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Me estás matando, Susana

Romance. Comedia. Drama Eligio, un carismático y mediocre actor de 28 años, un buen día, llega a su casa y descubre que su esposa Susana se ha ido sin dar ninguna explicación. Eligio la busca por todas partes y al hablar con la gente va dándose cuenta de que entre ellos las cosas no andaban tan bien como él pensaba. Después de un par de meses, descubre que Susana se ha ido a una universidad en una pequeña ciudad del centro de los Estados Unidos; malvende su ... [+]
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
19 de agosto de 2016
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las tres películas que conforman la filmografía de Roberto Sneider están basadas todas en novelas de escritores mexicanos, siendo la más reciente una adaptación de ‘Ciudades desiertas’ de José Agustín.

Eligio (Gael García Bernal) es un actor de teatro que se refugia en las telenovelas para poder sobrevivir, machista, parrandero y que gusta de andar conquistando mujeres a pesar de estar en una relación con Susana (Verónica Echegui), una chica española, profesora de universidad y escritora.

Una noche Eligio llega borracho a su casa, a la mañana siguiente Susana desaparece por lo que Eligio la buscará por todos los medios, hasta enterarse que ella ha viajado a Iowa por una beca de escritores, Eligio viajará hasta allá, en un viaje que será muy revelador para él.

Roberto Sneider acierta en su retrato de una pareja amorosa y sus ciclos, y reflexiona acerca del amor y sus consecuencias, todo en un formato de una inusual y efectiva comedia romántica, un género muy bastardeado en el cine mexicano que hoy encuentra una muy digna representante.

Gael García Bernal consigue un Eligio bastante aceptable, realista y hasta simpático, personaje en el que Sneider (y la novela en que se basa) hace una crítica al machismo exacerbado del mexicano promedio, pero se queda corto en su visión del choque que genera para el mexicano que llega a EEUU, aunque el tema lo salva con un par de acertados chascarrillos.

Simpática y efectiva, ‘Me estas matando Susana’ consigue demostrar que el cine mexicano puede ser lo mismo un entretenido divertimento con una sorprendente profundidad.


http://tantocine.com/me-estas-matando-susana-de-roberto-sneider/
Quique Mex
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4 de enero de 2017
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos dejes machistas que se normalizan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sibeauvoire
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23 de enero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película mexicana Me estás matando Susana, ha sido una de las participantes en la Sección Oficial, del Festival de Málaga-Cine en español.

Me estás matando Susana, cuenta en clave de humor, o al menos en clave de humor mexicano, la historia de Eligio, un actor de 28 años, al que le gusta demasiado la fiesta. Un día llega a casa y descubre, que su esposa Susana, se ha marchado sin darle ninguna explicación.

Eligio la busca por todas partes y al hablar con la gente va cayendo en cuenta de que entre ellos las cosas no andaban tan bien como él pensaba.

Después de un par de meses, Eligio descubre que Susana ha ido a una universidad en una pequeña ciudad del centro de los Estados Unidos. Eligio malvende su coche y se lanza furioso a buscarla.

Está basado en la novela Ciudades desiertas de José Agustín, novela del año 1982, que supuso la novedad de ser la primera novela mexicana escrita por un hombre, en la que se habla de la libertad de la mujer.

Novela que fue un hito en la época, por su antimachismo, todo lo contrario que esta adaptación cinematográfica realizada por Roberto Sneider, en la que en todo momento se da protagonismo al personaje de Eligio, interpretado por Gael García Bernal, y el personaje femenino queda un muy segundo plano.

El papel de la mujer de Eligio, lo interpreta Verónica Echegui, que fue elegida para el papel, porque García Bernal, le había sugerido a Sneider, que había una gran química entre ellos como pareja actoral.

Sneider, no es la primera vez que adapta una novela para llevarla al cine, pues ya lo hizo con Dos Crímenes, película de 1995 y en 2008 con Arráncame la vida.

Esperábamos ver una película muy padre como se diría en México, pero la realidad es que o, igual por las diferencias culturales entre México y España, las escenas de supuesta hilaridad, aquí o nos han dejado indiferentes o han provocado algún malestar.
PizzaFilms
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6 de mayo de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aviso, si usted considera esta película una película romántica, usted esta enfermo, no de amor, sino de machismo. Esta no es una historia sobre romanticismo, esta es una historia de todo lo contrario al amor, algo que confunde o juega a confundir el cine continuamente. en donde se mezcla el enamoramiento con inequívocos signos de posesión, celos y dependencia emocional, que por si aún hay quien no lo ha entendido, nada tienen que ver con amar a alguien. Primer punto negativo para esta cinta.
Segundo punto. Verónica Echegui, una actriz que suele hacer creíbles todos sus papeles, hace lo que puede con el acento, pero que ni ella misma se termina de creer. Su personaje está ausente y ella también.
Tercer punto negativo. Gael García Bernal. De verdad, de verdad, que pareciera que estaba en un patio de colegio representando una obra en la que se esfuerza, pero la sobreteatralidad le quita veracidad. Cachis.
Cuarto punto: El director, por hacer que estos dos magnificos actores me hayan parecido que estaban en un ensayo más que en una película para ver en pantalla grande. La idea parecía buena, pero no se salvan de esta película más que ciertos actores secundarios. Bravo por ellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Griet
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7 de diciembre de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me estás matando Susana nos habla de una pareja: Eligio (Gael García Bernal) y Susana (Verónica Echegui) ambos en sus primeros treintas, donde él es un actor multichambas, machista, enamoradizo y no muy ambicioso en sus planes de vida. Ella está enfocada a la literatura y tiene deseos de hacer “algo más de su existencia”. Un buen día, al regresar a su casa con unos amigos para hacer un “after,” Eligio descubre con azoro, que Susana lo ha abandonado.

Desde ahí comienza un viaje para la pareja, en mucho más que el sentido geográfico o de translación de Eligio hacia Susana. Eligio no está dispuesto a dejar que ella lo abandone y va a seguirla hasta donde esté; por amor, por terquedad, por orgullo o por masoquismo.

Gael García Bernal nos ha demostrado que puede ser multifacético pero siempre le imprime a sus personajes un estilo propio. Su estilo. En Me estás matando Susana, comedia de tintes psycho, Gael nada como pez en el agua, balanceándose en equilibrio entre el “debutante en la adultez” con bagajes de tradición de “puro macho mexicano” pero al mismo tiempo inmerso en un mundo y en una relación que están absolutamente lejanos de esos moldes.

El adulto contemporáneo, que no quiere parecer un troglodita poco modernizado, ni sofisticado, se ha convertido por facto en un fenómeno demasiado común en las generaciones pertenecientes a las tribus urbanas en la actualidad. Se quiere romper con el pasado pero no con las comodidades que el pasado poseía, y se quiere ser moderno y civilizado pero aplicar la libertad es una técnica que implica habilidades, que muchas veces, no se han desarrollado lo suficiente.

Eligio es un clásico producto prototípico de lo que la sociedad ha denominado “generaciones de transición” y que se ha sedimentado en quienes hemos transitado las postrimerías del siglo pasado y los albores de este, heredando formas y conceptos que no precisamente son adaptables al “nuevo modelo mejorado” (¿?) de “conciencia social contemporánea”.

En el otro extremo ¿Qué sucede con Susana? Es la versión de la visión “de avanzada”; se la coloca como una mujer heredera del “furor del destape y los 80’s españoles” que genéticamente, ya posee otra perspectiva sobre lo que una relación es; que vez tras vez, no logra encajar a la perfección en la idea de Eligio.

Cuando Susana se va, conjunta en eso mucho más que un simple abandono; es cambio, es revolución, es deseo de superarse es, en fin, reintegrarse a un estado mucho más libre no correspondiente con las expectativas de Eligio; quien eligió sin pensarlo demasiado, seguir patrones más “tradicionalistas” y por eso, cuando Susana se va, sale corriendo tras de ella, de nuevo sin pensar, solo actuando por la guía de sus entrañas, revueltas y hambrientas, confundidas y tremendamente necesitadas, las cuales únicamente son comparables a su cerrazón a aceptar la realidad, que sin que él lo advierta se le había venido colando: en cada llegada después de la fiesta, en cada vez que ella se le negó porque no entendió su proceder, en negarse a verla en la manera en la que ella deseaba ser vista, argumentando que él no había escuchado lo que necesitaba que ella dijera.

Susana se ha ido a Estados Unidos a un programa internacional de escritores, obvio, Eligio lleno de ideas falsas llega buscando una explicación; ella tiene una nueva vida que desea, pero en el fondo, estar con Eligio también. Entonces ambos caen en una situación de espejo: ninguno sabe perfectamente que quiere, ni qué importancia tiene el otro en el universo que es su plan de vida.

El enfrentamiento, como es de esperarse, está lleno de reclamos y de pasión acorralada, de urgencias dependientes, de palabras cortadas, de ideas revueltas y de ganas de fundirse en sexo; porque se lo deben y porque además… hace frío. Porque sí. Ya está.

Y en este torbellino que hace trizas muchas cosas, las astillas vuelan y obvio se van a clavar directo en la duda.

Preguntas de las que de antemano se sabe la respuesta y se conoce lo torcido de su intención, pero el nudo entre pecho y espalda, que huele a infidelidad, a desconocimiento de la pareja y a morbo casi pornográfico sobre las dimensiones sexuales de “el otro” gana la batalla.

Preguntas que todos sabemos que no se desea saber la contestación, pero que se exige para ilusoriamente, pretender que sabiendo la respuesta se va a “sentirse mejor”. Bueno, eso nunca funciona.

Entonces en este romance en tiempos de las generaciones X y Y, todos los prefijos naufragan, las preguntas no poseen forzosamente una respuesta certera ni definida con anticipación y sin embargo, a cada segundo de inquietud, de deseo desenfrenado y de duda, surgen múltiples suposiciones de “por qué la relación va caminando como lo hace”.

La pregunta final es si se camina o si todo es un engaño o si se hace el “verdadero borrón y cuenta nueva”, si de verdad el amor perdona o si simplemente quiere dar unas nalgadas para escuchar una respuesta que por obvia, siempre se dio por sentada.

Me estás matando Susana es un retrato ácido, febril y cuasicompulsivo, con mucho de humor oscuro y retorcido, de las cada vez menos tradicionales y diversas maneras de llevar una relación en los tiempos del postmodernismo, o algo que podría catalogarse como: “idea de romance al estilo del siglo XXI” técnica mixta.

Escrito por Fabian Quezada Leon
https://cinemagavia.es/me-estas-matando-susana-pelicula-critica/
Cinemagavia
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