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Nana

Drama Nana (Kelyna Lecomte) es una niña de cuatro años que vive con su madre en una casa en el bosque. Una tarde, cuando vuelve del colegio, descubre la soledad: su madre no está y todo es silencio. A partir de entonces no tendrá más remedio que arreglárselas por sí misma, utilizando su precoz libertad para adueñarse del mundo. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
22 de noviembre de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta cumple con muy buena nota en su área técnica: a la buena realización, excelente fotografía y montaje minucioso cabe sumarles una cámara de actitud estática con mirada propia. Si bien su inicio es prometedor, el desarrollo no lo es tanto: la impecable técnica (que provoca admiración) no está a la altura de su particular propuesta narrativa (que genera pereza).

Aunque el espíritu de Tarkovski sobrevuela los mejores tramos de película, muchos de sus planos secuencia pasan de ser largos a insoportables, sumergiéndote en un abismo profundo que apenas logra dejar eco alguno. Entregar todo el peso y la responsabilidad a una niña entraña un riesgo con fácil tendencia al distanciamiento entre emociones y espectador.

Un cambio brusco e inteligente hacia lo macabro consigue despertarte del letargo casi una hora después de comenzar, pero es entonces cuando la directora decide poner punto y final a su película. Había vida después de la curva, pero no la giró.

‘Nana’ es tan bella e interesante como cansina y soporífera. Creo entender la absoluta relevancia que hay en la imitación de los pequeños hacia los gestos y palabras de sus mayores, pero no hacía faltar dotar dicho mensaje con ese excesivo toque de pedantería.
Melón tajá en mano
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15 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine francés tiene fama de lento y pecar de trascendente, esto no es nada nuevo, pero Valérie Massadian sería de esas directoras que hacen que este impopular tópico tenga su parte de razón.

Cuando la misma Valérie confiesa que el guión, de unas veinticinco páginas, fue solamente escrito para recibir la subvención de turno y sacar adelante el proyecto... nos lo creemos, y más después de ver el resultado. Y es que, según alega, la película se forjó en el montaje, pero la sensación es que eso del 'ritmo narrativo' es un concepto desconocido para la directora.
Una cosa es hacer una fábula sobre la infancia y otra muy distinta presentar una narración propia de un niño de parvulario, inconexa en muchos tramos, como recopilando escenas grabadas de una niña jugando a su antojo... y ya está. Esa idea de 'cada uno se monta la película en su cabeza' me parece la excusa de no saber hacer bien las cosas. Se puede dejar a la libre interpretación un final o algún concepto, pero no la película entera, porque para eso ya la hacemos nosotros mismos.

'Nana', con una natural y encantadora niña de 4 años como protagonista y ese aire campestre que se respira (se nota de donde viene Valérie) son las máximas virtudes que encontraremos en este fallido proyecto, junto con alguna que otra escena de mayor calado, como la apertura de la matanza del cerdo (real, por cierto) o Kelyna Lecomte y Marie Delmas jugando a escupirse el agua.
La propuesta acaba sucumbiendo a su falta de ritmo, que, como ya apunta desde el título, es proclive a echarse una siesta libremente sin temor a perderse nada trascendente.

Si la idea de Valérie sobre una alegoría de la mala educación infantil (donde el cruel ser humano, con corazón de perro como en el cuento que se narra en la película, deja en herencia una mala imagen a sus hijos) es colocar escenas sin ton ni son de una niña jugando sola con animales muertos durante toda la película... es que, o yo entiendo poco de cine, o su directora cree ingenuamente que el arte cinematográfico y el fotográfico son lo mismo.

Es entendible que no se quiera imponer a una niña hacer ciertas escenas, ya que, a todas luces, no es una verdadera actriz, pero de ahí a dejar al libre albedrío la totalidad de la película va un trecho muy grande, tanto como el de un proyecto interesante y otro pretenciosamente fallido.

Al menos podemos agradecer que, al final, se desechasen sesenta horas de metraje y haya quedado una película de apenas una hora, que, con todo, se antoja excesivamente estirada.
Dragondave
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16 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que por salirse de los cánones del circuito más comercial, solo consiguen llegar avaladas previo paso exitoso por algún de los cientos de festivales que hay por todo el mundo. Aún así, depende mucho donde las hayan reconocido de cara al espectador. A modo de referencia, no es lo mismo haber triunfado en Valladolid, Málaga, San Sebastián o Sitges, por citar tan solo alguno de los festivales patrios. Ni siquiera los grandes premios internacionales con sus jurados variables pueden llegar a tomarse como algo fidedigno de calidad continuada o un estilo propio de reconocimiento de estilo. Balada triste de trompeta jamás hubiera imaginado que ganaría en Venecia de no haber estado Quentin Tarantino de presidente del jurado aquel año. Con esto quiero decir que porque una cinta llegue premiada por un festival tan particular como el de Locarno no tiene porqué significar automáticamente que nos encontramos ante una película de calidad incuestionable.

De hecho, la ópera prima de la fotógrafa Valérie Massadian (quien no parece haber entendido muy bien la transición que separa la fotografía del cine), se mueve por un camino entre lo experimental, la actitud contemplativa y el cinéma verité que, unido a la inexperiencia en el medio, dejan un acabado más propio de un proyecto de fin de carrera en cualquier escuela de cine que de producto con una calidad mínima para llegar a ser proyectada en cines más allá de los mencionados festivales. A la hora de construir este incompleto y casi insustancial drama rural, resulta insuficiente plantar (literalmente) la cámara en algún sitio nivelado para que no cojee el trípode y lanzar fotos en movimiento sin importar que la dirección suceda a dos o veinte metros del objetivo. Si alguien tenía un reto con esta película es sin duda el técnico de sonido. Si a alguien se lo pusieron fácil fue al encargado de la iluminación. Prácticamente rodada con luz natural, los cambios de luz provocados por las nubes tapando momentáneamente el sol quedan algo extraño.

Si las escenas no lucieran tan improvisadas buscando naturalidad, al menos se podría destacar el trabajo de la pequeña protagonista, pero por mucho que las diferencias sean odiosas, después de haber visto hace pocos meses a la pequeña Hushpuppy de Bestias del sur salvaje, entre ella y Nana queda una diferencia abismal. No llega a resultar entrañable, no llega a inspirar lástima, no llega a provocar preocupación, no llega. Un drama que dura día y medio da para muy poco. De hecho, a la directora le ha dado para poco más de una hora. Largo para ser un corto, corto para ser un largo. Por mucho que trate de plasmar la vida y la muerte como un juego de niños, el cine debe ser algo más serio.
elChupao
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30 de octubre de 2011
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una hermosa película francesa, en cuanto a historia, fotografía y la rescatable participación de la niña como personaje principal. El principio de éste film puede ser un poco chocante para algunas personas, pero definitivamente vale la pena verla.
Paula Guzmán
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25 de abril de 2013
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La película prometía después de la primera escena en donde lo vivido es muy real, con unos adultos que realizan algo y los niños que están a su lado están hablando entre ellos para pasar a concentrarse en lo que hacen los adultos. A partir de aquí esta película que es muy corta, simplemente nos cuenta las cosas que hace esa niña aislada en esa granja y que podía haber dado algo más de sí en manos de un director algo más experto. Este cine es muy especial y entiendo que a la gente no le guste, por ser lento y sin un guión preestrablecido, pero que si se plantea bien te ofrece una película desgarradora, realista y con unas imágenes impactantes. En este tipo de cine se puede situar a Robert Bresson en algunas de sus películas entre las que destaco Au Hasard Balthazar y en las primeras películas de Kiarostami en esa gran trilogía inicial.
En esas películas de Bresson o Kiarostami los matíces visuales, como en las historias contadas son muchos mayores que en esta película francesa muy incompleta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
WILLY74
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