La mano de la momia

Bueno, serie B porque es de bajo presupuesto, pero la imagen que utiliza es bastante bueno. Aunque he leído que han reutilizado gran par del decorado de la película "El hijo de Frankenstein".

Un trabajo muy duro, trabajando muchísimas horas al día en poco tiempo y con ese presupuesto que era ridículo. También reutilizaron la banda sonora de otra película.

Aún así, el resultado es bastante correcto. Una historia interesante, y aunque no da miedo, sí que tiene la imagen típica de las películas de terror de los años 50. Y aún faltaban 10 años para llegar a esa década.... así que, por eso la apruebo.

"La mano de la momia" fue la primera de las cuatro secuelas que Universal hizo de su clásico La momia (1932), siguiendo una práctica que ya había realizado con Drácula y Frankestein.
Con un presupuesto muy bajo, un rodaje apresurado que apenas duró un mes y con la reutilización de varias tomas y secuencias por parte de Universal de la versión original de 1932, el resultado fue bastante aceptable y tuvo un relativo éxito comercial.

De las cuatro secuelas, sin duda ésta es la mejor aunque esté muy lejos de la calidad del clásico de Karl Freund con el gran Boris Karloff que aquí es sustituido por un Tom Tayler caracterizado de momia con tiras de algodón para primeros y medios planos y con una máscara de goma para las tomas largas así como el oscurecimiento fotograma a fotograma de ojos e interior de la boca para intentar dar un aspecto más aterrador. Por desgracia, la comparación con Karloff es imposible ya que lo que con éste resultaba inquietante y terrorífico, con Tyler asusta más bien poco y, por momentos, resulta irrisorio. El resto del reparto tampoco destaca demasiado a excepción de George Zucco como el sumo sacerdote Andoheb.

En definitiva, es una secuela con un tono diferente al clásico original. La inquietante y siniestra atmósfera de la versión de 1932 aquí es sustituida por un tono más ligero de aventura que incluso incorpora elementos cómicos a través de algún personaje secundario. Por supuesto no admite comparación con la gran película de Freund y el maravilloso Karloff pero el resultado es digno y resulta entretenida.

Apañada primera secuela en la Universal de la ya mítica (aunque no demasiado buena película) "La momia".
Como tuvo gran éxito se intentó (y se logró en gran parte) repetir el éxito económico de aquella, pero teniendo notables diferencias.
En primer lugar, esta es más festiva, con no pocos momentos de humor a cargo, tanto del personaje de Wallace Ford como del correspondiente al gran Cecil Kellaway. También que no es tan terrorífica, es decir, que el clímax que impregna el filme es más bien de intriga fantástica, que de miedo.
El resultado es bastante menor, pero que, aún con los años transcurridos desde su rodaje sigue conservando algo del aura de antaño al ser discreta en cuanto a sus resultados cinematográficos puros pero manteniendo la entrañabilidad de sus personajes y un cierto aire ingenuo que la redime en gran parte.
Asimismo, sus elementos técnicos siguen siendo aparentes, como la buena fotografía en blanco y negro de Elwood Bredell.
En definitiva, no está mal.

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Interesante secuela del clásico de la Universal, "La momia", de Karl Freud. Sin embargo, no es una secuela en sí, sino un reboot o reinicio, con otra maldición y otra momia, esta vez llamada Kharis. La momia en sí resulta decepcionante, es un monstruo cojo y con un brazo inútil que se desplaza con dificultades y mata a quién se le cruza por el camino o se sitúa entre él y la droga que le mantiene vivo. Parece obedecer a un sacerdote egipcio contemporáneo bastante lascivo -encarnado por George Zucco- pero no dispone de inteligencia o voluntad propia, más bien es un autómata.

Lo interesante del filme es el planteamiento aventurero de los protagonistas, con momentos de comedia y humor desenfadado, que debió inspirar al filme "La Momia"(1999, S. Sommers). La ambientación de los templos egipcios es de fantasía.

Hay detalles que rozan el ridículo, como cuando en el entierro de la princesa Ananka, los esclavos andan poniendo las manos como "haciendo el egipcio". Otro detalle es el titulo. Es de suponer que hace referencia a la única mano útil que tiene la momia, con la que estrangula a sus víctimas.

Filme cortito y entretenido. No será un clásico pero tiene su encanto.

Esta entrega de La Momia vibra en la misma sintonía del resto de secuelas de monstruos de la Universal, osease, entretenimiento justo, argumento reciclado, personajes simples y cuestionable calidad. Puede pasar el corte para amantes de la serie b y dura una hora, lo que juega a su favor.

La historia destila una pereza tremenda. La momia se supone que es otra diferente de la que interpretaba Karloff allá por 1932, pero sin ningún tipo de vergüenza le dan el mismo pasado, punto por punto. Continuando el despropósito, el resto de la trama es una copia directa del argumento de la tercera entrega de Frankenstein, de 1939. La momia que aquí se nos presenta es una mera arma sobrenatural que sigue las órdenes del que es el verdadero villano, y que usa su poder para la venganza. Vamos, exactamente lo mismo, aunque aquí lo enreden con clanes milenarios protectores de tumbas. El final, además, también es similar.

Derivado de fusilar dos películas anteriores surge otro problema, y es que la mitología que se desarrolla a duras penas tiene sentido. ¿Cómo la controlan exactamente? ¿Hojas mágicas y pociones? ¿Sacadas de dónde? ¿Por qué los obedece a ellos y no a cualquier otro? ¿Por qué están obsesionados con proteger la tumba de esa princesa egipcia y usan para dicho objetivo precisamente a alguien que iba a profanarla? Preguntas sin respuesta originadas por guionistas holgazanes.

Los escenarios están bien, en esa parte sí que consiguen una ambientación egipcia desértica y nocturna bastante atrayente. El personaje de la momia pues bueno, es un simple tío con disfraz que se pasea por pantalla, y en primeros planos le aplican unos efectos a los ojos que han envejecido peor que una persona momificada. Ni punto de comparación con la momia de Karloff, que simplemente juega en una liga muy superior.

De terror tiene poco y de comedia liviana con toques de aventura mucho. No merece la pena aunque un visionado lo resiste.