Masacre en el pozo de la muerte

Bastante mediocre western, de serie B en cuanto a presupuesto, guión y, me temo, ambiciones artísticas.
Parece que esté pensado para los programas dobles de la época, tal es su poca enjundia cinematográfica.
Los diálogos son pobres, a veces rayando en lo ridículo, y los personajes, salvo el de Barry Sullivan, que lo hace como siempre bien, carecen de entidad.
Las disquisiciones éticas relativas al pasado de los dos reos a los que les llevan hacia la horca, no tienen la fuerza suficiente y queda muy light, casi casi cayendo en la explicación infantil (cuando habla el personaje del estupendo característico Jack Elam, de su pasado, cuando era niño y por ser feo no le quería nadie ni nadie le miraba a los ojos...).
Lo mejor, sin echar cohetes, son las escenas de acción entre los rostros pálidos y los pieles rojas, al menos interpretados realmente por verdaderos indios nativos.
También destaca la fotografía a todo color de William H. Clothier, que realza los exteriores de Kanab, Utah, USA. La pena es que, estando rodada originalmente a toda pantalla, en la cadena de televisión donde la vi solo la respetaron en los títulos de crédito iniciales. En fin, lo de muchas veces...

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Me gustan los westerns de indios. Mucho más que los de agricultores y ganaderos, los de la Guerra de Secesión, los de pistoleros, y no digamos los de mexicanos del spaghetti western. El indio, el piel roja, posee un no sé qué ominoso, siniestro, amenazante, algo que debe remover mis temores más primigenios. Aportan un toque misterioso y prometen una muerte peor que cualquier otra. Masacre en el pozo de la muerte es una de indios, y la hemos visto muchas veces: grupo variopinto de blancos acosados y perseguidos por partida de "salvajes", que los van eliminando uno a uno. Hasta ahí, ninguna novedad. Hay un apuesto oficial de la Caballería, un par de prisioneros camino de su juicio, y probable ahorcamiento, dos mujeres muy diferentes, el antiguo interés amoroso del oficial y una mexicana que no sabemos muy bien a qué se dedica, aunque lo intuimos, el nuevo galán de la primera, un seboso mercachifle que vende a los indios whisky y rifles, y un sheriff. Los otros van cascando lenta pero incesantemente. Lo interesante es el estudio de las relaciones entre los personajes y el intento de dotar a todos de cierto empaque psicológico, más allá de los estereotipos. Hay persecuciones, tiroteos, intriga, suspense, todo bien servido por la cámara del gran William Clothier, pese a que la copia emitida por la 2 era para echarse a llorar, y una adecuada partitura de Paul Dunlap, si bien podría haberse ahorrado los coritos celestiales. El reparto es potente: Barry Sullivan y Jack Elam, los presos, siempre eficaces en sus cometidos; Dennis O'Keefe, galán alto, corpulento y guapo, con 279 créditos en su filmografía (se dice pronto). Las chicas son Mona Freeman, muy mona, en efecto, y Katy Jurado, de la que siempre he sospechado proezas sin cuento en el lecho (y si no, que se lo pregunten a Ernest Borgnine). Y los secundarios al punto, como siempre. O sea, no aporta nada, aparte de hora y media de entretenimiento sin mácula. Con eso me basta.

Primera película del montador de la excelente y mítica "Amanecer" de W.F Murnau realizada en 1927 que ve un servidor. Me refiero al director Harold D. Schuster (1902-1986), desconocido director cinematográfico del que de sus aproximadamente treinta cintas dirigidas, ninguna llega a los 50 visionados por los usuarios de F.A. Harold D. Shuster duerme en el olvido. Montador entre 1927 y 1935, se paso a la dirección en 1937, siendo "Masacre en el pozo de la muerte" u/o "Dragoon Wells Massacre" de 1957 una de sus últimas cintas. Realizo otros tres Western de bajo presupuesto, llamada serie B como " Mi amiga Flicka", " Jack Slade" y "El Regreso de Jack Slade".
Como escribo en el título.. Con o Sin enjundia la cinta se deja ver sin demasiado entusiasmo pero resulta ligeramente más entretenida que otras similares de la época. La presencia de Jack Elam, Katy Jurado y Barry Sullivan es lo mejor, junto a una estimable fotografía y una aceptable banda sonora. ¿Los Dialogos?- Bueno.. ¡Normalitos con o sin Norma que data de 1957!
Saludos Constantes y Cordiales

Nos encontramos ante una de esas películas que parecen muy básicas y sencillas pero que consiguen funcionar estupendamente, desarrollando la historia de supervivencia por parte de un grupo de hombres y mujeres que ven como están siendo asediados y perseguidos por la eterna presencia de los apaches.
Masacre en el pozo de la muerte, ofrece un relato fácil y sencillo de seguir en el que los protagonistas deben sobrevivir adaptándose a las condiciones de la convivencia entre desconocidos, dando paso a diversos conflictos entre ellos y a una clara y efectiva presentación de personajes que se convierten en auténticos motores de la historia que se presenta.
Notable y acertada introducción y desarrollo de personajes, dejando claras las intenciones y finalidades de cada uno de ellos, logrando ofrecer un trabajo agradable de ver y de seguir hasta su desenlace.
Masacre en el pozo de la muerte, queda como una demostración de la magia del cine clásico en el que se ofrecían grandes historias, a partir de pequeños personajes que inundaban el conjunto de un encanto especial.

No es jorobado ni estamos en Notre Dame. Se trata de Tioga (Elam), que marcha en el carro-prisión "Dandotumbos", como así se llama el vehículo que debe conducirlo ante Isaac Parker, el "Juez de la horca", con el desenlace que es de suponer.
¿Su pecado? "Los problemas se plantean con facilidad a los hombres feos". Desde niño, incluso con su madre, "Todos pensaban que por ser feo ya era malo". Otra vez el rostro como presunto espejo del alma.
En "dandotumbos" marcha también Link Ferris (Sullivan), un pistolero, jugador y valiente que se juntan con un oficial de Caballería (O'Keefe), un marshall y un seboso sinvergüenza que vende armas y whisky a los apaches de Garra Amarilla.
Completan el cuadro dos mujeres bien distintas y bien bellas, Ann (Freeman) y Mara (Jurado), que se las tienen tiesas en más de una ocasión.
Buen comienzo con excelentes imágenes de caravanas moviéndose a lo lejos en bonitas panorámicas. Pero desgraciadamente la acción decae pronto y tarda en recuperar el pulso hasta el ataque final.
Una de indios que no está mal. Un guion solvente con una realización algo más floja. Bien perfilados las personalidades de los dos presos. Especialmente Tioga, pragmático, "Prefiero morir con una pistola en la mano que con una soga al cuello", pero también tierno. Tendrá la fortuna de encontrar su "Esmeralda" en una huerfanita que lo acabará adorando.
Música pegadiza, interpretaciones correctas con los indios al fondo como meros decorados.
Cinta interesante que recomendamos especialmente a los seguidores del gran Jack Elam. Que también los tiene.