Guardianes del futuro (Trancers)

Inicio de una saga, de hasta 6 filmes, Trancers es un magnífico ejemplo de serie B de fantasía y ciencia-ficción ochentera, producida por la Empire y dirigida por su dueño y alma mater, Charles Band, personaje no bien ponderado y que ha tenido la misma importancia que Roger Corman en poblar de personajes y fantasías la mente de los aficionados a este género.

Apenas estrenada dos meses después de "Terminator" (J. Cameron, 1984), parte de la misma premisa, un viaje en el tiempo, del futuro al pasado, para evitar que un villano pueda alterar dicho futuro y con ello, apoderarse del mismo. El viajero, un policía curtido, se apoyará en la ayuda de una joven Helen Hunt, buscando a determinadas personas a quién proteger y combatiendo al villano. Demasiadas similitudes con el filme de Cameron. Pero ¿quién fue el primero? ¿Fue casualidad?. Los viajes en el tiempo ya habían sido recogidos en otros filmes, como Cyborg 2087 (1966), Los viajeros del tiempo (1979) y se retomarían como en la saga de Warlock el Brujo (1989).

El filme de Band muestra evidentes influencias en su puesta en escena de "Blade Runner" (R. Scott, 1982), en el mundo futuro, con esa misión de retirar "trancers", una especie de "nexus 6", aunque su voz en off y la entrada del personaje en escena, con un vehículo tipo años cincuenta no deja de recordarme al Eddie Constantine de "Alphaville" (JL. Godard, 1965). El filme se deja ver, ayudado por la química de la pareja protagonista, transformándose el filme en su desarrollo en la época actual, en una típica buddy movie, a la usanza de "Limite 48 horas" (W Hill, 1982), en la que lo de menos es el guión y sí los diálogos y situaciones entre los protagonistas.

En fin, un pequeño film clásico de los 80 a redescubrir. Alguien tendría que homenajear a Band y a su productora.

Estamos ante un batiburrillo de ideas interesantes, pero mal ejecutadas. Tenemos viajes en el tiempo, zombies, neones e incluso un personaje principal que, pese a lo escaso de la producción a todos los niveles, es bastante carismático. Lo cierto es que Tim Thomerson está bastante bien como ese detective del futuro. También tenemos a una joven Helen Hunt, que posteriormente sería conocida por el gran público en películas mucho mejores.

Por desgracia, casi todo lo demás está mal. La película tiene una duración ínfima, quizás porque Charles Band no sabía cómo desarrollar una historia demasiado ambiciosa para el nivel existente en el apartado técnico y económico. Y es una pena, porque en esta cinta encontramos ideas vistas en sagas como Terminator o Matrix, por lo que bien llevada podría haber sido toda una obra de referencia del cine ochentero de entretenimiento.

La relación entre el detective y la chica es completamente irreal. No se profundiza en lo que son los trancers ni en el poder del líder de estos, el villano Whistler. Las escenas de aventura son pobres y carecen de emoción alguna. La mayoría de escenas están resueltas de muy mala manera y el sonido a veces te impide enterarte correctamente de lo que está sucediendo.

Así que si bien está considerada una cinta de culto, no merece elogios por prácticamente nada, incluso aunque se sea de los que disfrutan de la serie B más loca. Pese a tener varias secuelas, ya puedo adelantar que no contarán conmigo para verlas.

El siglo XXIII es un lugar desolador. Jack Deth (interpretado por Tim Thomerson) es un policía que deambula por "Lost Angeles" obsesionado por dar caza a los "trancers", una especie de zombies hiper violentos controlados mentalmente por un criminal llamado Whistler (Michael Stefani), además responsable de la muerte de su esposa. Deth será reclutado por las altas esferas para viajar al pasado con la misión de detener a Whistler y proteger a los ancestros de los dos miembros del consejo que lidera nuestro defenestrado planeta en el futuro. Para ello, su consciencia será transferida a su propio antepasado en 1985, residente en la ciudad de Los Angeles. De esta forma conocerá a Leena (una jovencísima Helen Hunt), ligue de una noche de su ancestro, que -reacia a creerle en un principio-acabará ayudando a nuestro protagonista.
Más que un peli de serie B, "Trancers" es un cómic de acción real. Producto de la mítica Empire -incluso dirigida por su fundador Charles Band- sorprende por su total ambición al querer abarcar tanto con unos medios bastante precarios. Pero lo insólito de este batiburrillo -que mezcla sin pudor alguno elementos diversos como "Blade Runner", "Terminator", zombies, las historias de serie negra de Raymond Chandler o Dashiell Hammett, viajes temporales, pelis de mamporros, FX baratos o futuros post-apocalípticos- es que es realmente entretenida. Tiene un ritmo tan dinámico y trepidante que dejas de lado su aspecto formal más bien pobretón y te dejas llevar por esta trama que conjuga el thriller (con un telón de fondo de ciencia ficción) con momentos de parodia (o autoparodia) que se pasa en un suspiro (sus 74 minutos de metraje ayudan también a ello). Como en todo buen producto de los 80, encontraremos un garito lleno de punks (al más puro estilo techNoir, pero más cutre). Thomerson, además, evoca perfectamente a antihéroes noir como Phillip Marlowe o el Agente de la Continental, pero en una versión parodiada que parece que huele a whisky barato, tabaco rancio y bistec recocido. Sin duda, un clásico de las estanterías de los vídeo clubs con una de esas carátulas que prometían algo que raramente visionaríamos después en la cinta. Una peli sin más pretensión que entretener con una historia tan enrevesada como original. Destacar que dicha película dio para 5 secuelas más (Trancers 6 seguro que es un directo a dvd con fecha de 2002) y que Helen Hunt volvió a aparecer en algunas de ellas, concretamente la segunda y un cameo en la tercera. ¡Qué maja ella!

Lo primero que hay que agradecer a esta película es que sólo quiere entretener. No hay filosofía de consumo rápido ni alardes visuales. Te lo pasas bien, te entretiene y, pese a los años, le veo mucho encanto. La disfrutas por su frescura.

Un (insufrible) policía del futuro debe viajar al pasado (Siglo XX) persiguiendo al malo de turno. Va armado con unos cuantos dispositivos futuristas y durante la persecución va a conocer a una jovencísima Helen Hunt.
Recuerda un poco a Terminator, en el planteamiento de búsqueda en el tiempo. Esta vez persiguen al malo.

Más que aceptable película de acción futurista con un humor distinto a lo de siempre, escenas de intriga, giros de guión y persecuciones bastante aceptables. Lo suficiente como para aguantar la comparación con las actuales con dignidad. Si se hicieron secuelas de esta película...¡por algo sería!

Efectos especiales risibles y estética ochentera, no puedes evitar mirarla con algo de ternura...

Clase B, totalmente. Y muy orgullosa de serlo.

Modesta película de serie B que gozó de cierta popularidad a mediados de los ochenta.

Con sus pocos medios el film trata de imitar conceptos y estética de películas como Blade Runner o Terminator y en conjunto su guión es bastante disparatado e imposible pero termina por hacerse divertido ver como el héroe en cuestión se reencarna en un antepasado idéntico a el, mientras que su jefe corre peor suerte y su mente va a parar al de una dulce niñita rubia..

Tuvo cierto éxito y generó cinco secuelas mas , para muchos es incluso un film de culto.

Gracias.