El bunker

"El bunker" es una de las mayores y mejores sorpresas que me he llevado últimamente en el campo del terror-thriller psicológico, y lo agradezco, lo agradezco mucho. Aunque más se agradece que, dentro de sus pretensiones, la cinta de Rob Green no resulte algo irregular, que funciona a ratos, o que termina saliendo airosa por momentos destacables en un cúmulo de mediocridad, sino que ya desde buen principio, su director nos muestre las principales virtudes de su cine, un cine que, lejos del que actualmente nos atenaza debido a esa nueva ola de terror iniciada por unos cuantos, no se arruga ni se amilana, al contrario, muestra una gran habilidad tanto en la confabulación de encuadres y la construcción de una buena atmosfera en la que sustentarse, como en la dirección de unos actores (quizá lo más complicado actualmente, sacarle buen partido a un intérprete en según que condiciones) que aquí, ponen buena parte del talento que se les intuye para sacar adelante un más que interesante trabajo.

Probablemente, y aunque el esquema a seguir sea sencillo (es decir: la locura que atañe a los soldados les hace reaccionar de modo anómalo debido a la situación que, por otro lado, viven), Rob Green demuestra que sabe como rodar, que posee firmeza, temple y un dechado de cualidades que ya no se intuyen a día de hoy cuando se trata de poner el desasosiego en el cuerpo de un mal acostumbrado espectador.
Además, el factor de hacer que el público deba empatizar con unos alemanes en la Segunda Guerra Mundial, resulta de lo más llamativo y tenaz.

Así, la alianza del cineasta con un espectador que, pese a asistir a un arranque atrayente pero algo insustancial, puede llegar a sacar verdadero jugo de una propuesta como ésta, resulta crucial en el momento de jugar sus mejores bazas, y es que cuando Green decide que el espectáculo ha de comenzar, éste lo hace, y empleando tanto una iluminación, como una caracterización de personajes de lo más adecuada o un inteligente uso del espacio en el que se mueve, logra tensar la cuerda hasta llegar a una conclusión que no da pie a duda. Lo visto, aunque con sus defectos, supone una tan singular como insólita aproximación a un terreno en el que es difícil realizar acometidas, pero del cual el británico sale airoso, incluyendo hasta algún guiño a la serie B de lo más resultón.

Para los amantes del cine bélico de la 2da Guerra quizás no encuentren en esta película nada novedoso o interesante, pero claro, no es un film bélico como tal.

Para los que disfrutamos del cine de temática sobrenatural o de terror como se prefiera, y que también nos gusta el bélico, es una mezcla interesante, algo parecido a DeathWatch.

Personalmente cuando compré la película no esperaba gran cosa, pero descubrir esta mezcla de géneros me gustó, bien ambientada y muy bien resuelta, sin grandes pretensiones te engancha, te mete en el ambiente y no se hace pesada.

Durante toda la peli el sentimiento de intriga te deja prendado porque estás con la constante pregunta de qué habrá en el enorme búnker. No está mal que en esta peli los protas sean los nazis y sean los amenazados y los aliados sean los que infunden el miedo, a pesar de estar ellos dentro del búnker.

Sí, en un búnker, pero hay peros. Carecen de munición, en algunas zonas de luz y oyen cosas dentro del fondo del búnker que les hace pensar que no están solos, pero un misterio se esconde.

Aprueba por eso, por la intriga, pero tiene carencias obvias que no desvelaré.

Un pequeño grupo de soldados Alemanes, en plena Segunda Guerra Mundial, se tienen que batir en retirada por el avance de las fuerzas aliadas. Se reúnen con algunos soldados más en un búnker y allí planifican su resistencia ante el inminente avance enemigo. Pero los misterios y secretos que oculta ese búnker, son mayores de lo que cabría esperar. Pronto la tensa situación y la angustia ante la obligada reclusión harán mella en su estado de ánimo. Haciendo que las relaciones entre ellos se hagan más que difíciles. Y no ayuda en absoluto ese extraño laberinto, que se encuentra en las profundidades del búnker.
Empieza como una película bélica, pero de forma lenta y casi sin darte cuenta se transforma en un cuento lleno de misterio y donde las cosas no son lo que parecen. Llama mucho la atención lo singular y novedosa que resulta la situación que nos propone la película. No es habitual encontrar películas que mezclen géneros, que de otra forma pueden funcionar juntos a las mil maravillas, como son los de terror y bélicos. Máxime cuando los protagonistas van a ser soldados alemanes en plena guerra. Otras películas como Deathwatch se desarrollaron con esta idea en mente y tengo que decir que el resultado en ambas es similar. Como añadido beneficioso tenemos el evitar los casi obligatorios adolescentes de las películas de terror. Aunque para ser exactos, habría que explicar que en esta cinta, más que terror contundente, lo tendremos en formato psicológico. El guionista juega con nosotros, creando suspense, sobre a que se enfrentan estos soldados. Si terror real por parte de los aliados, sobrenatural o todo se desarrolla en sus mentes. La idea es buena, pero el guión resulta algo blando.
El director utiliza varios recursos, como la claustrofobia que producen los pasillos que hay en el interior del búnker o los efectos sonoros, para crear un importante desasosiego en el espectador. Sin negar sus logros, la puesta en escena resulta algo confusa por la indefinición de aquello contra lo que se enfrentan. Tarda mucho en ponerse en marcha la acción, y cuando lo hace le falta dureza. Tal vez sea porque el presupuesto era ajustado no pudieron hacer más, pero mayor firmeza en los hechos y un ritmo menos mortuorio beneficiaría esta cinta.
Los actores son apenas conocidos, fuera de Jason Flemyng que ha participado en importantes producciones. Los personajes que interpretan están poco desarrollados. Falta un liderazgo visible en ellos. Un protagonista claro entre todos los que participan en esta cinta, que nos simplifique comprender que ocurre. Porque la confusión generalizada entre ellos, se traslada al espectador que no comprende bien que pasa.
Hay que reconocer que esta es una película de terror ingeniosa, pero deja un sabor de boca a obra insustancial, que podría haber sido mucho mejor con un presupuesto mayor.

Las películas de terror como en este caso haciendo una mezcla de cine bélico y terror claustrofóbico les ha salido el tiro por la culata, nunca mejor dicho.
Ves la película y parece que ya las visto, la misma historia de cine de terror en el que se vuelve uno majara como ya ocurriera en el Resplandor del señor Kubrick.
No me asustó, ni sentí nada al verla. Lo único bueno es que salen soldados alemanes y va siendo hora que hagan más películas del bando alemán.