Que se mueran los feos

"Hacemos cine pensando en la Televisión", con estas palabras se despachaba el presidente de Antena 3 Films, tras la presentación de la película en el Festival de Málaga. Se agradece la honestidad, aunque sería ridículo negar lo evidente. Antena 3 tiene claro que quiere hacer cine para el público de la televisión, para el que sigue sus series, para los adolescentes que abarrotan la alfombra roja a la caza de autógrafos de los actores de la cadena. Cine para quien le gusta la televisión, cine para quien no le gusta el cine.

Que se mueran los feos, podría ser un episodio piloto de cualquier serie. Inspirado en las sitcoms como 7 vidas (del propio Velilla). Es una película que gira alrededor de dos feos (encarnados por Cámara y Machi), pero el problema es que se sienten feos por dentro y es injusto que el detonante que cambiará su vida se vea ligado a la compasión de su entorno. Su originalidad se centra exclusivamente en el entorno que se desarrolla, un pequeño pueblo dónde la intimidad entre los diversos personajes propicia los conflictos que hacen avanzar la acción. La trama no es mas que una serie de gags engarzados uno tras otro, que funcionan con discutible eficacia. Se deja ver e incluso arranca varias sonrisas, muy al estilo de "Fuera de carta".

Es difícil hacer una película de risa (made in Spain) con un fondo que conecte con el espectador, sin recurrir a los tópicos, a las gilipolleces y al lenguaje ordinario y precario de siempre, y más en este caso, que el tema central no es para reír, pero la complicidad de los actores y su acierto hacen que te creas los diferentes episodios que se cuentan.

La verdad es que el feo, la fea y el tonto son un trío cómico que divierte sin esfuerzo alguno. Con naturalidad. La chica y su relación con el cura se acepta sin más; los amigos despiden simpatía, el tío de Eliseo ocupa su lugar a la perfección con ese gran hacer de Juan Diego, y las mujeres están soberbias por lo que, al principio, parecía una cinta floja, termina levantándose y cuajando maneras con sencilla emoción, con su mensajito y echando el cierre con sonrisas.

El tonto es un personaje muy logrado. Supongo que muchos lo tacharán de penoso pero, coño, tiene un alma a su modo de ser que hay que apreciar. Igual que el personaje de Eliseo, sus apariciones a duo tienen su valor y cierta complejidad; a base de complicidad.
Haciendo un reseso con calma, puedes ver que toda la gente del pueblo tiene su fuerza, aun en situaciones muy vistas, pero creo que se enganchan muy bien unos con otros. Hay chispa; chispa de la buena.

Sin ser original, todo parece fresco. Alegres canciones, bonitos parajes y algo que, repito: es difícil, no deslumbrando, hace que se pueda ver sin renegar.

Algunos críticos han calificado "Que se mueran los feos" como una comedia rancia y casi del "landismo". Pues bien, si fuera rancia, no tendría gracia y aquí hay momentos de verdadera carcajada (atención a cada intervención de Julián López, que da mucha vida a la película). En cuanto a lo de tomar las de Alfredo Landa como referente, yo más bien diría que Nacho García Velilla ha reinventado el género de la comedia rural costumbrista, adaptándola a tiempos modernos y con una realidad social agridulce que existe le pese a quien le pese. Pienso por ello que el "Eres tú" de Mocedades es un tema muy bien elegido para simbolizar lo que pretende la película, con un colofón coral digno de reseñar como culminación a esta historia. La música de Juanjo Javierre, al igual que ya sucediera en "Fuera de carta", constituye un complemento muy bueno para ello.
Magnífico Javier Cámara (que ha crecido mucho como actor), rodeado de unos secundarios de excepción cada uno en su papel (incluso el "chulito" de Hugo Silva realiza un rol muy a destacar y aquí está algo más "afeado"). Mérito también para Carmen Machi, con la que terminas empatizando a pesar de ser una actriz que tampoco me gusta demasiado. Juan Diego se basta solo en esos monólogos sermoneadores que suelta y yo resaltaría también en esta comedia a Tristán Ulloa e Ingrid Rubio. Quizá lo de Kira Miró es engañoso, porque aparece muy poco rato; pero en general todos consiguen que "Que se mueran los feos" esté a la altura de la premiada "Fuera de carta" con una temática distinta y un guión que da la vuelta al enredo con mucho ingenio.
Reconozco que tal vez no soy tan objetivo como quisiera, pues esta película se rodó en Huesca y su provincia, e incluso conozco a gente que aparece en ella. Por ello no voy a darle el sobresaliente, pero sí creo que se merece el notable.

Casi me da miedo con lo que leo recomendar la peli..estoy algo afectada.. me ha provocado una crisis personal:
seré muy plana? (como ser humano ,se entiende), seré muy fácil? (como espectadora, claro) me pilló en uno de esos días? (tontos que uno se ríe de cualquier tontería , ¡digo!)

Leyendo las críticas me doy cuenta de que no tengo criterio y que sólo veo bazofia televisiva y seguramente por eso o por las cachas de Hugo silva me ha gustado la peli ...y yo sin enterarme!!!!
No le doy más vueltas, no gastaré mi dinero en sicoanalistas! aceptaré mi simpleza y desterraré de la cartelera todo aquello que mi pequeño intelecto no pueda captar, vamos, de Daniel el travieso para abajo !poco más.

A pesar de ello me confieso, me partí con esta película,( y por lo que oí el resto del cine y eso que todos habíamos pasado la adolescencia hace tiempo) que gusto! ver algo tan desenfadado,divertido, entrañable,tierno...

Ya sabemos todos lo que vamos a ver . No es incompatible que te guste una película en arameo antiguo y ésta (no pasa nada,la gente te saludará , tu familia te querrá, seguramente ni lo noten, tú puedes!!!!) todo tiene su momento y a veces no por ser más profunda llega más. Esta película con su sencillez te emociona.

En contra?: vale! no dura tres horas , no hay personas atormentadas por la guerra de Iraq, no salen japoneses, no es subtitulada, no hay encuadres raros se ve y se oye bien, no tiene varias lecturas ni dimensiones y no hay que verla 6 veces para entenderla.

En todo caso como estoy segura de que hay más gente como yo ( o estaré en peligro de extinción?) , me voy a arriesgar y a recomendarla, (shhhhhh ...y mucho) no me malinterpretéis, es lo que es. EL entorno aragonés precioso (ahí no puedo ser objetiva así que no incido) los personajes realmente graciosos..Juan Diego y Julián!! qué rico!

Que parecen gags de serie de tv ? puede, pero si es así vivan las series de tv!!!!!! pero las buenas...!simplones ... quizás!! pero con criterio...

PD: vaya por delante que no puedo con Aída ni Carmen Machi me hace especial gracia pero al césar ...
perla de sabiduría 1: no sólo de pelis coreanas vive el hombre
perla 2:coreana no siempre es sinónimo de buenísima
perla 3:que no se entienda y apenas vea no quiere decir que sea obra maestra
perla 4: las españolas suelen ser malas... pero no siempre. Abramos nuestra mente y nuestro monedero
perla 5:un gran hombre puede ver el condemor(difícil) y leer a Saramago, quizás lo primero le relaje para adentrarse en lo segundo

Hay muchas cosas que enfrentan a los pueblos españoles y de las que no se hacen películas. Por ejemplo, la conocida rivalidad que existe desde tiempos inmemoriales entre Villarota de la Pichincha y Caganar de la Cogorra, pueblos que fabrican, con idéntico mimo y afán, un espectacular salchichón de cabrito por cuya causa se producen no menos de diez bajas al año entre los habitualmente pacíficos habitantes de estos pueblos. Existen muchos otros casos, porque las gentes españolas son tan comodonas que por no salir al extranjero, se inventan todo tipo de excusas para odiarse con el vecino de enfrente que está más a mano.

Pero los españoles también saben ponerse de acuerdo de vez en cuando, no sólo cuando juega la selección, que ese ya es otro tema. Los españoles se unen para pocas cosas, pero la más relevante de ellas se encuentra en la razón de ser de "Que se mueran los feos". Un películón español con actores de los de siempre, mucho humor progre y pseudovitalista y tetas. También sale Javier Cámara, que en todas las películas en las que hay un personaje gay o sale él o lo interpreta él.

Bueno, me centraré en lo más importante de la película. "Que se mueran los feos" invita a un deporte nacional muy placentero que tanto une al saleroso gaditano como al tristón gallego, al austero segoviano, como al chulesco madrileño: reirse del tonto del pueblo. A veces no es literalmente el tonto: a veces es el feo, el rarito, el sordo o el paralítico, pero el concepto es el mismo. Y "Que se mueran los feos" invita a los españoles a sentarse en la misma mesa, donde el único no invitado es el pobre hombre del que se han mofado.