Batalla en Seattle

Esta es de esas películas de corte social, de correcta manufactura y que más allá de las ideologías de cada uno, pretende concienciar sobre algo que nos afecta a todos. En esta ocasión a través de los distintos puntos de vista de varios personajes, vemos cómo afecta el tema del comercio global en el mundo y los intereses que se mueven en torno a ello.

La película incluye abundante información previa para paliar el previsible desconocimiento del espectador sobre el tema, en algunos momentos puede resultar algo panfletaria, pero lo que está claro es que es una película que se puede denominar como útil. Como película en sí tiene ciertas similitudes con “Bloody Sunday”: preparación de la protesta, el intento de manifestación pacífica, el punto de vista de los manifestantes y la policía y cómo se va yendo todo de las manos progresivamente hasta llegar a la inevitable violencia. Aunque en esta “Batalla en Seattle” se introduce alguna historia y relaciones entre personajes como hilo argumental y sirve para dramatizar la película y que no quede todo excesivamente frío.

Este tipo de filmes son muy agradecidos para las actuaciones, aquí los actores no van con el piloto automático, dan todo de sí y en general salen muy bien parados. Tanto la puesta en escena como las actuaciones hacen que quede un conjunto bastante convincente.

En definitiva, se trata de una película remove-conciencias, pero que desgraciadamente la inmensa mayoría estamos tan aborregados, tan inmersos en la cotidianeidad, en la comodidad de no buscarnos problemas para salir adelante con nuestros curros y en disfrutar del ocio en los ratos libres que nos quedan, sin mirar más allá de nuestro ombligo, que es la típica película en la que salimos diciendo “es verdad, que mal está el mundo, cuántas cosas habría que arreglar”, pero a los cinco minutos volvemos a la misma situación que antes de entrar en la sala de cine. Si por lo menos sirve para que aprendamos un poco de lo que pasa en el mundo, y que comprobemos cómo hay gente concienciada que se sacrifica por los demás, ya merece la pena ver esta película.

"Batalla es Seattle" está basado en las protestas y manifestaciones que se dieron en Seattle contra la Organización Mundial del Comercio. Es una película anecdótica que no profundiza en los hechos y que muestra muy por encima todo lo que aconteció en la ciudad norteamericana.

Para dramatizar la historia Stuart Townsend hace circular por la película a un montón de personajes que sufrirán las consecuencias de ese día. La película está vista desde varios y diferentes puntos de vista. Manifestantes, conferenciantes, políticos, policías y gente de a pie son expuestos en medio de la batalla con sus problemas, esperanzas, miedos y frustraciones, con el propósito de emocionar, cabrear o indignar.

El film no es más que la dramatización de un hecho que mostrado en un film debe de conmocionar mucho más que las historias de sus protagonistas, pero no lo hace, y "Batalla en Seattle" se queda en un simple film al que se le podía haber sacado mucho más partido.

-¿visión de todas las caras de lo que suele ocurrir cuando todo comienza por una simple protesta?: CONSEGUIDO
-¿Cuenta algo más de lo que cualquiera puede imaginarse, haber visto u oido?: NO
-¿Profundiza en algún momento en la historia, la vida de los personajes...?: NO parece ser el OBJETIVO.
-¿Se moja?: NO
-Visión película-documento: CONSEGUIDO
-Pesonajes: me convencen.
-Conclusión: no me ha aportado nada para que vuelva a mi memoria, reflexionar o sentimiento de volver a verla.

Película que recrea los acontecimientos que se desarrollaron en la ciudad de Seattle con motivo de la reunión de la OMC en 1999. Acontecimientos o más bien batallas campales en pleno downtown de la ciudad americana. Estos hechos no nos son ajenos y todos recordamos ver en la televesión la que se organizó entre la policía y los grupos antisistema. Pues bien, básicamente de esto trata la cinta.

Sin entrar muy a fondo en teorías y porqués del asunto, Stuart Townsend nos enseña algo muy parecido a lo que tuvo que ocurrir en esas calles. Con escenas de auténtica acción policial mezclada con imágenes reales, por momentos parece que estemos ante un documental. Sin embargo aquí es donde entran las caras conocidas del reparto, que ni muchísimo menos son las principales, para crear un par de historias que acompañan a los tres días de protestas. Charlize Theron y Woody Harrelson protagonizan una con tintes más bien dramáticos mientras que Ray Liotta le pone cara a la parte política del asunto.

Así pues, y no entrando en lo profundo del tema que daría para mucho, cinematográficamente la película está entretenida, bien montada y con el siempre atractivo de los hechos reales. No es para que no se la pierdan pero tampoco les supondrá tiempo perdido. Por cierto Ray, olvida al tinte...por Dios¡¡

Me ha sorprendido muy gratamente este debut en la dirección de Stuart Townsend, un actor al que nunca he visto trabajar y que no me llama especialmente la atención, pero al que seguiré la pista, porque me ha gustado mucho este primer film, arriesgado y difícil de llevar a cabo, de hecho el chico se ha llevado años investigando los hechos y buscando financiación, teniendo que rodar en Vancouver y no en Seattle por motivos económicos. Los actores escogidos han actuado francamente bien, destacando a un desconocido por mí Martin Henderson, más que atractivo e interesante actor con una muy convincente actuación. Junto a él, Michelle Rodríguez, algo chulesca y cargante, aunque pienso que es una actriz con un gran futuro, Jennifer Carpenter flojilla en su actuación, no me ha acabado de gustar, un André Benjamin correcto al igual que Isaac de Bankolé y Rade Serbedzija , y una Connie Nielsen que cada día me gusta más, actriz maravillosa que hace de cualquier personaje un deleite (curioso cómo cambia de look esta actriz de un personaje a otro, casi no la reconocí). Dejo mención especial a la pareja protagonizada por el inmenso Woody Harrelson que nunca deja una mala actuación y a la novia del director, una Charlize Theron que está increíble, esta mujer actúa con una naturalidad que no deja de sorprenderme y el suceso que atañe a estos dos personajes me emocionó, por el buen hacer de ella, sobre todo, y un gran Ray Liotta que me encanta y que no defrauda, aunque le he visto realmente desmejorado físicamente.
Me gustó de forma especial cómo se recrea la preparación de los manifestantes, así como la de los policías, que siempre acaban siendo los "malos" en este tipo de enfrentamientos.
La recomiendo, no es una película exclusívamente política, es algo más.