Los chicos del maíz 666: El regreso de Isaac

Esta película pretende volver a la profecía de la primera, recuperar al personaje de Isaac y darle un giro a la historia. Pero no lo consigue ni de lejos. Es mala, la verdad. El guión parece que está hecho por locos, porque la película va dando saltos. Me explico. Muchas cosas de la historia no tienen relacion ni sentido. Y eso provoca que sea cargante.

Otro detalle, los niños ya nos son los asesinos, así que en parte pierde la gracia.

Recomiendo ver un trailer si quereis volver a ver a John Franklin como Isaac, pero ni de lejos ver toda la película.

Y digo esto teniendo en cuenta que he visto la 1,2 y 3. La 1 y la 3 están pasables, la 2 no tanto, esta ni de lejos.

La sexta parte de Los chicos del maíz nos trae el regreso de Isaac, el primer villano de la saga y recupera, de paso, la tradición de los campos de maíz. Pero ahora caminan tras la rosa, vaya usted a saber por qué...

Kari Skogland venia avalada por su trabajo en la serie El cuervo, que si bien no era ninguna maravilla, sí tenía ciertas semejanzas con esta película de Los chicos del maíz. Skogland lo hace todo casi bien durante buena parte de la película, pero se mete en un follón tremendo al final, cuando convierte el mal que habita en Gatlin en una mala parodia circense. La escena final dividirá a la gente entre los que rían pensando que es coña y los que se caguen en su puta vida por ver destrozada así la esencia de esta mítica saga (yo me he reído, si queréis saberlo). El guion comienza con una parte que todas las grandes sagas de terror tienen: una profecía. Algún incauto (incauta en este caso) llega al sitio donde el mal habita sabiendo de la misa la mitad y se ve metido (metida) como protagonista en una orgía de sangre, vísceras, dolor y destrucción (by Pedro Piqueras). No hay más. Luego, pues bueno, se mete un poco de relleno y ya tenemos película.

Natalie Ramsey protagoniza la película y lo cierto es que lo hace bastante bien, tal vez porque gane puntos si la comparamos con lo que es la factura técnica de la película. John Franklin vuelve, tras hacer papeles de mierda en los que no se le ve la cara o directamente se limita a poner voz, al papel de Isaac, su mejor personaje en el cine. El tipo ha envejecido pero sigue midiendo palmo y medio y su interpretación, la verdad, es que no importa demasiado ya que su personaje se ha convertido en una caricatura de lo que fue. Nancy Allen está correcta, como de costumbre en esta clase de películas de bajo presupuesto que tanto han llenado su vida, lo que podría aplicarse también a Stacy Keach, actor habitual en Historias de la cripta y películas de serie B. A Paul Popowich le toca la peor parte, ya que tiene que lidiar con el personaje más ridículo y con menos lógica de esta extensa saga y el chaval pues, la verdad, tampoco ayuda demasiado a levantar el tema.

Resumiendo, que es gerundio: Los chicos del maíz buscaba renacer con esta sexta entrega, volviendo a centrar la historia en Gatlin y recuperando a un crack del pasado como era Isaac, pero el trabajo de Kari Skogland, que convierte la película en una atracción de feria llena de diálogos dignos de un perro y un gato, se carga toda esperanza de recuperación. Españoles, Los chicos del maíz han muerto.

¿Qué podía salir mal? Al fin y al cabo, existe un dicho que afirma 'nunca hay que confiarle a un niño el trabajo de un hombre'. O en este caso, no confiarle a cuatro pequeños -bueno, a unos más que a otros-, o a un pequeño saltamontes, el trabajo de un pequeño gran hombre. Total, era imposible que saliese peor que la 5° entrega, y el del predicador Isaac -John Franklin, antes de retirarse para ser, simplemente, John Paul Salapatek, un profesor de literatura inglesa de Illinois, felizmente casado, que todavía se autoparodia esporádicamente en papeles televisivos-; era y sigue siendo, hay que reconocérselo, el único villano de toda la franquicia -seguido de cerca por su acólito Malakai- perdurable. Por desgracia, ni el minipredicador puede contrarrestar un abotargado, confuso y ridículo desenlace precedido por un fallido giro del relato al subgénero terrorífico de los hospitales psiquiátricos, a pesar de que, desde su surgimiento en 1985, al diabólico Isaac -ahora menos parecido a un niño que al cantante y músico Manuel de la Calva-, el resto de ingredientes son idénticos, con los rituales sangrientos en el maizal, la forastera despreocupada y los lugareños que saben perfectamente lo que se cuece: los veteranos Stacy Keach ('Mike Hammer') y Nancy Allen ('Carrie' y la trilogía 'Robocop')
Con libreto co-escrito por un tal Tim Sulka y el propio Franklin, 'Los Chicos del Maíz 666: El regreso de Isaac' fue la 2° película de Kari Skogland, una realizadora que ha pasado inadvertida en el cine pero con un bagaje televisivo incuestionable: Queer as a folk, Boardwalk Empire, The Walking Dead, House of Cards, Vikings, Penny Dreadful, The Punisher, Handmaid's Tale... y pronto, como la única directora, 'Falcon and the Winter Soldier'.
Podría haber sido la oportunidad perdida para darle el cerrojazo la saga, de no ser porque Dimension Films y Miramax continuaron ordeñando la vaca.

Sexta entrega de la prolífica saga iniciada con la correcta Los Chicos del Maíz (Fritz Kiersch, 1984), dirigida en esta ocasión por el director de series como la reciente Falcon y el Soldado de Invierno (2021), y protagonizada por Nancy Allen (Robocop, 1987), y el actor que interpretó en la película original al carismático Isaac, John Paul Salapatek.

Hannah Martin está viajando en busca de su madre biológica. Por el camino recoge en su coche a un extraño y oscuro personaje que provocará una misteriosa cadena de sucesos. Poco puede Hannah imaginar que ha ayudado a completar la siniestra profecía hecha hace 19 años por Isaac, el líder de la famosa secta de los niños poseídos por fuerzas demoníacas.

La película nos ofrece una trama pobre que traiciona en este caso por completo la esencia de la historia original de Stephen King, en pro de innovar en cierta medida la trama de la saga. Las actuaciones son bastante pobres, dando en algunas escenas interpretaciones que causan la risa involuntaria, además de un Isaac muy decepcionante. La historia, sobre tener algunos elementos entretenidos, es demasiado simple y típica, ademas de hacerse larga en sus tan solo 85 minutos, y su final no cumple con las expectativas creadas.

La sexta entrega de Los Chicos del Maíz, es otra película mediocre que alarga una saga que hace mucho tiempo que debería de haber parado de producir secuelas, y sobre que aún tienen algún que otro elemento para captar la atención de los que les gusto la primera película, son completamente descartables.

Nota personal 3/10

Una película desastrosa, este es el ejemplo de cómo las sagas ya no sirven ni para sacar dinero.
Los niños del maíz, 6 parte es el ejemplo de cómo se hacen escenas de terror sin llegar a causar ningún efecto en el espectador, la miro y miro y solo veo lo mismo, un susto, una cámara en movimiento que pretende dar miedo, una película sin guión y sin ideas, solamente una película que no habla de nada o que se ha inventado una mierda de profecía para poder hacer una sexta parte.
La película aburre tanto que casi me mata, mucho más que Isaac.