Nefertiti, Reina del Nilo

Los primeros 45 minutos los vi con interés pero después la película empeora y cae en el ridículo en algunas escenas. Tiene razón el usuario que ha puesto en su crítica que parece una peli rodada en una sola toma. No se cuidan los detalles y las peleas son de risa. Concretamente la escena donde le tiran la lanza a Tumos al principio de la peli es realmente absurda ya que no es que se la tiren, sino que le volean la lanza dando una vuelta completa en el aire.

Esos detalles deberían haber sido cuidados ya que por lo demás tampoco está tan mal. La historia no está mal y el vestuario y decorados son tan bonitos que, al menos, llama la atención del espectador. Pero ya está. No hay más. La peli pasa sin pena ni gloria y no hace nada de mella en el espectador. Mi conclusión es que no es de las malas en plan bodrio, pero desde luego, no es una buena película.

Un detalle que apunta un usuario en su crítica es que aparecen muchas personas con la piel blanca y que parece más caucásicos que egipcios. No estoy muy de acuerdo ya que ellos si salen morenos pero ellas no. Si recordamos, Cleopatra también era blanca de piel, de hecho, se daba baños de leche y otros tratamientos para mantener su piel blanca. Las aprendices de sacerdotisas no podían salir del templo, por lo que es lógico que estuvieran más blancas.

No esperen mucho de esta peli... aunque tampoco es un horror.

Saludos!!!

Desde hace un tiempo, las mañanas de la 2 nos deparan agradables sorpresas. dejando aparte una retahíla de spaghetti y/o paella westerns que deben contarse entre lo más cochambroso del género, y que ni siquiera un demente como yo se atreve a frecuentar. Pero caen pelis de aventuras y péplums. Si hace unos días hablaba de la inenarrable Los piratas de la costa, hoy es el turno de La reina del Nilo, que gira alrededor de la famosa Nefertiti y sus desgraciados amores con el escultor que la inmortalizó (al menos en esta película).
No hay mucho que alabar. Tal vez el trabajo de Massimo Dallamano en la fotografía sea lo más destacable, porque la partitura de Carlo Rustichelli no es de sus más inspiradas, la dirección es pedestre, el guión risible (y hay cuatro tipos en él), los decorados huelen a cartón piedra, y las escenas de masas son caóticas y patéticas. Lo más interesante reside en el cuarteto protagonista: tres estrellas estadounidenses en decadencia y un galán italiano que había dejado muy atrás sus años mozos.
Dice IMDB que La reina del Nilo es la película más desconocida de Vincent Price. No me extraña. Yo, en su caso, habría comprado y quemado todas las copias. Con las cejas y los ojos pintarrajeados cual vulgar Escamillo, Price interpreta, por decirlo de alguna manera, el papel del Sumo Socerdote Benakon, y hay que verlo para creerlo. Ridículo es poco. Grotesco se acerca más a la realidad. Ese mismo año encadenó otra película en Italia, El pirata negro, en compañía de otro náufrago, Ricardo Montalban. Ardo en deseos de verla.
La beldad de turno es Jeanne Crain, señora de esplendorosa melena roja y turgentes carnes, cuya carrera empezó bien para ir declinando hasta despeñarse en Italia. Cabe decir que sus frases habrían incomodado a la más pintada. El tercero en discordia es Edmund Purdom, otra joya. Después de Sinhué el egipcio se aficionó a las falditas y deambuló por diversos títulos de escasa entidad rodados en variopintos lugares de Europa. Si alguien vuelve a meterse con Victor Mature, que examine cualquier título de Purdom y comprobará que era negado para la causa. Amedeo Nazzari, el galán del fino bigotito, una especie de Errol Flynn a la italiana, por el cual suspiraban nuestras madres y abuelas, está incómodo y acartonado en su papel de Amenofis IV, padre de Tutankamón,. Como en toda la película, cualquier intento de recitar sus frases está condenado al fracaso. Confieso que me reí bastante mientras visionaba la cinta.
Ah, me olvidaba: ¡salen Liana Orfei y su cruzado mágico! Esta muchacha, de rotundos pechos y prometedores morros, solía asumir el papel de puta, gitana, puta y gitana, etcétera, siempre enamorada del héroe de turno, y condenada a un fatal desenlace por sus pecados. Aquí, empero, no muere, aunque se queda sin Purdom, claro.
En definitiva, una tarde de placenteras carcajadas entre oropeles, fanfarrias y extras despistados.

Película sobre la reina Nefertiti, que en realidad me pregunto que tiene que ver con ella, salvo tal vez el busto que el artista le hace. Para empezar Jeanne Crain, la he visto en sólo un registro más en "Que el cielo la juzgue", y desde luego estaba muchísimo más favorecida que aquí. No parece la misma actriz. De Nefertiti hace una interpretación tan fría que no llega en ningún momento ni convence, ni mucho menos emociona. El amor apasionado que se supone que siente por Tumos no lo refleja tan sólo, en momentos fugaces o con alguna miradita. El mítico amor de Nefertiti por Akenatón se omite, cuando es el origen de la historia de Nefertiti. Aquí parece más bien que el faraón le molesta o le odia, y sus hijas ¿dónde están? Total que es una biografía totalmente alejada de la realidad. Me encanta la interpretación de la guapa Lina Orfei, que se come la cámara, ella sí que se ve desgarrada y muertecita de amor por Purdom, quien a su vez hace lo que puede en un relato totalmente atemporal que se supone que cuenta uno de los períodos más apasionantes de la historia. Lástima, pero bueno, por la química de Purdom y Orfei se salva de la quema. Un aprobadillo.

Yo creo que el director utilizó el libro de Historia del colegio para realizar esta película. Dejando a parte que la cronología de los hechos, así como su desarrollo, deja mucho que desear, lo que más me asombró fue la falta de profesionalidad. Tan siquiera sabían atacar con una lanza, se limitaban a lanzarla sin más; aunque era muy gracioso ver como ésta iba dando vueltas por el aire hasta caer completamente al revés (¡y no se molestaban ni en repetir la escena!). Por no hablar de los actores, que de egipcios no tenían ni las uñas. Eran todos caucásicos de pura cepa, con la piel más blanca que la leche, poco adaptada para vivir en el reino del sol. Otro detalle más: tampoco sabía que en el siglo II a.C. ya se había inventado la puerta con bisagras y picaporte. Cambiando de tema, respecto a las luchas, creo que en Port Aventura hacen mejores representaciones. En fin, una película que parece estar hecha en una sola toma, y que es una mediocre historia de amor ambientanda en un Antiguo Egipto ficticio.
Eso sí, para echarte unas risas observando lo cutre que puede llegar a ser sí puede servir.

Discreta pero apañada cinta de aventuras egipcias, que se puede encuadrar bien en el género de aventuras o en el del péplum de toda la vida. Yo la incluyo en las dos pero más en el segundo.
No es nada especial, pero sí que es honesta y, aunque irregular posee un indudable oficio tras las cámaras y delante de ellas hay esfuerzo interpretativo.
En el apartado de ambientación, está bien sin tirar cohetes y apartados como la dirección artística de interiores resultan funcionales, aunque poco imaginativos.
Las escenas de acción resultan eficaces, aunque haya momentos un tanto rapidillos en su resolución, producto, me temo, de pocos ensayos y bastante prisa por finalizar el rodaje.
Apartados como vestuario y peluquería resultan bellos en el cuerpo de la aquí una bellísima Jeanne Crain.
Lo mejor, para mi gusto, la actuación del gran Amedeo Nazzari, aquí sin su casi inseparable bigote, y es que en los tiempos de los egipcios...
En definitiva, que podría haber estado mejor, pero también peor. Es honesta en su planteamiento y resolución, tendiendo a un olvido rápido.

https://filmsencajatonta.blogspot.com.es