Pura formalidad

Otra gran película del artífice de la inolvidable "Cinema Paradiso", pero una obra que nada tiene que ver con su cine previo.
Se trata de un drama dialéctico, de cariz teatral y fuentes literarias (Kafka, Dostoievski): el que se entabla en una chapucera y cochambrosa comisaría entre un perspicaz e inteligente inspector de policía (un inusual y majestuoso Roman Polanski: ¿hasta dónde llega la genialidad y el talento del monstruo polaco?) y un escritor detenido (un admirable Gérard Depardieu), del que casualmente el policía es admirador de su obra. Magistral y portentoso el "tour de force" entre ambos.
Película atípica y a contracorriente, no es nada extraña la presencia de Polanski en el proyecto, pues aparte de la presencia latente del mundo de Kafka, en la película hay una atmósfera y un universo inequívocamente polanskianos (valdría el símil de Welles y Carol Reed en "El tercer hombre"): ambigüedad, ambiente claustrofóbico, pocos personajes, importancia absoluta de la puesta en escena...
"Una pura formalidad" plantea una curiosa situación en la que el mito y héroe (el escritor) revierte su posición y pasa a ser un tipo corriente y acusado de un asesinato delante de un fan que ahora tiene el poder de sojuzgarle y sentirse él, el mito, el auténtico talento, de admirador a admirado.
Así pues, una gran película, que confirma a Tornatore como el maestro que es, pero de la que evidentemente casi nadie -me alegran algunas críticas-, ni siquiera como pura formalidad, valora en su justa medida: hay más talento, aventura, creatividad, riesgo y lo que se quiera, encerrado aquí que en 20 películas elegidas al azar de ese mismo año. He dicho.

Cine preocupado y bien trabajado. Desde la primera toma, comienza con un ritmo que no decae en toda la película. Soportado por supuesto, por unas buenas actuaciones de parte de los dos protagonistas, cargando unos excelentes diálogos a través de un guión plausible y efectivo.
La ambientación me pareció soberbia también, ayuda a la incomodidad que provoca la historia y se la suma a la claustrofobia de estar detenido en un lugar horrible.
Bien cuidados los detalles, no hay ninguna escena "de relleno", no solo la película dura lo que tiene que durar si no que también cada escena nos dice algo, aún cuando se repiten conversaciones o situaciones. Y está repleta (cosa que en otro visionado seguro notaré mejor) de pequeñas cosas que parecen irrelevantes pero terminan "haciendo" la película. *1

"El final no hace a una película"
Muchos comentarios oí y leí sobre el final. Me parece que así como una película mala con un final bueno no la hace buena, tampoco la hace mala un final malo a una buena película.
Este final, personalmente, me gustó, no me pareció malo ni nada. Sin embargo, por mi podría haber terminado antes tranquilamente, no es algo que influya en mi valoración. Suele pasar que alguien ve un final digamos "espectacular" y sale fascinado "¡¡¡Es buenisima!!!". O al revés. En este caso me parece muy buena la película en general, el final no me hizo quererla más ni odiarla más.*

No sabía muy bien lo que me iba a encontrar cuando se me recomendó esta película, a simple vista tiene pinta de película policíaca, tal vez de drama judicial o una reflexión de estas tan de moda para intelectuales. Nada, no sé en qué demonios pensaba, porque si acaso se asemeja más a la primera suposición. En realidad se trata de un duelo entre personajes para ver quien lleva razón, o ver quien consigue antes razón.

Y, claro, ¿donde se ha visto un duelo sin dos interpretaciones a la altura?, nunca, y está claro que ésta no será la excepción, pues Depardieu, ya famoso por su nominación al oscar poco antes por Cyrano y por interpretar a Colón con Ridley Scott, y Polanski, quien no aparecía en una película en condiciones desde su conocido Quimérico inquilino, se superan a cada momento, intentando cada uno quedar mejor que el otro en la anterior escena, lo que se convierte en un festín interpretativo prácticamente perfecto.

Giuseppe Tornatore, quien nos deleitaría no mucho tiempo atrás con su Cinema Paradiso, lleva la película por donde hace falta, desde un inicio desorientador, pasando por el desarrollo en comisaría, con unos diálogos maravillosos entre escritor y comisario admirador, y con secundaros breves pero muy importantes, como el escribano o el tío de la leche.

Está plagada de grandes momentos, casi toda la película va seguida de buenas escenas, parecidas, pero todas geniales. Por destacar algunos, nombraré las discusiones primeras, sobre su identidad y sus obras o el intento de escape, sin olvidar, por supuesto, el descubrimiento final, un pelo efectista pero de buena gana disfrutable.

Si de algo me debo quejar será de la excesiva muestra de las piezas sueltas en su emoria, en forma de puzzle; quiero decir que sale demasiadas veces, se puede recortar parte.
Algo a destacar también es el ambiente gótico que rodea la comisaría, con algunos personajes que rozan la irracionalidad (Como cuando intentan secar el suelo con toallas y está encharcado) y que junto con la fotografía oscura te meten en la película a la primera.

Así que desde ahora por mi parte se vuelve una película muy recomendable, abierta a debate, y que dará la sorpresa a los más confiados y hará disfrutar a todo aquel que se meta en la historia.

¿Cómo es posible que una película como esta sea casi desconocida por la mayoría del público? (Actualmente sólo tiene 235 votos)
La interpretación de Depardieu y de Polanski me parece magistral, la historia es de las que te atraen desde el principio y te mantiene en vilo hasta el final. El final es muy bueno. La ambientación es magnífica.
¿Tendremos que esperar a que Hollwood haga una versión a su gusto para que la acabemos viendo todos?
¡Qué poco criterio tenemos y qué poco ayudan los medios de comunicación para dar a conocer el buen cine!

Intenso drama y trama de las que atrapa al espectador en un par de minutos, para no soltarle hasta el ultimísimo momento.

Puedo imaginar la gran aportación que Polanski habría hecho al cine si además de dirigir se hubiese prodigado más como actor en la pantalla. Sorprendente interpretación la suya; colosal la de Depardieu.

Un impresionante cara a cara en el que el francés de origen polaco no se amilana plantándose ante un arrollador Depardieu en un pulso que Polanski aguanta con una fuerza capaz de contener la brutalidad interpretativa de aquél. Darle la réplica al orondo francés en este duelo y salir airoso es casi un milagro. Pues Polanski lo ha obrado. Muy merecida también la participación de un jovencísimo Sergio Rubini (y no Rubina como figura en esta página) quien, además, coguioniza la cinta.

Más allá de las interpretaciones, -de ovación-, el buen ritmo de la narración, la puesta en escena _capaz de traspasar la pantalla esa humedad y calarle los huesos a uno_ , los diálogos y la música de Morricone, completan una obra dirigida con maestría, otra vez, por Tornatore.

Parece ser una rareza por su poca popularidad. Si a nosotros corresponde enmendar los errores de las distribuidoras, _que escasas veces acercan joyas de este calado a nuestros cines siendo además esta una de las nominadas en Cannes en 1994_, que así sea: con ir a la zona de descargas de algunas webs, desagravio resuelto. Que hagan su trabajo es pedir lo mínimo.

Más que recomendable pero muy especialmente, y aquí insisto, en versión original.