La duquesa (Miniserie de TV)

A Cayetana no le ha gustado este biopic y ha declarado a la agencia OLE: "No reconozco en absoluto la imagen falsa y tergiversada que ha manifestado esta serie sobre mi vida, que en mi opinión de cinéfila es aburridísima, sin ningún tipo de interés y llena de maledicencias". Más: "Los hechos que se exponen no se corresponden a los que he vivido junto a mi marido, Jesús Aguirre, el hombre que más he querido hasta ahora. Es inveraz tanto el guión como el resto de las escenas, poniendo en mi boca y en la de Don Jesús Aguirre palabras y frases que nunca hemos pronunciado".

Vamos a ver, Caye, vamos a ver. Que tu imagen es falsa y tergiversada y que todo es inveraz es evidente: tu papel lo interpreta Adriana Ozores, que tiene algo así como 30 años menos que tú, y encima la boca derecha. Pero de qué te quejas, mujer, de qué te quejas? Te interpreta una tía que te quita de sopetón casi medio siglo, te colocan cada parte de la cara en su sitio, un tipazo y un estilazo que te mueres, y todo el mundo preguntando: "Y cuándo sale la duquesa de Alba?" Por si todo esto fuera poco a tu hija la duquesita le colocan los diez centímetros de tallaje que tú le escamoteaste al concebirla y le ponen una carita que ni en sus mejores sueños quirúrgico-estéticos ella se ha atrevido a imaginar. Pero qué más quieres, por favor?

Que desde tu punto de vista de cinéfila (por cierto, bienvenida al club) la serie es "aburridísima y sin ningún tipo de interés"? A ver, Caye, Caye, piensa un poco, tú qué interés creías que tu vida podía tener? Ahora te enteras de que tu vida es, aparte de ideal para echar unas risillas a cuenta de tus idas y venidas con tu novio Alfonso Díaz, el funcionario sin funciones, una vida más ridícula que otra cosa? A ver si a estas alturas vamos a necesitar un psicólogo, mujer, para asumir esas cosillas.

Pues claro que la serie es aburridísima. No querrías que la hubieran aderezado con peleas, conflictos familiares irresolubles, historias de violencia doméstica, disputas ancestrales, falsificación de obras de arte, fraudes al Erario público... En fin, esas cosillas que suelen animar un montón una biografía. Estoy segura de que a los productores no les hubiera importado hacerla más divertida, pero tendrías que haber colaborado tú un poquillo contándoles ese jugoso anecdotario que seguro que no falla en un sitio tan concurrido como la casa de Alba.

Si en lugar de eso les prestaste tus palacios para que narraran la historia de tus amores con el difunto duque de Alba y alguna que otra charleta con los niños en la mesa a la hora del almuerzo... Qué quieres, Caye? Que te hagan "Lo que el viento se llevó"?

Una historia que no me interesa en absoluto, contada con demasiado respeto y autocensura, maravillosamente realizada y con todos los aspectos técnicos cuidadísimos, pero nada más... O nada menos...
En mi opinión se toman demasiadas licencias y se nos beatifica un personaje que de sufrido, triste y digno de pena no tiene nada en absoluto. Miserias humanas-las de todos-pero con pompa y boato. Y en una familia que de bondadosa, gentil y llana ha tenido muy poco a lo largo de la historia... ¿ Para cuando un biopic generacional sangriento contándolo todo?...
Lo mejor: Además de lo dicho, Irene Visedo, dignísima.
Lo peor: Adriana Ozores, espantosa.
Muy fuerte los mismos actores interpretando 20 años del mismo personaje, muy fuerte...

A veces me cuesta ser neutral con las críticas de otros cuando en vez de criticar un producto parece que lo que importa es la opinión ideológica del que opina. Este dramatizaci'on de los alba es correcta, educada y creíble.
De hecho es tan antitelecinco que parece que la hubiera hecho antena tres, cuando antena tres hizo el bodrio de Felipe y Letizia por los mismos años.
Ambos papeles y ambas actrices son excelentes aunque la que hizo de duquesa joven me parece demasiado moderna, a algunos les parece aburda la duquesa de finales de los 70. Pero al ver la actriz no puedo dejar de recordar la envejecida señora que se solía ver en la portada de la revistas y bueno esa era la idea.
La duquesa es lo que es, una producción rosa para televisión, para hacer de maruja por la tarde. En esa labor es excelente, de hecho de lo mejor que ha hecho telecinco en televisión, pero al ser lo que es; carece de toda polémica y obviamente inventa u omite cosas para crear el cuento de hadas que la vida de la duquesa permite imaginar.
Si la vez sabes a lo que te atienes, no esperes la polémica que otros esperarían del canal de Berlusconi.
Realmente me cuesta creer que telecinco pueda crear un drama real (bueno casi real) rosa al mismo nivel de la tele americana o británica, pero una vez quise ver televisión en Español y dí con esto y me entretuvo toda su duración, eso es buena tele. Disfrutenla.

Biopic sobre Cayetana Fitz-James Stuart: la XVIII Duquesa de Alba, y la mujer con más títulos del planeta y más tierras en España.

Vaya por delante que "La duquesa" es un telefilm capaz de superar a la media gracias a una cinematografía imponente, a unas interpretaciones notables y a una dirección pertinente que hacen de esta TV Movie algo agradecido y tolerable.

Ahora bien, tanto esfuerzo a nivel artístico no parece ser suficiente para contrarrestar una premisa endeble, con un libreto gris de desarrollo mediocre (por desgracia esto no es "Downton Abbey", y en "La duquesa" nos encontramos con una exposición superficial y suave de los hechos), y hacer de "La duquesa" un producto audiovisual destacado y memorable que sobrepase el simple entretenimiento.

Porque el problema de "La duquesa" es que nos narra la vida de una noble de rancio abolengo y el como cuida sus millones... y eso es escasamente relevante para el espectador y aun menos interesante (también contribuye a ello que el progreso en el guión no se esfuerce por aportar una sustancia que la premisa no posee). Observar los ahogamientos de la Duquesa en vasos de agua resulta algo tan exiguo como absurdo (y a veces incluso insultante, pues con los enredos y dramas que se viven en el día a día, difícilmente a la audiencia nos puede parecer un dramón que a una señora le tomen prestado un cuadro durante unos meses... por mucho que se adorne el melodrama). Y es que tiene mucha más enjundia y emoción la vida diaria y rutinaria del españolito de a pie que esta vida. El vivir en un palacio de mobiliario añejo, casarse un par de veces, conservar los millones heredados, ponerse mantilla e ir a los toros (confieso que con estas dos últimas cosas soy incapaz de empatizar como espectadora) no tiene el fondo ni la fuerza necesarias para crear una obra de arte a nivel argumental.

Y así, entre conversaciones banales entre nobles y amoríos "rosas" tan profundos como el "Salvame" se hace difícil un impacto o implicación total del espectador que, tras visionar "La duquesa" tiene la sensación de haberse distraído con una trama olvidable que no deja ningún poso o ganas de revisionarse.

Lo bueno es que, tanto la elección del reparto (como siempre destaca Adriana Ozores (del todo caracterizada como la duquesa de alba de los 70), que vuelve a enaltecer con fuerza, carisma y robustez un largometraje mediocre) como la envoltura a nivel plástico tienen el nivel suficiente como para atrapar al espectador en los minutos. Salvador Calvo, sin destacar en su realización ni mucho menos, ofrece una buena elección de planos y una adecuada edición. Y el telefilm presenta una fotografía apropiada y estilosa, con un maquillaje ciertamente loable.

El acierto del casting es otro de los alicientes de "La duquesa". Irene Visedo resulta natural y oportuna en su rol de joven Cayetana y los secundarios que acompañan (Roberto Enríquez como impávido marido por conveniencia, Carlos Hipólito como envalentonado intelectual o Carmen Sánchez como pequeña duquesa) encajan como guantes en sus papeles sin ser el sumun del carisma. Pero quienes elevan el metraje son los carismáticos y versados Manuel De Blas y Adriana Ozores, capaces de brillar en papeles tan tontorrones como éstos.

En definitiva "La duquesa" es un producto de ficción mejor de lo esperado: sobrio y nunca demasiado idiota ni exacerbadamente ñoño, con estupenda envoltura y puesta en escena, y con actuaciones competentes. Pero siempre lleva el peso de tener poca calidad a nivel argumental... un argumento que deja un distraído melodrama rosa, pero que jamás transmite que haya algo detrás de ese cotilleo "de corazón" tópico.

Lo peor: La premisa y el escaso esfuerzo por convertirla en una trama profunda e intrincada. Su corrección política.
Lo mejor: Adriana Ozores y Manuel de Blas.