Cuenta las horas

Cuando se cometen dos asesinatos, Brandon ni se imagina que su vida penderá de un hilo. Ese hilo es un abogado tozudo que no se amilana ante la realidad y con espíritu de solidaridad con la esposa del acusado, insiste en su inocencia.
En el final me parece que se apresuran en terminarla, pero el contenido y las actuaciones son muy buenas.

Del rey de la serie B (autor de la mítica "la invasión de los ladrones de cuerpos...sigo en spoiler.....) el estimable Don Siegel.

Un hombre es acusado por un crimen, en el que todos los del pueblo parecen tener claro su autoría, pero un prestigioso abogado intentará demostrar su inocencia, poniendo en juego su vida privada y su prestigio.
Historia sencilla y concisa, sin grandes alardes interpretativos, que presenta la tradicional trama de investigación y defensa de un sospechoso.
Presenta un desarrollo lineal, con personajes simples que no ofrecen un retrato creíble de la situación por la que están pasando, debido a interpretaciones mediocres.
Podría haberse sumergido en los sentimientos y preocupaciones del personaje sobre el que ronda la cuerda de la soga, pero se centra más en la investigación de los hechos, que no resulta muy atractiva.
Cuenta con giros arguméntales que parecen sacados de la chistera, que llegan a mantener el interés de la trama, aunque no resultan convincentes en cuanto a credibilidad.
Todo queda reducido a un ejercicio de investigación simplón y descafeinado, en el que los personajes y sus actos no resultan creíbles.

Otra de la serie B. Ese circuito de magníficas películas y muy buenos directores. Bueno, no tanto. Directores que luego fueron buenos y películas que con los años se revitalizan.
Siegel encuentra en estas cintas de estudio, de cine de gran consumo, un magnífico escenario en el que poder aprender y perfeccionar la técnica cinematográfica, observar cómo funciona la industria, los actores, guionistas y recursos económicos. Más tarde, con los años, podría volcar esa experiencia en obras más personales, las que más nos gustan...

Clásica peli de bajo presupuesto de abogado que trata de demostrar la inocencia de su cliente mientras el tiempo corre en su contra, con lo que resulta "familiar" cuando la ves. La película tiene bastantes defectos: se dice que se rodó en nueve días y por momentos se nota. Algunas escenas deberían haberse filmado con más cuidado y más profundidad, todo tiende a suceder de un modo bastante apresurado y de hecho esto se nota en su duración, hora y cuarto escasa. Y sin embargo, no funciona mal. La corta duración es más una virtud que un hándicap, tiene momentos interesantes, no cansa, cuenta con un característico tan característico como Jack Elam y además está dirigida por Siegel. Cierto que Teresa Whrigt tiene algunos momentos algo estomagantes, especialmente al principio, y tampoco McDonald Carey, mucho más conocido por su trabajo en televisión es que fuera la leche, pero está correcto. Lo dicho, se deja ver.