

Interesante película que nos muestra el cambio que supone en la cotidaneidad de un joven inmigrante la adquisición fortuita de un traje que posiblemente no podía haber tenido, de no haberse cruzado con él la casualidad.Ésta misma es la que permite que en su camino se cruce un personajillo de esos que marcan a cualquiera, interpretado a la perfección por Manuel Morón. Si quereis ver un retrato atípico de la inmigración y los prejuicios que conlleva aquí tenéis un buen ejemplo.

Una pequeña película española bastante desconocida pero sólida y muy curiosa que cuena la relación casual que se establece entre un inmigrante africano (Roca) y un ratero de poca monta (Morón) en la Sevilla de principios del milenio.
"El traje" se acerca al problema de la inmigración desde un punto de vista tan comprometido y social como desinhibido y ligero, en un todo equilibrado que combina notablemente la picaresca con el acercamiento al problema no ya solo de la inmigración sino, por extensión, de la marginación social.

La vi hace poco por vez primera y me pareció muy estimable; una película a contracorriente y aparentemente nimia, pero muy atractiva; Manuel Morón está estupendo, como siempre, en el personaje de ese pícaro desgraciado que no tiene donde caerse muerto.

Alberto Rodriguez seguirá dándonos sorpresas, tras ésta y la estupenda "7 vírgenes".

La inmigración está camuflada bajo un estupendo traje, un traje que pese a las aparencias nunca será tratado con respeto y dignidad por muy buen traje que sea. Dentro de está situación indigna, nuestro personaje, se encuentra con un buscavidas (Manuel Morón), y ese encuentro hace que la película empiece a tener unas pinceladas de humor, con diálogos muy integrados con la sociedad y la situación que viven ambos.

En definitiva también es una buena muestra de como surgen las amistades y las enemistades.Vienen de sopetón y en cualquier momento pueden desaparecer.

Un merecido 6 para nuestra audaz, perspicaz y asombrosa película de Alberto Rodríguez.

No confiaba mucho en EL TRAJE pero a los pocos minutos empezó a atraparme y poco a poco me entregué a este traje que surte de entretenidos timos y trapicheos su metraje.

Me ha pasado con otras películas que les sobran algunos minutos, y no sé por qué se empeñan en duraciones determinadas, cuando con diez o quince menos se lograrían mejores resultados. El montaje está para limpiar, perfilar y pulir lo rodado... esa es su magia y su labor.

Un par de escenas casi calcadas de LUNA DE PAPEL