Kanon (Serie de TV)

Kanon, la última serie de Key (El estudio que ha realizado también Air TV o Clannad, dos obras maestras del anime) me volvió a impresionar con este anime que, a pesar de seguir un esquema parecido al de sus otras obras, fue impactante, impredecible y con una carga de alegría que consigue solamente que pongas más atención a los grandes golpes dramáticos que tiene el anime.

La historia se desarrolla por "sagas", iniciando y terminando historias de las diferentes mujeres que va conociendo el protagonista, siendo la más importante y profunda la que cierra este excelente anime.

Esta vuelta del clásico de KEY es una muy buena e interesante revisión de aquella serie que tanto hizo sentir a los que la vieron y supieron disfrutarla. Aunque yo, personalmente, me siga quedando con la del 2.002, ésta no me disgustó como para rechazarla.
En general lo que se hace es llevar a cabo una profundización en la relación de los personajes, en sus sentimientos, en cabos sueltos que no pudieron ser atados en la versión del 2.002, en desgranar poco a poco el mundo de fantasía en el que está inmerso Yuuichi y las chicas de su alrededor.

Como dije de la anterior "Kanon", las historias de Makoto y Mai me parecieron demasiado torpes e infantiles; puede que para una niña de 11 años estén bien, pero teniendo en cuenta lo que se nos cuenta después con Shiori, Akiko y Ayu, esas dos primeras, con el zorro que se convierte en niña y con la chica que caza demonios imaginarios, el resultado hubiera estado mejor si se hubieran hecho de una forma más seria y menos fantasiosa. Efectivamente, las de Mai y Makoto son demasiado pobres y estúpidas para mi gusto, la de Ayu es la más bonita y la más realista y adulta es la de Shiori, la mejor.
En lo que si se aventaja esta versión es que dilata los sucesos, y al espectador, tras emocionarse con un momento triste, le da tiempo de recuperarse de nuevo volviendo a situaciones de pura risa, al contrario que la "Kanon" antigua, donde la desaparición de Makoto, el reencuentro entre Shiori y Kaori o el atropello de Akiko se desarrollaban casi correlativamente y yendo a un ritmo mucho más acelerado.
Además, hay más interacción de personajes secundarios, los cuales en la otra quedaban relegados y tenían muy pocas apariciones y frases.

Ahora, en lo que sí me decepcionó fue en algunos momentos clave de la antigua, que hacían que se te saltaran las lágrimas, y que en esta versión, sabe Dios por qué, se los cargan, y sin piedad (los describiré mejor en la Zona Spoiler).
Aparte de algunos cambios en la forma de ser de los personajes, todo sigue igual: el adorable "¡uguu!" de Ayu, la mala leche de Makoto, la falta de tacto de Mai, las bromas de Yuuichi, esa coletilla de Shiori "no me gusta la gente que dice cosas así", la desgana de Nayuki al despertarse por las mañanas, etcétera, etcétera.
El diseño, obviamente, es incomparable; donde antes había un sencillo 2-D, ahora hay sensación de profundidad, texturas más cuidadas, diseños de rostros y ojos mil veces más avanzados...pero todo eso no importa si la trama no te cala, y a mí esta no me ha calado como lo hizo la antigua.

Me ha gustado, no hay que negarlo, pero no como para ponerla por encima de la clásica, que para mí, ha sido una de las más bonitas series de anime que se han hecho.