101 dálmatas. ¡Más vivos que nunca!

Por un lado corregir a "Cinemaniaco", que en su crítica tacha a la película de poco creíble porque una perra no puede dar a luz a 101 cachorros. Obviamente no es así. Ni en la película de carne y hueso ni en el clásico de dibujos animados. En principio eran 15 perritos a los que luego se les unían otros 84 (si no se me ha olvidado contar) que Cruella de Vil había comprado. Sumando los dos padres hacen 101; de ahí el título.
Claro que la película sigue sin ser muy creíble.. pero se trata de un fiel remake de la versión animada, que a su vez está basado en un cuento infantil de Dodie Smith. Y hace falta ponerse un poco en la piel de un niño para juzgar objetivamente la película.
Como ya digo, una fiel adaptación a su antecesora animada. Lo cual es algo muy loable puesto que no resulta muy sencillo trabajar con tanto animal.
Entretenida y dirigida especialmente a los peques de la casa. El único punto a destacar es la excelente labor de Glenn Close que incluso llegó a dañarse la garganta intentando imitar la terrible voz de Cruella.

Tuvo un enorme éxito esta amable comedia familiar, adaptación del clásico de Disney 101 dálmatas. Dirigida por el desconocido Stephen Herek y con un plantel importante, por la pantalla vemos pasar a Jeff Daniels, gran actor pero nunca bien valorado, a Joely Richardson, hija de Vanessa Redgrave y a Hugh Laurie, el hoy famosisimo Doctor House, pero sin duda la que se lleva la función es Glenn Close. En el papel de la pérfida Cruella De Vil, Close se muestra divertida, sarcástica y con un humor muy negro. Ella es la pelicula, hace una magnifica interpretación y fue nominada en el año 1996 al Globo de Oro a la mejor actriz en comedia. Ahora bien, los perros pueden resultar un poco cargantes.

Sinceramente, poco hay que decir de esta película. Es pasablemente entretenida, y todos sus elementos cinematográficos se mueven bajo la segura preo fría batuta de la mera corrección. Sí, posiblemente ahora cueste imaginar a otra Cruela Devil que no sea Glenn Close, pero, en el fondo, da igual. El centenar y pico de perrillos (tierna y vivamente animados hace años) ahora son de carne y hueso, pero resultan menos vivos (en sentido festivo) que los de lápiz y papel (aunque el titulillo de la película intente engañar con su ¿in?consciente pretensión real).

Lo dicho, para pasar el rato y nada más, porque el pequeño espíritu que poseía el film de animación de 1961 aquí no se intuye ni por el forro. Y es que ni siquiera aquella era una gran película ni, claro, lo mejor de Disney. Pero se marcan las distancias de una respecto a la otra.

Excelente adaptación del clásico de Disney, Glenn Close borda el papel de esa villana tan carismática obsesionada con las pieles naturales. Es una ricura ver tantos cachorros dálmatas juntos, se me cayó la baba. Realmente para rodarla se utilizaron no 101 sino 217 dálmatas y como dato curioso dire que para que estos lamieran a los personajes humanos, estos fueron embadurnados con salsa de carne, ¡Puafh!. Cruella de Vil es de las malvadas más inolvidables de Disney, con permiso de la madrastra de Blancanieves. La apariencia del personaje se inspira en Tallulah Bankhead, esta vez rediseñada la imagen para la famosa actriz.

Uno puede criticarla por donde quiera, ponerla a parir, decir que es surrealista, irreal, que da vergüenza ajena, que el guión es muy similar a la versión animada y que comparada con la animada esta es una basura. Se verán todo tipo de comentarios en contra de esta cinta, pero si hay alguien que puede estar orgulloso de haber visto esta película tras muchos años y que casi le haga llorar, ese he sido yo. Escuchar la potentísima banda sonora de Michael Kamen (http://www.youtube.com/watch?v=CkthRYZCiqE) es verdaderamente emocionante, ver a una centena de dálmatas muy bien cuidados y tratar el tema de los perros de forma tierna y cariñosa me parece verdaderamente emotivo e impresionante. Y que decir de la notable villana Glenn Close que palpa con naturalidad y carisma el clavado personaje de Cruella Devil en la versión animada considerada un clásico. El reparto es altamente aceptable con el actor de moda en su momento Jeff Daniels (Dos tontos muy tontos), la aceptable Joely Richardson (Nip/Tuck), la brillante Glenn Close (Albert Nobbs) y el poco conocido en su momento pero aceptable Hugh Laurie (House). La fotografía y los efectos están muy bien cuidados aunque no se abuse tanto como parece porque los perros son reales en la mayoría de las escenas excepto en las de los perritos en el tunel deslizándose o algunos efectos de las orejas de un cachorro al final de la cinta. Si nos vamos al trato serio de la película no es gran cosa, el guión tiene agujeros y es demasiado surrealista. En la cinta al ser Disney todo es felicidad, y las cosas suceden de forma muy tardía como el hecho de que Anita se de cuenta del plan de Cruella ya cuando han sucedido muchas cosas y era algo que tendría que haberse dado cuenta antes o el hecho de no mostrarnos nada de paso del tiempo como el momento en que se conocen por accidente Daniels y Richardson en el parque y se casan al primer momento que se ven. El final es previsible aunque aceptable y tiene un fallo un poco tonto. Si la detención a Cruella y el resto de cosas pasan el mismo día (la detención, la recogida y entrega de los cachorros), ¿Porqué Roger se encuentra un periódico con Cruella detenida en portada si no les ha dado tiempo a publicarlo?. En fín, una cinta que ha encantado, encanta y encantará a la generación de niños que crecen actualmente y que se han perdido películas bellas y emotivas como esta. La recomiendo. No está a la altura del clásico animado pero tampoco pretendía ser superior.