Apocalipsis Joe

Pasó o cruzó el Rubicón. Me dejó sin argumentos, en bolas, sin salir siquiera de la cama. No me quedó ni la ironía. Ni el sarcasmo, la parodia o la chufla más gorrina. En los huesos. Esquilmado. Expoliado. Cariacontecido. Dormido. Ahíto. Defenestrado. Deslustrado. Agarrado a la balaustrada. Balaustrado de hecho. Muy jodido.
Es perfectamente mala. Apenas Shakespeare, un par de bromas al respecto retortero y el resto, ochenta minutos de vellón al pilón, esto. Musiquita spaghetti, como de Morricone, dios me perdone, algo así, y muertos, miles de muertos, millones de muertos al alimón, más que en la segunda guerra mundial, parecía la batalla de las Ardenas o tal vez termópilas, la heroica reconquista de la isla perejil al alba al alba y con fuerte o duro viento tiempo de papá levante se ya y ande, anda.
Solo ante el peligro. Él, el más valiente, contra mil. De ayudante el barbero y de enamorada una dama. El malo es el actor español, qué cojones nos verán, Fajardo (grande como un imperio a todo sol).
No hay más. Tiros y aquel sagrado ritmillo. Muertos y mucho desierto.
Horriblemente rodada e interpretada. Espantosa. Aberrante. Atroz.
Incognoscible. Sodomizante y gomorriana.
Apocalíptica.

Sencillo y efectivo Spaghetti western que reúne los tópicos del género, presentando una historia vista mil veces, en la que un hombre debe hacer frente a todos los rufianes del pueblo, después de recibir una herencia que va en contra de los malos malotes. Todo encaja y no hay espacio para las sorpresas.

A principios de los 70 el Spaguetti western salvo excepciones tomo dos derroteros. O seguir los pasos del tremendo éxito de Le llamaban trinidad con la llegada de productos en su mayoría de bochornoso resultado. O dar a las películas mas carga violenta aumentando el numero de tiroteos o muertos y algo de comedia. A esta corriente se suma Apocalipsis Joe la mayoría de la película transcurre como un western promedio salvo por la curiosidad de que su protagonista es un poco actor de teatro y recita a Shakespeare.

Así llegamos al final donde el carismático Anthony Steffen con su elegancia y su porte va liquidando a todos sus oponentes de la enorme banda encabezada por el gran Eduardo Fajardo.

No es una gran película y en algunos momentos esta deficientemente rodada pero es lo suficientemente entretenida. Además cuanta con buenos actores principales y una buena banda sonora.

Este Spaghetti tiene una trama que involucra a Steffen heredando una mina solo para descubrir que está controlada por la pandilla habitual de tipos corruptos y viciosos que usan el asesinato para mantener a raya a la oposición. Coproducción hispano-italiana que trata de un actor ambulante y pistolero llamado Joe Clifford (Anthony Steffen), quién mata enemigos exclamando: ¨Ser o no ser¨. Al principio es encarcelado, entonces es liberado por su tía, sabiendo Joe que ha heredado una mina de oro de su tío. Al regresar para reclamar la mina, descubre que el jefe de la ciudad llamado Berg (Eduardo Fajardo), el asesino de su tío, la controla. Entonces, Clifford sale en busca de los asesinos. Mientras Joe intenta liberar a la ciudad de Berg usando sus habilidades en los disparos y como un actor interpretando las obras Hamlet y Macbeth.

El giro de este western es que Steffen interpreta a un héroe algo poco convencional con aspiraciones de grandeza; preferiría ser un actor de Shakespeare en el escenario que un luchador contra los malvados. Esta Paella/Spaghetti Western está llena de acción, duelos, emociones, peleas en el Salón y fuego cruzado. Tardío Spaghetti con dos habituales, en este caso la sempiterna historia de venganza se torna en ajuste de cuentas entre el pistolero de turno disfrazado de actor ambulante que gusta representar ´Hamlet', y un cacique que explota una mina, enfrentándose a su legitimo heredero, el rico matón es bien interpretado por Fajardo quién en su delirio llega resultar hasta simpático. Aquí Steffen liberando al pueblo de los malvados liderados por Eduardo Fajardo, usando tanto disparos como astucia. Ambos protagonizaron muchas películas Westerns como mortales contendientes. Se trata de un Spaghetti muy mediano, protagonizado por Antonio De Teffe, bajo el seudónimo de Anthony Steffen, el roba el show como un pistolero que disfruta de su identidad secreta vestido como un actor shakesperiano, o disfrazándose de sacerdote o haciéndose pasar por una mujer; ejecutando habilidades teatrales, brincando, saltando, girando y trepando, y al respecto se ve que se divierte, aunque siempre muestra una actitud hierática. Anthony Steffen en su papel habitual de pistolero que busca venganza contra su eterno enemigo, Eduardo Fajardo, junto a sus matones, como el voluminoso Fernando Bilbao. Este último, bajo Fred Harrison ó Fred Harris, fue una especie de actor a quien acudir para los papeles de bruto machote en la Europa de principios de los 70. Además de muchos roles de compañero en westerns y películas de explotación, Harrison interpretó al Monstruo de Frankenstein dos veces en películas dirigidas por la leyenda de culto Jess Franco en Drácula contra Frankenstein y los eróticos ritos de Frankenstein.

La cinta está bien protagonizada por Anthony Steffen (Antonio De Teffe), que comenzó interpretando papeles secundarios en típicos films del popular cine italiano de finales de los años 50, como epopeyas de espadas y sandalias, comedias, aventuras y con los westerns que rebautizaron spaghettis alcanzó el estrellato mundial. A menudo se acusa a su actuación de ser rígida, pero en muchos sentidos es ideal para interpretar al pistolero de cara acerada sinónimo del género. Sus otros éxitos incluyen largometrajes muy apreciados por los aficionados, tales como ¨Seven Dollars to Kill¨, ¨The last Mohican¨, ¨Train for Durango¨, ¨Gentleman Jo¨ , ¨Four dollars for Django¨, ¨Shango¨, ¨Arizona colt¨, y varios otros. Aún más el disfrutó en otros géneros, especialmente en Giallos como la exitosa ¨La noche que Evelyn salió de la tumba¨, ¨Death in Haiti¨ o The ¨Crimes of the Black Cat¨, un buen ejemplo de Giallo donde interpretó a un pianista ciego -uno de sus papeles que más le gustó- y ¨Killer Fish¨. Al ser una coproducción hispano-italiana, en la película aparecen habituales actores secundarios como: Mary Paz Pondal, Miguel Del Castillo y Fernando Bilbao como un barbudo fortote, entre otros.

Este Western poco tiene que ver con la clásica obra teatral ¨Hamlet¨. Pero sí hay otros mejores Spaghettis basados libremente en famosas obras de Shakespeare, ellos son los siguientes: ¨La furia de Johnny Kid¨ de Gianni Puccini con Peter Lee Lawrence y Cristina Galbo inspirado en ¨Romeo y Giuletta¨; Las pistolas del norte de Texas (Gli uomini dal passo pesante,1965) de Albert Band, Mario Sequi, inspirado en El Rey Lear y ¨Johnny Hamlet¨(1968) de Enzo G Castellari. Otros Spaghetti basados en novelas conocidas y obras clásicas, son l ¨El regreso de Ringo¨ de Duccio Tessari inspirado en la ¨Odisea¨, ¨John Il Bastardo¨(1967) basado en las obras de Zorrilla y Moliere; y ¨Anche Nel West Céra Una Volta Dio ¨ (1968) de Marino Girolami basada en ¨La isla del tesoro¨ de Robert Stevenson.

La película es escrita y producida por Eduardo Manzanos Brochero, que es junto José G. Maesso, uno de los principles puntales del género Paella/Spaghetti western. El comenzó a producir ¨Il Coyote¨ y ¨La Jiusticia De Coyote¨ de Joaquín Romero Marchent con Abel Salazar y Gloria Marín. Posteriormente, produjo con su compañía Copercines ¨La venganza del Zorro¨ y ¨L'Ombra di Zorro¨ (1962) de Joaquín Marchent con Frank Latimore. Eduardo Manzanos construyó un pueblo del Oeste en Hoyo De Manzanares (Madrid) con decorados de Cubero y José Luis Galicia, hoy tristemente desaparecido, llamado ¨ ¨Golden City¨ donde se rodaron varios Westerns como Bienvenido Padre Murray, Brandy, varios Zorros y éste. Produjo diversas películas para los hermanos Marchent como Joaquín Romero Marchent: ¨Cabalgando Hacia Muerte¨, ¨Tres hombres buenos¨; y Rafael Marchent: ¨Quien Grita venganza¨, ¨Dos cruces en Danger Pass¨; y para directores italianos como ¨Sabor Odio¨ de Umberto Lenzi¨ y ¨Winchester 1 entre 1000¨ de Primo Zeglio. Calificación: 4.5/10. Mediocre tirando abajo.