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El guardaespaldas (C)

Comedia Buster es expulsado de un tren cerca de un parque de atracciones. Allí consigue un trabajo en una parada de tiro al blanco, cuyo dueño es el jefe de una banda de criminales. Cuando éste ordena a Buster que asesine a un hombre de negocios, se encarga de protegerle a él y a su hija. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
17 de mayo de 2011
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guardaespaldas no se parece en nada a Kevin Costner. Buster Keaton en su viaje de la nada sale despedido del tren. Y en busca de trabajo se encuentra con el segunda mano versión gigante. En el arte de robar es único e inimitable. Y en tiro al blanco es pésimo. Entonces encuentra un trabajo remunerado en la banda de ladrones. Haciendo señas es de lo mejores. The High Sign fue el primer corto de Keaton después de separarse de su maestro Roscoe Arbuckle; pero el genial Keaton no estaba muy satisfecho del resultado final. Satisfecho o no The High Sign es un clásico de la comedia. También los genios se equivocan.
RONNIE JAMES DIO (CUENTA BLOQUEADA)
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11 de agosto de 2015
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, ésta por lo menos tiene dos críticas. El usuario de la primera tiene la cuenta bloqueada y el segundo, le pone un cinco.

A ver. Pasa un tren a toda velocidad y un tipo sale despedido de uno de los vagones, no se sabe si porque se cae, le empujan o se tira. Acto seguido, vemos al mismo tipo en una feria mirando cómo da vueltas- a toda velocidad, por supuesto- un tiovivo; le quita el periódico al vuelo a uno de los que van montados en el chisme y, en la escena siguiente, se sienta a leer las ofertas de trabajo en un banco. Todo esto pasa en menos tiempo del que han tardado en leerlo y es la presentación de un personaje- un pelagatos, no falto de recursos, en busca de trabajo- más concisa, hermosa y salvaje que yo haya visto jamás en una película.

Ni que decir tiene que el personaje pronto consigue no uno, sino dos empleos: le recluta una banda de criminales para asesinar a un prohombre y el prohombre en cuestión (cuya hija se encuentra en posesión de unos hermosos ojos azules) le contrata para que le proteja. Ingenuas son "El padrino" o "La guerra de las galaxias", no este precioso cuento para todas las edades.

Muy bonita.
Cleovigilda
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7 de abril de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
107/03(02/04/21) Muy divertido cortometraje que cumple un Siglo de su estreno con frescura y vitalidad. Escrito y dirigido por Buster Keaton y Edward F. Cline, con protagonismo absoluto para el gran cómico de Kansas, Joseph Frank ‘Buster’ Keaton, donde sin ser su mejor trabajo, eso son palabras mayores para este genio del humor, si nos deleita en sus 21 minutos con un gran despliegue de gags delirantes que combinan la imaginación del slapstick, el humor negro, surrealismo (ejemplo: lo de crear percheros con tizas o la cabeza pillada con una puerta), los golpes, e incluso con bufos intertítulos que hacen comparaciones hilarantes, ello sin más objetivo que hacerte pasar un buen ratito, y a fe que lo consigue, haciendo abstraerte de tus mundanos problemas durante su metraje.

Fue el primer cortometraje que Buster realizó en 1920 tras abrir su propio estudio en Hollywood (El rodaje tuvo lugar en los estudios de Comique Film Corporation recientemente desocupados por Arbuckle), aunque fue “One Week” (1920) el primero en estrenarse, pero (inexplicablemente) “The High Sign” el resultado no convenció a Keaton y archivó la película. Pero tras lesionarse durante el rodaje de “Electric House” y tener que parar varios meses, decidió llenar este hueco con la liberación del ‘repudiado’ cortometraje.

El título se refiere a la señal de mano secreta utilizada por la banda del inframundo en la película, los ‘Blinking Buzzards’ (Buitre Parpadeante). Son una especie de sociedad secreta que se mueven por toda la ciudad de modo invisible, pero que emergen con el saludo de las dos manos haciendo un ave que vuela, recordándome en cierta medida a la sociedad secreta de “El Club de la Lucha” o en sentido más jocoso a “Los canteros” de Los Simpson.

Comienza con Buster cayendo de un tren en marcha frente a una feria de atracciones, no se sabe si es por propia voluntad o lanzado por alguien. Ser acerca a un tiovivo en marcha y coge furtivamente un periódico a uno de los que va en el cacharro, tras lo que se sienta a desplegar el diario para ver ofertas de trabajo, pero el periódico resulta un desplegable cual sábana inmanejable. Gasta que haya una oportunidad en una barraca de feria de tiro al blanco, pero le exigen que sea buen tirador, con lo que corto ni perezoso le roba una pistola a un poli despistado, que le da el cambiazo por un plátano (esto ingeniosamente se retomará más adelante), y entonces Buster practicará con el arma contra unas botellas. Todo esto en apenas unos escasísimos minutos, pues el ritmo resulta vertiginoso, nada sobra, ni nada falta, todo es deleitable. Esto lo lleva a la mencionada barraca, donde se encuentra con el gigantón Ingram B. Pickett. Allí consigue impresionar al dueño con un artilugio propio de los Juegos de Rube Goldberg, con elementos como un perro, un trozo de carne colgada, una cuerda y una palanca, para hacer sonar una campana para hacer creer que acertaba a objetivos (por medio algún gag mediano sobre un atracador, o un tipo con una escopeta de cartuchos de perdigones), hasta que el corto se vuelve impulsar cuando nos enteramos que el amo de la barraca pertenece a una banda de villanos con un saludo secreto. Estos son contratados para asesinar a un ‘avaro’ Nickelnurser (según se dice más o menos, es más agarrado que un collar del 14 en un cuello del 16), pero a la vez Buster es contratado por el ‘avaro’ y su bella hija (Bartine Burkett. Siempre tiene que haber un interés amoroso), para que lo proteja del chantaje que le están haciendo, esto se retuerce aún más cuando su jefe de la barraca lo introduce en la banda y le encomienda acabar con el avaro’. Todo esto tiene su clímax en la casa de Nickelnurser, toda una casa del terror plagada de puertas secretas y trampillas en el suelo, todo llevado por Buster con un ingenio y electricidad apoteósico, siendo el culmen de lo caricaturesco para bien cuando la cámara recoge la casa en dos niveles y cada uno de ellos partido en dos donde vemos una descacharrante persecución, Homérica en imaginación como pasa por pasadizos ocultos, por ventanas, puertas, con camas que pasan de una habitación a otra, con paneles giratorios, con espejos falsos, Formidable Zenit.

Me queda un solaz cortometraje donde Buster exhibe su vigor para el humor sano. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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