Hyenas

Tenemos a una cuadrilla de hombres y mujeres que se transforman en hienas y andan por ahí comiéndose a la gente, otra de mexicanos enfrentados a rijosa banda blanca de mentecatos, y un experto cazador de las criaturas sobrenaturales reclutando como ayudante al marido de la victima que abre la función. Todo ello corriendo a través de un guión demencial que parece escrito por un adolescente fumado, y de unas actuaciones (Costas Mandylor con cara de estreñido y Christa Campbell enseñando de vez en cuando los pechos son todo el reclamo en cuanto a casting), situaciones, y CGI, al borde de una función amateur (desde la entretenida y poderosa – uno de los finales más salvajes de los 80 - "El legado del diablo 1981", Eric Weston ha ido bajando el listón hasta esta que nos ocupa) saltando de despropósito a despropósito continuamente, y no dejando lugar a dudas de lo mala y pobre de la función.

Pues bien, ahora viene la buena noticia, mala como ella sola, pero ese dislate continuo que supone los abracadabrantes vaivenes de guión y una trama que cuando crees que ya no puede ir a peor te sorprende con un in crescendo que es un sin parar de risibles situaciones hasta un final que cierra la función haciendo justicia a lo ya visto, acaba por ganarse la simpatía del espectador (al menos la mía) por lo que tiene de divertido tal cumulo de despropósitos, y al contrario de muchas barrabasadas de similar factura en cuanto a lo malo como película de terror, según avanza la trama mudas el gesto, de rechazo y resignación ante el tiempo que estás perdiendo con su visionado, a entregado y sonriente espectador ante tal cumulo de despropósitos.

Sirva todo lo anteriormente escrito, como intento de que al hipotético espectador que se esté pensando ver la película, no le despiste ese "pasable" con el que la califico, y sepa en base a qué circunstancias lo hago.