Apartamento para tres (Serie de TV)

La veía de pequeña y he comenzado a verla nuevamente hace poco. Me parece graciosa, había una buena relación entre los intérpretes, y eso se nota en el resultado, nos hace reír de vez en cuando, es entretenida... más de lo que se puede esperar con muchas series de hoy día.

Entrañable serie, demasiado estirada, que basaba su comicidad en los malentendidos, y en cada episodio me llegaba a arrancar dos o tres carcajadas, lo cual es más de lo que hace cualquier serie cómica de la actualidad.

Las dos o tres primeras temporadas eran bastante buenas, luego el cambio de secundarios no la benefició, pero una propuesta amable para pasar un rato sin complicaciones.

Las sitcoms cómicas sobre confusiones (sobre todo sexuales y monetarias) están sobre todo para ayudarnos a reír y olvidarnos de nuestros sufrimientos cotidianos.
Por eso somos injustos con ellas, no tienen voluntad para ser inmortales, son ingenuas, de mentalidad y humor casi adolescente y no tienen ni de lejos aspiraciones artísticas, pero suelen exagerar sobre situaciones sinceras.

Vi esta serie por TV en las reposiciones de los ochenta y los noventa, yo era un adolescente con poco criterio y seguían teniendo gracia para mí. Hace poco me atreví a ver un capítulo por Internet y no tuve que hacerlo.

El humor era más tontorrón de lo que pensaba y sentí un poco de vergüenza ajena. No hay más. Solo agradecimiento por las decenas de horas de humor desternillante gratis para cuando uno era un adolescente demasiado serio.

Lo dicho, ¿para qué complicarse?, cuando se puede repetir el guión de la serie una y otra vez, sin rubor alguno. La pregunta que nos debemos hacer es quien contrató al guionista y cómo le convenció éste de que le siguiera pagando mes a mes. En cada episodio nos encontramos a John Ritter flirteando infructuosamente con sus compañeras de piso, que por algún malentendido se imaginan una cosa totalmente opuesta a la que está pasando (falsos romances, novias imaginarias y un torrente inigualable de originalidad creativa). Lo más salvable, si cabe, la musiquilla del principio, con el "when I Knock the door", que nos introducía de lleno en un nuevo malentendido. Sin embargo, ¡qué sería de la inocencia televisiva de los 70 y 80 sin series como ésta! Quizá lo debieron descubrir en aquel momento, para que no quedara "apartamente para tres" como paradigma televisivo de toda una época en la pequeña pantalla

Aunque nunca se vio nada ni remotamente picante. "Apartamento para tres" es una versión a la norteamericana del concepto innovador que fue "Un hombre en casa". Afortunadamente, los tiempos, a veces, evolucionan. Hoy, que un joven comparta piso con dos compañeras no genera ninguna controversia. Sin embargo, en su día tenía una carga bastante descarada.

Para la versión USA se cuenta con la presencia de John Ritter, un fantástico comediante con un gran don para el humor físico. Su presencia además siempre hace apostar por la carcajada, quedando muy claro que, a diferencia de su predecesora, no era cuestión de generar un verdadero interés romántico en sus compañeras (Joyce DeWitt y Suzanne Sommers).

Repiten también los personajes de los Roper, aquí maravillosamente personificados por Norman Fell y Audra Lindley. Realmente, ambos dieron muchísimo al programa y su ausencia supuso una estocada todavía peor que el abandono de la misma Suzanne Sommers.

Una serie muy light pero que vive del carisma y simpatía del elenco. Que no es poca cosa.