Dimanche (C)

“Dimanche” de Patrick Doyon funciona mediante la hipérbole, la imaginación y un estilo de pretendida originalidad donde se recrea un mundo de gigantes que los pequeños, incluido el protagonista, no llegan a comprender. Parece querer unir las tradiciones dominicales (la fábrica cerrada, misa y reunión familiar en la casa del los abuelos) con el punto de vista y visión de un pequeño niño que no entiende esas reuniones y gritos de sus mayores, cercanos a lo graznidos de los cuervos que habitan en las redes eléctricas colindantes.

Mientras que el dinero para los adultos es una preocupación para el niño protagonista se convierte en un juego en las vías del tren. “Dimanche” habla de transformaciones y muertes, como la de los animales en la carretera o esa pobre pescado que intenta salvar su vida pero cae en su propia perdición y decapitación. Obviamente las licencias del corto de Doyon, al que le llevó dos años plasmar sus dibujos para la animación, las proporciona su punto de vista infantil y, al parecer, los aburridos domingos que tenía que pasar en su infancia.

Parece ser un corto que funciona más a nivel personal del cineasta que mediante una conexión con nuestros domingos… y emociones. Lástima, otro domingo será...

Este corto tiene un manejo especial, ya que logra de cierta forma transportarnos a un domingo cualquiera de nuestra niñez, en el que muchas veces nos aburríamos y no entendemos muchas cosas de nuestro alrededor.
La historia no es muy amplia pero es un ejemplo de una simple sinopsis, trama o historia que sin ser aburrida funciona muy bien.
Tiene un muy buen estilo y diseño, que siendo un corto canadiense tiene un aspecto francés por su artístico manejo.
Digno totalmente de su nominación al Oscar.