El oso Yogui

Película infantil carente de guión, con los tópicos más que visto en estas cintas y el tráiler, una vez más, te cuenta todo. Sólo dura ochenta y dos minutos pero se te hace, a ratos, pesada y no consigue sacarte ninguna risa ni sonrisa. El doblaje no me terminó de convencer.

Lo poco salvable son los efectos especiales; lo bien integrado que están los personajes en el mundo real, notandose que gran parte del presupuesto ha ido a ésto. El 3D, que no es de los mejores, juega con los efectos de que salgan cosas de la pantalla, cosa que se agradece. También es pasable el cortometraje que se proyecta antes.

En fín, una lástima porque, una vez más, cogen algo de nuestra infancia y lo destrozan. Sólo recomendable para el público más pequeño de la casa.


LO MEJOR: A ratos el 3d. Los efectos especiales.
LO PEOR: Todo lo demás.

Digamos que ir a ver esta película es una de esas aburridas obligaciones que cualquier padre de niños de menos de 8 años debe acometer de vez en cuando. Es una producción orientada específicamentepara el público más infantil, así que huelgan críticas sesudas o comparaciones odiosas con los dibujos animados originales de Hanna-Barbera que distrajeron las meriendas de nuestra tierna niñez.

Un guión simplón y plano con unos personajes reales poco metidos en sus papeles (cosa lógica, por otra parte), con un par de osos "made in CGI" bastante resultones y unas aventuras sencillas permitirán rellenar una tarde lluviosa cualquiera, de forma que la chavalería se pase un rato entretenido y los progenitores puedan echar una cabezadita de vez en cuando.

El filme se apunta sin demasiada convicción la estúpida moda del "3D". Salvo un par de escenas, en especial la de los rápidos del río, el resto de la inmersión tridimensional transcurre sin pena ni gloria. Nada que los que ya empezamos a peinar alguna que otra cana no hayamos visto muchas veces.

Lo dicho, para niños.

Y mira que me gustan las películas infantiles, y esta no la trago, no hace nada de gracia, me dormí a ratos, y es insulsa, repudiable, vomitiva, de todo; unos dos días antes de ver ésta vi MEGAMIND y en comparación con esta, Megamind es perfecta, es entretenida, divertida, graciosa, no me dormí, vamos que es un humor que ni a los niños les hará gracia, es estúpida, vamos para bebés de 1 año, o ni siquiera para nadie. Interpretaciones malísimas y un humor insulso. La verdad es que es mejor los pitufos, Rango, Tintín, Hop e incluso hasta la pasable Gnomeo y Julieta. Vamos, la peor del 2011 y posiblemente de las peores si no es la peor de animación o infantil. Y pensar que es el director de Viaje al centro de la tierra que aunque no sea muy buena pero en comparación con ésta, Viaje al centro de la tierra sería un peliculón.
Nota: 1'8.

#Explicación bastarda de la película:

Nada ni nadie puede cambiar las reglas. Los políticos, que ven como ‘estado’
oriundo va directo a la quiebra necesitan un negocio rápido con beneficios.

Las corporaciones se frotan las manos y siempre pagan los mismos. Hay que
explotar los recursos y destruir la libertad que ofrece ‘El Parque Jelly-web-stone’
sin_de-masiada demagogia: ¿Crecen los árboles con subvenciones?

Víctimas que siempre son las mismas y acusadas de delincuentes cuando son
oprimidas por elevadas cuotas mensuales de poder económico. Conservar
tu dignidad es lo único que te queda. Otros compran votos para seguir con
esa política de poder. ¿Somos animales, piratas y ladrones por cazar las cestas
sin pagar por ellas? ¿Somos como el Oso Yonki? ¿Tontos y listos a la vez?

=:=:=:=:=:=

¡Capturen al Oso Yonki! ¡Cierren Jelly-web-stone! ¡Arrasen con él y con esas especies protegidas que oculta! ¡Queremos pasta! ¡Esto es la guerra! ¡Hay que talar todos esos árboles que viven por la cara!
Ni su argumento sacado de un telefilme de la Disney ni la más mínima comicidad y sorpresa. Anna Faris parece que sigue atrapada en su personaje de la stoner-comedy-de-autor “Smiley Face”. Aporta menos que nada.

“El oso Yonki” nos habla de que la política está corrupta pero nos recuerda que los buenos y la justicia sólo sobreviven y triunfan únicamente en la tontorrona ficción. Retrata la historia de dos osos parlanchines que se dedican a ‘robar’ (sin) ánimo de lucro. Son el Oso Yonki y su pareja Bu-tube. Es una matrimonio gay aunque Bu-tube parezca, por su tamaño, menor de edad y el sexo sea consentido es realmente mucho mayor que el Oso Yonki.
El Oso Yonki, activo en la relación, piensa que es inteligente y súper-listo pero es visto como egoísta y destructivo a la perspectiva de terceros. Mucho más para un político ‘brown’ con un lema ‘la elección correcta’ y con la necesidad de buscar compinches tontos a los que manejar para su propio beneficio.

El sistema quiere que el Oso Yonki sea un simple Oso Normal aunque si quiere que no cierren Jelly-web-stone tendrá que utilizar su inteligencia para hacer el ‘bien’. Bueno o malo la supervivencia del parque pasa por el nefasto homenaje a tiempos mejores donde la melancolía y el 2D llenaba la imaginación con raudales de personajes animados. La infancia se perdió con la llegada de la tecnología, parece ser el final del cuento.
Desde luego, nada será igual si algún día cierran Jelly-web-stone y erradican al Oso Yonki y ese invisible parche a la vista de unos y demasiado oscuro a la de otros.

Típica cinta americana para que los chavales que hayan conocido los dibujos clásicos, o que hayan visto el tráiler con los 5-6 golpes que se pega el protagonista, arrastren en un afán consumista a sus progenitores en un plan de cine, bebida y palomitas.

Tal vez ellos se diviertan algo, tanto como si les pones el dichoso tráiler unas 15 veces seguidas, a los que somos algo mayores, como mucho, dos sonrisas y contadas.

Muy floja, con unos golpes de humor predecibles y sinsorgos. Lo de siempre, presa de su patosidad y de sus ansias, el oso mete la pata, se tropieza, cae, se golpea, queda impregnado de distintas sustancias y así todo el metraje. Boo-boo tampoco aporta nada.

Los actores humanos muy flojos, tanto como el guión, sangra el guardabosques, demasiado alejado del clásico.

Si podéis, llevad a un adulto crédulo, dejad a los niños con él e iros a ver "El Cisne Negro", "127 Horas" o "El Discurso del Rey", es un consejo.