Dolls

El genial director Stuart Gordon, uno de los principales culpables de la genial Re-Animator, probaría suerte (sin igual éxito) 2 años después con esta película que si bien no da miedo como tal puede llegar a incomodar a más de uno.
La película cuenta con una camuflada historia infantil de amor a los juguetes en general y del síndrome de Peter Pan (por llamarlo de alguna forma), con la clásica moraleja de no envejecer a pesar de la edad que se tenga y no perder la ilusión de ser niño. Contrasta así con esta idea el resto de la película, siendo una cinta de terror con efectos curiosos aunque no del todo buenos. es quizá este contraste su principal arma, aunque es de doble filo. Evidentemente la película no es aconsejable para todos los públicos y los niños, que son los que más pueden aprender de la citada moraleja no deben verla. Sin embargo, aquellos que vean la película no buscarán la idea que se les propone y no deja de ser algo totalmente anecdótico cayendo su mensaje en saco roto.

Como película, es entretenida, pero no deja de ser una película de terror más de los años '80, habiendo por tanto miles de opciones mejores del mismo género y década, pero no deja de ser un elemento a tener en cuenta para aquellos que hayan visto hasta la saciedad las sagas de Pesadilla en Elm Street y similares.

Más allá de ser una cinta de terror, hay de fondo una discreta crítica hacia el hecho del mal cumplimiento del rol de padres y hacia la corrupción de corazón que el ser humano sufre al hacerse adulto.
Claro que la cinta tiene algo que ver con la sensibilidad y la inocencia propia de los niños, ya que el argumento nos adentra en una historia donde unos juguetes especiales se “portan” bastante mal con aquellos adultos que maltratan a los mismos, sembrando el horror en una casona abandonada en el medio del bosque.
El filme es sugerente desde sus escenarios, también hay un correcto tratamiento desde los efectos especiales muy artesanales para dar vida al elemento sobrenatural que hay detrás de los muñecos vivos.
No obstante es una cinta a la que se le nota el bajo presupuesto, se desnuda también su rusticidad narrativa y además es innegable que a la película no le sobra nada de calidad artística desde las interpretaciones.
No obstante ello, la oferta es aceptable porque tiene algo de humor negro y dosis de macabro horror, una discreta reflexión hacia la actitud de ser malos padres y hacia la perdición moral y de corazón que muchos adultos manifiestan, y también cautiva desde los escenarios que surgen de los recovecos de esa vieja casona donde se despliega el conflicto argumental.

De aquellas películas que jamás podría alguien como yo, olvidar. Simplemente representa en gran parte (junto a otras películas), toda mi niñez, y lo que necesariamente soy ahora.

La he visto poco mas de 10 veces, y sigo haciéndolo con todo gusto y placer, desde los 5, 6 años de edad que tenía cuando la ví pro primera vez, y hasta hace unos meses que le he vuelto a ver, y sigo pensando lo mismo: Treídante película, que uno que otro error, y uno que otro actor fallando, pero en fin, que el recuerdo, el terror, la historia casi poética que pude ver siempre en ella, me acompañará, por el resto de mi vida.

Si no la has visto, y tienes mas de 10 años, alejate totalmente de ella, la incompresnión será mutua.

Parece la típica historia de supuesto terror, pero ese efectillo caduco en la animación de los muñecos, la hace sentir más artesanal, incluso más real, y extrañamente atrayente, algo así como muchas series-b, y que ahora son tan bien criticadas.

7.3/10

No es un juego de niños, pero si es para niños.

Curioso relato de terror que presenta la historia de una familia que se resguarda de un temporal en una casa donde los dueños coleccionan diversos muñecos de juguete.

Los responsables de la película explotan uno de esos extraños temores que tiene mucha gente, el miedo a los juguetes, en una película que presenta un argumento sencillo y eficaz. Posee un toque cómico acompañado de instantes de tensión, dejando claro que no se toma en serio a sí misma, razón por la cual la película funciona perfectamente.

Cuenta con unos efectos especiales artesanales muy trabajados y convincentes en su resultado final, con un notable trabajo de manos, con el que consiguen dar vida a toda una galería de juguetes. Se sigue con facilidad y en todo momento se respira una sensación incomoda que hace que el interés del espectador no decaiga en ningún momento, ofreciendo un pequeño relato de terror satisfactorio.

Los intérpretes del relato cumplen su cometido, pero es innegable que se llevan todo el protagonismo los muñecos que habitan la casa y sus dueños, unos personajes realmente inquietantes. En algunos momentos peca de simple y de tomarse demasiado poco en serio a sí misma, pero es un mal menor si tenemos en cuenta el mensaje que pretende trasmitir, un mensaje claro y evidente, donde se apuesta por la inocencia de los niños, con una lectura inquietante, donde el espectador encontrará un desenlace extraño al tiempo que satisfactorio al tratarse de una especie de cuento de terror para adultos.

En resumidas cuentas, Dolls se erige como una especie de cuento de terror infantil que hará plantearse numerosas cosas a los adultos. Se deja ver y se disfruta, si sabemos lo que vamos a ver.

Quizás una de esos clásicos de culto dentro del género y especialmente en esa subcategoría tan explotada como son los muñecos diabólicos. Y lo cierto es que es una de las más gratificantes a pesar de no contar con muertes excesivamente grotescas, pero la idea detrás de todo (el porqué, el cómo...) es bastante destacable.

Gana puntos además gracias a las adorables actuaciones de Carrie Lorraine y el recientemente fallecido Stephen Lee.

Sin duda un "must see" para los amantes del terror.