Memoria letal

Antes de que Renny Harlin se sumergiera en el fango de forma inexplicable, nos dejó esta película que no pasará a la lista de clásicos del género pero que se deja ver muy bien. Argumentalmente es un collage de otras ideas previas, sobre todo del Universo Bourne muchos años antes de que Matt Damon lo resucitara brillantemente; no se esperen más de lo que hay, es decir, espias, organizaciones gubernamentales malutas y situaciones rocambolescas. En el reparto debe destacarse sobre todo a Jackson, que compone un chulo vulnerable perfecto, y respecto a Geena Davis, consiguió consolidarse como icono femenino de acción, algo bastante dificil. Pues eso, saltos, tiros y carreras bien rodados en la mejor tradición de los 80 y los suficiente para hacer pasar un buen rato al margen de los montajes epilépticos, los zooms y los trampantojos posteriores que acabaron con el género.

Lo que nadie recordará es que al guionista Shane Black le ofrecieron por su manuscrito la suma más cuantiosa de la historia y cuyas cifras ignoro. La trampa o giro argumental se desenvuelven bien como para considerarlo así. Pero solamente sucede en la primera media hora de película; Samantha Caine (Geena Davis), es una madre, maestra y ama de casa que vive feliz con su esposo Hal (Tom Amandes) y su hija Caitlin (Yvonne Zima). En fechas navideñas sufre un accidente y como consecuencia del golpe empieza a percibir de que había tenido una vida anterior (notándolo en su ágil capacidad de manejar un cuchillo de cocina) como agente de la CIA. Para ello le refrescarán la memoria los hombres de Leland Perkins (Patrick Malahide) representados por el implacable Timothy (Craig Bierko), el oculto novio de juventud Luke (David Morse) y el despiadado Jack (Joseph McKenna). Samantha recurre al detective privado Mitch Henessey (Samuel L. Jackson) para que le ayude a descubrir toda la verdad.

Geena Davis, entonces musa y pareja sentimental de Harlin, rompió profesionalmente con el director finlandés debido a la poca recaudación después de su estreno y que ya se arrastraba con la anterior “La Isla de las Cabezas Cortadas”. Pero “Memoria Letal” fluye muy bien en sus secuencias de acción e intriga, por lo que ésta y la anteriormente citada han merecido su puesto de honor en el paso de los años y se pueden considerar de lo mejor de su director que se enfrascaría con la pre-cuela de “El Exorcista” (2004) y nos seduciría con el thriller criminal “Cleaner” (2007).

El guionista y actor ocasional Shane Black volvió a dar otro pelotazo vendiendo el guión de The Long Kiss Goodnight, titulada en España como Memoria letal, por un pastonazo. Ciertamente la trama de su argumento es más de lo mismo y tiene muchas similitudes con las películas de Jason Bourne y sobre todo con 30 minutos para morir. El cóctel de acción y humor funciona no por lo inverosímil de la historia sino por el buen hacer de sus profesionales a nivel artístico y técnico. Los 65 millones que costó la película permiten que tenga una factura impecable en lo relativo a efectos especiales, además entre sus protagonistas hay química y Geena Davis resulta convincente tanto como tranquila maestra de pueblo como por agente letal de la CIA. Samuel L. Jackson aporta la nota cómica de la función. En el reparto también figuran otros buenos actores como Graig Bierko y David Morse que interpretan a los malvados de turno, así como Brian Cox.

Chistes malos, acción sin freno, tiroteos a mansalva y explosiones gigantescas y vistosas con una gran selección de temas musicales para un film tan entretenido como increíble. Su director Renny Harlin sabe como agitar con nervio estos ingredientes y consigue que la película se salve de la mediocridad y no resultase un fracaso del todo. Aunque finalmente terminó su relación con la que por entonces era su pareja Geena Davis a la que también dirigió en el monumental fracaso que fue La isla de las cabezas cortadas.

La película va creciendo de intensidad, a cada minuto mas adrenalina y suspenso.
Entretenida para los amantes del género de acción , el buen entretenimiento donde se realza a la mujer en calidad de héroe.

Renny Harlin siempre tuvo un don. Y ese don era mostrar muerte y destrucción como muy pocos son capaces: planificar tiroteos y saber siempre donde colocar la cámara, conseguir hilvanar set pieces de acción a cada cual más grande y espectacular que la anterior y ponerle la guinda con un clímax final de esos que dejan la adrenalina por las nubes... y de todo eso tenemos en 'Memoria letal': cotas de cine de acción de primera categoría. Ese cine que ya está olvidado.

Del guión se ocupó Shane Black, colocándolo entre los mejores libretos de su carrera y entregando, junto a Harlin, una experiencia llena de adrenalina que merece ser considerada por méritos propios como una de las últimas muescas del viejo cine de acción artesanal que tanto abundaba en los 80s.

En el casting destacó la pareja formada por Genna Davis y Samuel L. Jackson. Geena Davis como una de las primeras y más convincentes heroínas del género que abrió las puertas a otras actrices a tomar las riendas de grandes producciones del género, caso de Demi Moore, Milla Jovovich, Angelina Jolie o Michelle Rodriguez (algunas con más éxito que otras). Por su parte, Samuel L. Jackson dio un auténtico recital como Mitch Hennesey, un antihéroe total que se ve envuelto (sin comerlo ni beberlo) en medio de una absoluta vorágine de conspiraciones, explosiones, torturas sádicas y muerte por doquier…

En definitiva: Una de las últimas muestras de cine de acción hecho a la vieja usanza. Explosiones reales, tiroteos espectaculares, persecuciones en coches que recuerdan a las del viejo cine de sudor y cerveza. Todo ello mezclado con diálogos gloriosos, escenas de tortura y un crescendo de acción incomparable y culminado con un clímax final ejemplar en la frontera entre EE.UU. y Canadá.

-Lo mejor: Todo. Es un film de acción modélico de principio a fin.

-Lo peor: Esa escena de Geena Davis cortando hortalizas como una posesa resulta ridícula.

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