El practicante

El mundillo de las ambulancias, donde se tiene que ver de todo, siempre es un buen filón. Ahí está “Al límite”, con Nicolas Cage, por ejemplo.
Pero esta película, aunque al principio parece que va de ese palo, en realidad trata de la deriva psicológica de este practicante, pero tampoco por su trabajo, sino por un accidente y ciertos problemas de pareja.
Mario Casas, con un aspecto más envejecido (barba y entradas), no me parece un gran actor, pero tampoco lo hace mal en esta ocasión. El actor consigue que su personaje nos caiga realmente mal.
La película llega a ser lo suficientemente interesante para llegar al final y ver por donde nos va a salir este hombre con sus paranoias. La verdad es que es un thriller que, aun teniendo algunos clichés, no es del todo previsible, lo cual siempre es de agradecer en este género.
Con todo, mi veredicto es que no es ni mala ni excesivamente buena. No me ha aburrido en absoluto, pero me parece que en pocos días se me habrá olvidado.

Estoy ya harto de leer críticas despectivas con el argumento de " el guión es totalmente previsible " , " estaba claro lo que iba a pasar " , " un final ya visto cientos de veces" ... ¡Dios!, da gusto la cantidad de gente lista que hay en este país.

Pues bien, lo que yo creo que sucede en realidad es que en este país hay mucha más envidia que inteligencia

Y, como es lógico, los inteligentes suelen ser los que diseñan, ejecutan y desarrollan las cosas y los envidiosos los que las usamos, las disfrutamos, las consumimos y luego resaltamos sus pequeños defectos y las criticamos.

También se explica que no haya mucha gente capaz de crear cosas bellas. Estoy seguro de que va a ser una de las mejores películas que voy a ver este año.

No me puedo creer que a fecha de hoy esta película sólo tenga un 5,2.

Netflix ha estrenado otro thriller español, y después de la experiencia que tuve con la muy decepcionante Hogar (también con Mario Casas), no las tenía todas conmigo. Sin embargo, he dejado los prejuicios a un lado y he decidido aventurarme en este thriller de apenas hora y media, con la promesa de ver a Mario Casas en un registro diferente (las recientes comparaciones que se le han hecho con el infinitamente superior Christian Bale, mejor las dejamos a un lado…).

Pues no me voy a andar con rodeos. Una vez vista, puedo confirmar que es mucho peor que Hogar, qué ya es decir, siendo una mediocre cinta, que se queda en tierra de nadie y que ni tan siquiera destaca por la cacareada labor interpretativa del señor Casas.

La película cuenta con el acierto de su corta duración, cosa que se agradece, ya que más minutos hubiesen sido todavía más suplicio para el espectador. Al menos han tenido miramientos en ese aspecto, aunque aún así el relleno campa a sus anchas (el personaje de la enfermera y sus escenas). El trabajo tras las cámaras del director tampoco se puede alabar, al ser un producto intimista (sucede casi todo en el mismo espacio) y que no destaca en absolutamente nada. La podría haber dirigido cualquier otro que no se notaría la diferencia, siendo un trabajo rudimentario y carente de garra.

Tampoco ayuda que el film sea tan similar a producciones como Mientras Duermes o la reciente Hogar. Recuerdo que fui especialmente duro en mi reseña de esta última, pero al menos aquélla intentaba ofrecer algo más novedoso (a pesar de las similitudes con Parásitos), mientras que El practicante es un insustancial thriller, que se podría haber estrenado hace treinta años que nadie notaría la diferencia y que no aporta absolutamente nada al género.

Y es que en este tipo de historias es imposible empatizar con los personajes protagonistas, como es el caso del interpretado por Casas, un ser mezquino e insufrible, haciendo que todo el ambiente de la película sea malsano. Supongo que esa es la intención de sus tres guionistas (sí, habéis leído bien, tres…), pero yo no compro, y menos cuando nos vuelven a ofrecer otra relación tóxica de las de toda la vida. Ya satura el tema… y brilla la originalidad.

Se nota un esfuerzo en Mario Casas por ofrecer un registro diferente, pero le sigue costando desprenderse de su toque macarra, que es obvio que forma parte de su personalidad, aunque tampoco sería justo no valorar positivamente su actuación, y más en un protagonista tan complicado y odioso. Convincente, que no es poco.

Muy por debajo está una poco creíble Déborah François, la cual tampoco cuenta con un personaje demasiado agradecido, seamos sinceros. Mucho mejor está una casi fugaz Maria Rodríguez Soto, en un personaje muy secundario y siendo una pena que no tenga más minutos, aunque tampoco se puede obviar que, tanto su personaje como sus escenas, están metidas con calzador, siendo otro error del guion.

Soy de los que piensan que el cine español ha evolucionado mucho en los últimos años, gracias a una serie de sobrios y estupendos thrillers, a cada cual mejor. El problema es que últimamente se está abusando de productos como Hogar o El practicante, que son films que todos habremos olvidado al finalizar el año (o mucho antes) y que no aportan nada al panorama cinematográfico español ni al género del thriller.

Creo que Netflix (son suyas las producciones mencionadas) debería tomar buena nota e intentar dotar de más calidad a sus productos, porque se corre el riesgo de echar por la borda todo lo conseguido hasta el momento. Y El practicante es un ejemplo más de cómo no se tienen que hacer las cosas. A no ser que hayáis disfrutado con las cintas mencionadas, no perdáis el tiempo. De lo peor del año.

Más críticas: ocioworld.net

La película tiene un argumento de film de serie b de las tres de la tarde de antena 3. Es previsible y aunque las actuaciones están bien no es nada original y se hace aburrida. No tiene nada de misterio y suspense. Parece que quieren vendernos que por los sucesos que pasan el personaje se vio arrastrado a actuar así pero es que desde el principio ya te parece malo, no empatizas con él. Me parece raro que se prestarán los actores para hacer esta peli de Netflix que como siempre decepcionan.

He leído en algún lugar que lo que se nos cuenta ya lo hemos visto... Por supuesto, después de 125 años disfrutando del cine, nada nuevo se va a ofrecer.

El director, Carles Torras, plantea un guión de argumento sincero; con el cual logra meternos de lleno en el entramado de un depredador emocional.

La diferencia entre EL PRACTICANTE, y otros thrillers, se basa exclusivamente en el tratamiento de la historia. Aquí es el viaje hacia su destino y como se desarrolla, lo que implementa su interés.

Mario Casas, ha construido su papel más complejo, alejándose del tío bueno que llevaba desarrollando desde 2.005. Ofrece una interpretación clásica, interiorizada a través de elocuencias gestuales, miradas, manipulaciones; trasladando al espectador un amplio surtido de sensaciones, que llegan y terminan por erizar tu vello.