Molly

Buck McKay (Eckart) se ve obligado a hacerse cargo de su hermana autista Molly (Shue) cuando la clínica esta estaba internada hasta entonces es cerrada por falta de fondos. Este suceso cambia radicalmente la vida de Buck, a quien no le es nada sencillo convivir y comprender a su hermana. Tanto es así, que la relación entre los dos es cada vez más estricta y Buck es el corazón y el alma dedicada a seguir a su hermana, ayudándola tanto como sea posible para ponerse en contacto con el mundo que la rodea.
Inspirado en una historia real (ya llevada a la pantalla hace unos treinta años), la película no es más que otro descarado producto hecho a la medida alrededor de su personaje para rasgar con lágrimas y aplausos a su intérprete, que dicho sea de paso, hace una actuación patética. A pesar de tratar un tema delicado y difícil como el autismo, todo es demasiado simplificado y optimista, dando la impresión de forzar la realización de los logros de Molly.

Podría pasar como una película interesante por la temática que presenta. Muy a mi pesar, "Molly" es un film bastante flojo, que durante minutos, especialmente mediada la historia, no explota el drama lo suficiente, sus personajes apenas crean empatía y se convierte en un "entretenimiento" un tanto absurdo.
Es una pena porque las intenciones creo que eran las adecuadas, presentando la situación de la protagonista y su autismo, como su hermano "le medio ayuda" y también como medio se enamora de un chico , que en fin, está ahí. Pero decepciona en general en su apuesta por las actuaciones. Elisabeth Shue la veo a veces incapaz de dotar a su personaje de genio o chispa. Es más su actuación diría que es tirando a lamentable. Tampoco los secundarios suben el nivel mucho que digamos. Una película así de "dramática", si hubiera contado con buenas actuaciones estaría mejor, porque apenas nos emociona algunos momentos del final, y la premisa inicial, la cual no va a ninguna parte por un desarrollo muy mejorable. No obstante, se puede ver. Un 5 raspado que le doy.