A las once en casa (Serie de TV)

¿Quién me mandaría a mí revisar esta serie cuando es mejor quedarse con el recuerdo de niña?.

Intento de comedia familiar light que se queda en eso, en un intento. La ví de pequeña y solo la recordaba por su repetitivo argumento hasta el hartazgo, y no por ninguna situación concreta de diversión. En su día no me hizo ni reír ni llorar... simplemente estaba ahi, de relleno.

Lo único que no es un desastre es su realización y montaje, aunque en este campo no se percibe ni un solo atisbo de originalidad que disfrace un poco la desgracia del guión o las actuaciones. Se opta por lo de siempre en la ficción española: lo más sencillo y rápido del mundo... que es también lo menos arriesgado (la multicámara con plano/contraplano y plano general), dejando el peso del éxito o fracaso y la responsabilidad absoluta a las actuaciones y el guión.

Por desgracia las actuaciones son más bien malas, y el guión se basa en una idea original (padre de familia agobiado con su trabajo, mujer e hijos que además es explotado laboralmente por su jefa que también es su ex-mujer) que se repite más que el ajo una y otra vez capítulo tras capítulo (y cada vez peor actuado) llegando a dar vergüenza ajena. En todos los capítulos sucediá lo mismo (Resines haciendo de padre sofocado trabajando hasta altas horas de la madrugada por encargo de su ex-mujer, Ana Obregón haciendo de esposa que gritaba continuamente al pobre Resines sin razón aparente, hija adolescente que iba con sus amigas al bar a ligar, hijo mayor que pasaba de todo, hijo menor al que había que reir el chiste tonto de turno).

En fin, una serie que basa su "tirón" en el chiste fácil (cuyas únicas risas conseguidas son las enlatadas que se escuchan) más que en la comedia de enredo (había poca novedad en cada capítulo penosamente desarrollado sin situaciones hilarantes). La serie no aspira a nada más que a la comedia sosa, sus chistes son más bien chorradas, sus enredos no debería tener el honor de llamarse así y sus personajes son una vergüenza (sobre todo los adolescentes). Todo esto gracias a unos guiones de nuestra querida Ministra de Incultura (co-autora de otras memorables perlas como "Mentiras y Gordas").

Si al menos tuviera algún actor cómico carismático o actuaciones potentes... pero la verdad es que son actuaciones muy pobres y sosas (a destacar lo mal que lo hacen todos los actores adolescentes, y la extraña posición de Ana Obregón sacando pecho con una pose tan pronunciada que me hace daño hasta a mí). Poco a poco se incorporaron actores como el monótono Jorge Sanz o una Beatriz Rico muy verde. Carmen Maura hace su interpretación más infantil... y aun así destaca por encima de todo con un par de gestos irónicos en tropecientos capítulos.

Lo peor: Los personajes adolescente que tienen que ser fruto de la intelectual mente de Gonzalez-Sinde (¡Jo, tía!. Dani me está mirando desde la barra, o sea que traviesa soy por ponerme pintalabios. ¡Como mi viejo se entere...!).
Lo mejor: ¿El montaje?

En 1998 yo tendría 14 años y recuerdo ver regularmente esta serie en casa con mis padres, así que supongo que algo de gracia me haría, seguramente ante mi poca exigente visión crítica de la televisión. En aquella época en que no había internet, ni DVD`s veía A Las Once en Casa los lunes, Periodistas los martes y Compañeros los miércoles. Aunque hubiese jurado que esta serie se estrenó en 1997.

A las Once en Casa era la típica sit-com de una hora de duración protagonizada por una familia moderna española encabezada por un hombre separado que tiene dos hijos arrejuntado con otra mujer con una hija que viven en una casa en la que pasan unos cuantos secundarios. Una especie de Los Serrano versión beta.

Antonio Resines realizaba ya sus gestos, con su forma de hablar y sus comentarios de agobio por su trabajo y su lío con las mujeres que tanto éxito le dieron después, lo que junto a las risas enlatadas provocaba algún que otro momento divertido. Resines estaba en su salsa sin duda. Su nueva mujer era la popular Ana Obregón y sus hijos adolescentes con sus amigos y típicos líos amorosos.

Como serie realmente no aportaba nada nuevo y quizás a la que mejor le vino fue a Ana Obregón, en aquellos días muy famosa por sus aventuras faranduleras con la estrella del Real Madrid Davor Suker. Como anécdota, creo recordar que en una rueda de prensa le preguntaron al jugador croata sobre las salidas nocturnas de los futbolistas y Suker inocentemente dijo "Nada, yo siempre estoy a las once en casa" ante las risas de los periodistas.

Destacaba entre todos ellos Carmen Maura, si no recuerdo mal de traviesa ex-mujer de Resines todavía enamorada y que le ponía en apuros. Recuerdo que me gustaba la amiga de la hija de Obregón, juas. Bendita adolescencia.

La serie duró poco aunque creo recordar que tuvo un relativo éxito aunque estoy seguro que hoy en día no me gustaría.