Toto el héroe

Creo que el sentimiento de proceder de otro planeta, de haber sido transplantado en el seno de la familia que no correspondía es algo connatural a la mayoría de los seres humanos; el belga Jaco Van Dormael lleva hasta el extremo este sentimiento convirtiéndolo en una fabulación fantástica y un poco efectista que empieza muy bien pero que se queda a medio gas a partir de los veinte primeros minutos.

La sucesión de catastróficas desdichas de Totó/Thomas aburren de forma inversamente proporcional a la utilización de unos recursos visuales y sonoros muy bonitos pero bastante superficiales que puede que impriman fuerza a lo que se ve, pero restan carácter a lo que se narra.

Lo mejor son las ensoñaciones bogartianas de Totó, la escena de Alice con la Virgen y la vaca interpretada por su adorable hermano Celestin.

Curiosamente un año después de "Totó le héros" sale una película que podría ser como su versión corregida, aumentada y definitivamente mejorada. Me refiero, claro está, a "Léolo". Haberla visto antes que ésta me ha impedido quizás apreciar su orginalidad, pero aún palidece ante la enfermiza obra maestra de Lauzon.

Genial y emocionante película que destaca entre las películas europeas de los 90 por su frescura y absoluta originalidad creativa.

La historia cuenta la vida de un a través del tiempo, hasta que es un anciano plagado de recuerdos y vive recluído en un mundo de rencor, hasta que culmina su plan.

Tiene la magia de las mejores películas de fantasía sin dejar de ser un tremendo drama. Nuestro Javier Fesser ha tomado buena cuenta de ella en el maravilloso aspecto visual.

¡La gran noticia del día! debería escribirse con llamativos titulares, Totó fue un héroe, como en las viejas películas.

El anciano, lejos de un ataque de senilidad, tuvo una temprana revelación, no vivía su vida, al nacer presenció el intercambio desde la cuna con su vecino de la casa de al lado, y creó al villano que todo héroe debe combatir. Siempre hubo una chica, con distinto nombre en cada época, pero con una misma sonrisa que venerar, y una suerte que digerir, con la idea de tener una que no es propia si no impuesta.

Teníamos un qué y también un cómo. Avanzando la historia se nos ofrece un cuando, pues con la madurez adquirida con el paso de los años, Totó despertó una mañana con la simple intención de recuperar su mundo perdido. Así, como si de una novela negra se tratara, salió de su último hogar ataviado con una gabardina, un sombrero y un bigote, con un arma cargada con peligrosa munición, los recuerdos, y la intención de cumplir con su mayor objetivo, su promesa personal, una única vida para un héroe.

Conocemos al inocente niño Totó y sus imaginativas hazañas, al perdido adulto Totó y sus imprescindibles aventuras, al cabreado anciano Totó, rememorando todo lo vivido y lo que queda por hacer. Todos ellos viven en un tiempo indeterminado, todos mezclados como ensoñaciones y risas infantiles en un rostro arrugado.

La venganza se enfría hasta un nuevo final, Totó quiere cumplir con su mayor deseo, y al fin se decide a ser tan valiente como para enfrentarse a si mismo y a los grandes momentos que ha disfrutado su gran enemigo. Tal vez sea cierto, y sólo cuando como ancianos nos podamos mover, seremos capaces de aprender a ser niños de nuevo.

Totó fue un heroe desde el momento en que escapó del fuego.

No pudo volar hasta después de viejo porque su madre siempre le dijo que era peligroso. Su papá, que compartía nombre con otros tantos, pero que era único, desaparecía todos los días detrás de la puerta, hasta que dejó de hacerlo. Su hermana era la luz, y amenazaba a la virgen si algo no salía como ella esperaba. Y Alfred, su archienemigo, no era más que una proyección de él mismo, con un coche más grande pero igual de reluciente.


Totó creció y los colores se mancharon. Ahora sólo queda Thomas. Cartógrafo. No soñador, ya no.

Evelyne sólo podía ser ella misma. Y Thomas comenzó a fumar.

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Ya viejo, Totó regresa con su gastada gabardina y pretende recuperar lo que es suyo por derecho propio. Vivir de verdad, de una vez por todas y para siempre.

Totó el héroe es una peculiar y a su vez una película un tanto extraña, una historia extraña y peculiar en su narración.
Un hombre ya maduro que vive en una casa de ancianos quiere vengarse de aquella persona que le robó su vida y su amor, quiere vengarse para así ser feliz.
A lo largo de película se dan saltos a lo largo de la vida de nuestro protagonista y de esta manera podremos imaginarnos el pensar y sentir de este personaje tan peculiar.
En algunos momentos la película puede resultar interesante y en otros bastante extraña además de un poco cansina por tanto salto en la vida del protagonista habiendo incluso algunos elementos innecesarios para la narración de esta historia.
No me ha llegado al corazón pero se ve sin problema.