El justiciero de Kansas

Western de 1965 de producción rfa.
Correcto, sin ambages ni pretensiones.
Se sustenta básicamente en el protagonismo del siempre eficiente Stewart Granger.
Ligeros toques de comedia encarnados principalmente en el amigo del protagonista y su carácter, no muy heroico precisamente.
La trama no tiene gran complicación y se atisba un cierto acercamiento a lo que venían a ser los western Pro indios.
Recomendable para pasar un rato agradable y para visionar un western semidesconocido y solvente
Saludos
efelson

Cinta basada en una de las novelas del escritor decimonónico Karl May, uno de los autores alemanes más vendidos de todos los tiempos con más de doscientos millones de copias de sus historias repartidas por todo el mundo.
Al apache Winnetou (Brice) dedica una célebre trilogía en la que se basa la cinta. Se trata de un indio bueno y justo que hace su aparición en la literatura en 1875 junto a Old Firehand, aquí Old Surehand (Granger), con el que comparte los deseos de paz y de entendimiento.
Enfrente un grupo de malvados que pretenden sembrar la discordia entre blancos y apaches matando a para ello a varios inocentes.
Historia cien veces vista pero desarrollada sin alma, fría. Ni siquiera unos presuntos golpes cómicos le permiten levantar un poco el vuelo. Guion desangelado como la realización y la interpretación.
Y eso que empieza con el asalto a un tren que lanza al viento un penacho de humo negro que contrasta con la blancura de las rocas y de las piedras que constituye siempre el fondo del paisaje. Mueren los asaltantes a porrillo pero es igual, se marchan luego tantos o más de los que llegaron. Mechas de dinamita de varios metros de longitud que tardan tanto en explotar que permiten la llegada salvadora de Old Surehand que, casualmente, andaba vagando por allí.
Pésima ambientación, vestuario y caracterización. Con lo cuidadosos que son los alemanes para estas cosas y aquí los indios y los vaqueros parecen disfrazados con trajes de bazar "todo a cien".
No creemos que May estuviera muy satisfecho de la película que sus paisanos dedicaron a su personaje. Los alemanes son buenos para muchas cosas, pero no para las películas del Oeste.
Los westerns, como las moscas, donde hace calor.
Obra floja y aburrida que solo recomendamos a quienes deseen ver a un juvenil Terence Hill en el papel de Toby, un abogado lechuguino que nada tiene que ver con el famoso de Trinidad.